tag:blogger.com,1999:blog-48811087042871052132024-03-10T03:46:50.546+01:00CARTAS DEPORTIVAS"There is always an inner game being played in your mind no matter what outer game you are playing. How aware you are of this game can make the difference between success and failure in the outer game." -Tim GallweyPablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.comBlogger293125tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-13805716456129758302024-02-10T17:07:00.005+01:002024-02-10T17:57:07.905+01:00Los que estuvimos allí, jamás lo olvidaremos<p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8gF1_qebwvAjrF_Bx4r3o2_k4nMn5y9EUF_cgNGQGZaYs_-64nhrvHVrZlAsgW0cHKGnR5E7zeviYGZx88P-EUUjwvX9azHO2F-2RPDDM_x2ZKQLOaMPnZBLIFetquzHjQdgSqnjmhQoBFg2osU2lbjYRQ7pbZELRk6A8CEPNSlq8hUXL3AtkBEyhyVY5/s800/corral_comedias_almagro.webp" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="800" height="417" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8gF1_qebwvAjrF_Bx4r3o2_k4nMn5y9EUF_cgNGQGZaYs_-64nhrvHVrZlAsgW0cHKGnR5E7zeviYGZx88P-EUUjwvX9azHO2F-2RPDDM_x2ZKQLOaMPnZBLIFetquzHjQdgSqnjmhQoBFg2osU2lbjYRQ7pbZELRk6A8CEPNSlq8hUXL3AtkBEyhyVY5/w667-h417/corral_comedias_almagro.webp" width="667" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Corral de comedias de Almagro; el único que se conserva tal y como fue en su origen.</td></tr></tbody></table><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Son las 9.30 de un viernes noche. Mientras en la calle hace frío y llueve, en un gimnasio colegial madrileño fluye la emoción. En ese momento de caótica perfección, nuestra sensación de hambre cede paso, abruptamente, a un cierto susto sobrevenido:</span></span></p><span id="docs-internal-guid-7680af7b-7fff-e112-c392-e719ef762eab"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">-¿Estás bien? - escuchamos nítidamente la pregunta de Chema, responsable técnico del colegio Estudio, a su entrenador. Éste, apoyado sobre la espaldera que linda con el banquillo visitante del angosto recinto del colegio Arcángel San Gabriel, a escasos dos metros de donde nos encontramos, trata de coger algo de aire. Parece mareado. Junto a él, uno de sus jugadores espera la indicación para saber si tiene que entrar en pista, o todavía debe esperar. </span></span><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Cuando el entrenador recobra la compostura, Chema nos hace un breve gesto de complicidad, y emite su diagnóstico: “esto es muy duro, macho, muy, muy duro, no me extraña lo que le ha pasado. La tensión es máxima”. </span><span style="font-family: arial; font-size: 14.6667px; white-space-collapse: preserve;">El entrenador rival ha pedido un tiempo muerto. </span><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">Volvemos entonces la vista a la cancha, y nos cruzamos con la contagiosa sonrisa de uno de los árbitros. Lo seguimos con la mirada hasta que se encuentra con su compañero. Ambos chocan sus manos cerca del círculo central sin parar de sonreír. Ellos, sin duda, están disfrutando del momento. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Aprovechando el parón, imaginamos la cancha como un escenario gigante. D</span><span style="font-size: 14.6667px; white-space-collapse: preserve;">esde nuestro emplazamiento, el gimnasio se transforma entonces en uno de aquellos corrales de comedias con los vecinos hambrientos de entretenimientos y emociones. E</span></span><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">n el centro de la escena, están los actores protagonistas; por ejemplo, un entrenador superado por una clase de gimnasia imposible de imaginar: por ejemplo, el responsable del deporte del cole bordando su papel de sanitario de urgencias: por supuesto están los deportistas, todos yendo mucho más allá de sus cualidades técnicas o físicas. Y, finalmente, por allí andan l</span><span style="font-family: arial; font-size: 14.6667px; white-space-collapse: preserve;">os sospechosos habituales disfrutando como nunca:</span><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;"> los sonrientes arbitros dando fe de la rareza de la obra que todos representan. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 14.6667px; white-space-collapse: preserve;">Siendo los actores muy importantes, la belleza del momento no se entendería sin todos los demás allí presentes que, ya sea por devoción o por pura obligación (nos referimos al 'chofenitor', padre o madre de deportista que llega a estas edades de sus hijos sin un solo pabellón de su comunidad autónoma por explorar), asisten a una función que en este caso jamás olvidarán en su vida. </span><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">A nuestra derecha, observamos a los padres del colegio Arcángel y a los niños más pequeños ocupando las 3 filas de lo que sería el patio de butacas, las entradas caras del corral. Una madre aplaude de forma nerviosa, se coloca las manos alrededor de la boca, y quiere transmitir gritos de ánimo. Sus ojos están muy abiertos. A su lado, otra madre la mira y trata de seguir sus indicaciones. Justo encima de ellas, en un coqueto voladizo con una barandilla roja sobre la que apoyarse, divisamos más seguidores de Arcángel. En ese momento de pausa todos siguen las indicaciones de un ex alumno del cole que, megáfono en mano, los invita a echar el último aliento a sus jugadores, disfrazados por una tarde de absolutos héroes del baloncesto. Quedan 5,6 segundos, el colegio Estudio, con su entrenador ya recuperado y dando instrucciones, va ganando por 3 puntos en la segunda prórroga. Cuando el tiempo muerto acabe, precisamente uno de sus jugadores lanzará un tiro libre. </span><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">A nuestra izquierda, el patio de butacas sigue abarrotado de aficionados locales. Para los visitantes se ha reservado esa parte del voladizo. Predominan los compañeros de clase; aunque también se distinguen muchos padres, tal vez haya venido incluso algún profesor. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">La inesperada obra maestra termina apenas unos segundos después. La última mirada al marcador refleja un 92-95. Por supuesto lo inmortalizamos en nuestro dispositivo. La idea es compartirlo con mucha gente. Nos damos entonces cuenta de que sólo los allí presentes, cada uno en el papel que ha tenido que representar, podrá entender la especial emoción vivida y compartida. Hemos tenido el privilegio de asistir a una de las funciones más completas de estos primeros 20 años de proyecto, y damos fe de que las ha habido exquisitas en todas y cada una de las 20 ediciones, en todas y cada una de las 8 ciudades que ponen sus corralas colegiales a disposición de estas comedias dramáticas, con el baloncesto como elemento central de la trama.</span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Cuando salimos del recinto, apurados porque llegamos muy tarde a la siguiente cita, nuestro acompañante, un impactado adolescente, nos dedica una mirada de cierta complicidad. La sonrisa de ambos da rápidamente paso a torpes reflexiones en la veloz caminata hasta el coche. En el trayecto de vuelta seguimos hablando de lo sucedido. El frío y la lluvia persisten. Sin embargo, cuando llegamos a casa no tenemos la mínima necesidad de cenar. Sentimos el estómago plenamente satisfecho.</span></span></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNS_CkQ3tiiWD_YglxKqqvCEFWCJmz4Hpynwmt-1srhBXRibmbPH11TTweQ3sBdD1LYHtTMSoFuhLSZ1yoULIx1Bz96yMHnhhovhvow0f5fFaflNrzOA0QU-mNbQi29Jr-xTCsfclxPspxG-1obEGf5fobb1FwGyYWDu0Ufcm1witP9fantrO3jB3UvPuz/s3786/PARTIDO%20ARCANGEL%20VS%20ESTUDIO.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2111" data-original-width="3786" height="431" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNS_CkQ3tiiWD_YglxKqqvCEFWCJmz4Hpynwmt-1srhBXRibmbPH11TTweQ3sBdD1LYHtTMSoFuhLSZ1yoULIx1Bz96yMHnhhovhvow0f5fFaflNrzOA0QU-mNbQi29Jr-xTCsfclxPspxG-1obEGf5fobb1FwGyYWDu0Ufcm1witP9fantrO3jB3UvPuz/w777-h431/PARTIDO%20ARCANGEL%20VS%20ESTUDIO.png" width="777" /></a></div></div></span>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-33303198585433483662024-01-01T22:05:00.000+01:002024-01-01T22:05:49.414+01:00Entrevistando al filósofo<p><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipbFOMLhkFSAsiQlLMClF7vWQed9_UgttFj64wdxmi5M2Ysp5E1AMePwrixju2SdgeAj8N-j8HCAUCeLyu3STlXxG_PI6g-qMUHPKdaC1cDeYzxSofqr9HriUJf_YpHwsYzD3cY4fsNIbCQuFwJidvpSwE2jABEJvG7yCyro3Xc5H0KytSwdWwXcFHi-Sh/s1191/2013-10-19%2021.02.38.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1191" data-original-width="1079" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipbFOMLhkFSAsiQlLMClF7vWQed9_UgttFj64wdxmi5M2Ysp5E1AMePwrixju2SdgeAj8N-j8HCAUCeLyu3STlXxG_PI6g-qMUHPKdaC1cDeYzxSofqr9HriUJf_YpHwsYzD3cY4fsNIbCQuFwJidvpSwE2jABEJvG7yCyro3Xc5H0KytSwdWwXcFHi-Sh/s16000/2013-10-19%2021.02.38.png" /></a></div><br /><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">Aprovechamos un tiempo entre costuras laborales para acercarnos al filósofo que todo lo sabe, que todo lo ha pensado o lo pensará. Queremos que nos hable de lo que nos define como seres humanos, que no es ni nuestro material genético, ni los instintos, tan cercanos a los de otros animales.</span></p><span id="docs-internal-guid-8288ed43-7fff-eae1-828f-5b8a89332f32"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">Lo que nos define, dice el sabio, es nuestra capacidad de tomar decisiones, y de inventar acciones que transforman la realidad…</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">PARTE 1</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">. SOBRE LOS PRINCIPIOS DEL HOMBRE*</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">-Dice usted que desde bien pequeñito vive obsesionado con la pregunta que da sentido a todo; ¿en qué consiste la libertad?</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Eso es lo que digo, y lo que escribo desde que puedo y me dejan, sí. Pero en cuanto pongo en marcha la cuestión, no para de enredarme con otras cuestiones. ¿Soy ser humano capaz de libertad, o soy libertad y por ello capaz de ser humano? Supuse que la experiencia de los años me traería las respuestas, pero ahora ya sé que ni el tiempo ni el espacio son capaces de hacerlo. Por tanto, sin respuestas concluyentes, tengo que intentar responder. Es la primera y más importante elección de todas las que debo ir tomando.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">-¿Y?</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Pues que se imponen nuevas búsquedas, algo menos ambiciosas, algo menos esenciales. De la complejidad han ido surgiendo sistemas filosóficos, construcciones mentales a veces risibles, pero a veces intelectualmente apasionantes. Y en esas estamos, renunciando a los vastos empeños, pero sin un mínimo reposo. Demasiadas peripecias que atosigan a quien pretende abandonar o descansar tranquilo.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">-Pues dicen que los problemas insolubles solamente tienen malas soluciones.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Quizá tenga razón. En este caso habría que optar o por el dogmatismo que siempre zanja y lo simplifica todo, o por el escepticismo, que normalmente acaba abandonando, encogido de hombros. Como ya he dicho en otras ocasiones; la filosofía nunca es una cancelación definitiva que nos permite salir de todas las dudas, sino que es el acicate que nos arroja a ellas, permitiéndonos vivir con dignidad inteligente en la ausencia de certidumbres absolutas. Sigamos filosofando. Esa es mi elección final.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">-Dice Arnold Gehlen que </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">“el hombre no vive, sino que dirige su vida”</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">A la pregunta sobre el origen del hombre, se dan siempre dos respuestas; la primera hace que provenga de Dios, la otra lo hace provenir del animal. La primera no es científica, y la segunda es equívoca… precisamente desde el punto de vista científico. Sin embargo, ambos puntos de vista tienen un presupuesto en común; el hombre no puede ser comprendido desde sí mismo. Sólo puede describirse e interpretarse con categorías extrahumanas. Ambas perspectivas parten de lo no humano, parece que no podemos ser interpretados con conceptos o categorías que nos sean propias. Parece que algo, o alguien, siempre nos ha dirigido al inicio, o nos sigue dirigiendo en todo momento.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">-Dejemos por un momento a Dios y a nuestros parentescos de la naturaleza a un lado. Consideremos al hombre en sí mismo. ¿Qué nos define entonces?</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Pues según el propio Gehlen al que usted mencionaba, lo que nos definiría es la capacidad para actuar. Él lo articula en ese sentido; nos movemos, nos activamos. “¿Acaso -dice-, vivir no equivale siempre, de alguna manera, a actuar?”</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">- Ya, pero también dice Aristóteles, en su Ética a Nicómaco, que los animales ‘no actúan’ </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">(ta theria… praxeos me koinoein. </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">De modo que ‘actuar’ debería de ser algo más que alimentarse o reproducirse…</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Pues sí. Hace bien en recordarlo. El ser activo, tal y cómo nos quería transmitir Gehlen al modo aristotélico, no sólo obra a causa de la realidad, sino que es capaz de activar la realidad misma. El hombre es capaz de poner en marcha una realidad que, sin él, jamás habría existido. Finalmente, de lo que se trata no es de encontrar el </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">‘origen’ </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">del hombre (en su sentido físico, zoológico…), sino de encontrar cuál es su </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">‘principio’ </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">(o sea aquello a partir de lo que empieza a ser hombre). Sin duda, ese principio está en una intervención en lo real, con capacidad para planear, para innovar. La </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">‘acción humana’</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> es lo contrario de algo programado, como lo es la </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">‘acción animal’.</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> Las pautas vegetativas, los instintos, son programas. Las rosas, las panteras, de algún modo están programadas para ser lo que son. Los seres humanos también… pero en una medida muy diferente; nuestra biología responde a un programa, pero no así nuestra llamada ‘capacidad simbólica’ (de la que dependen nuestras acciones). Digamos, por concluir, que los seres humanos estamos programados en cuanto</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> ‘seres’</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">, pero ni mucho menos en cuanto</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> ‘humanos’.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">-Entiendo. Pues a pesar de eso, todo el rato se nos informa de que nuestra diferencia con los chimpancés es mínima. ¿Es una invocación a la modestia, o que no se tiene en cuenta este aspecto de la humanidad alejada de la programación animal?</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Cualquier invocación a la modestia debería ser siempre bienvenida. Pero lo único cierto es que, dada nuestra radical diferencia con un chimpancé, con un cerdo o con los gusanos, la dotación genética no puede ser lo más decisivo en el establecimiento de la condición humana. A diferencia de todos estos animales, no estamos programados totalmente por los instintos. Incluso, jugamos frecuentemente contra ellos por medio de una ‘</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">contraprogramación’</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> que podríamos llamar ‘</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">simbólica’.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGCYFz6Uf9ZpPMT6pg5z6fe6QYPBlVmzQrCopK2JGS5_uifMC31STjwj5YLoP8ZPPhMXmbnkcmL_m_WFlWVpVDjKzLOy3wbfXEBAUXyGadhMls7Ob86HeAvzX0WB5j2iFYasL6NQF8RMj54tHliLPgOcT_lLrjUb1CAcQg_HWlLtlDJ-fQqLogelHxVQTa/s3264/20131010_203517_LLS.jpg" imageanchor="1" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14.6667px; font-style: italic; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center; white-space-collapse: preserve;"><img border="0" data-original-height="1836" data-original-width="3264" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGCYFz6Uf9ZpPMT6pg5z6fe6QYPBlVmzQrCopK2JGS5_uifMC31STjwj5YLoP8ZPPhMXmbnkcmL_m_WFlWVpVDjKzLOy3wbfXEBAUXyGadhMls7Ob86HeAvzX0WB5j2iFYasL6NQF8RMj54tHliLPgOcT_lLrjUb1CAcQg_HWlLtlDJ-fQqLogelHxVQTa/w526-h296/20131010_203517_LLS.jpg" width="526" /></a><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">-</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">¿Cuál es entonces la diferencia fundamental, orgánica, entre el ser humano y cualquier otro animal?</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Podríamos definirlo como la casi total ausencia de especialización de ningún tipo. Lo prodigioso de la constitución de los animales, que lleva a todo ese movimiento de admiración por la madre naturaleza, es el nivel de adecuación que todos alcanzan para dedicarse a ciertas tareas y para vivir en un determinado medio. Todas las bestias son portentosas especialistas en empeños exigentes y muy excluyentes, como saltar, morder, desgarrar, alimentarse de ciertos residuos, soportar temperaturas extremas, procrear en las peores condiciones imaginables… En zoología, los estudios siempre derivan hacia unas condiciones anatómicas minuciosas sobre instrumentos de alta precisión. Un ojo que es como un microscopio; una mandíbula que desgarra de forma excepcional; una aleta que se impulsa en el agua de forma velocisima… En cambio, al hablar del ser humano, no se dan estas excelencias hiperespecializadas. Parece que todo está peor diseñado para ser único en su especie, y sin embargo se las arregla mejor para cumplir tareas imprevistas.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">-No podemos competir…</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Sí, sí podemos. Nuestra mano, no especializada, se las acaba arreglando para levantar peso, conducir, tocar un instrumento… nuestra boca tiene que morder, y a la vez poder silbar, besar… Competimos, por tanto, saliendo de nuestro lugar de origen; lo humano, por decirlo de un modo gráfico, lo es porque es capaz de ‘recorrer el mundo’, es capaz de desbordar el ‘presente inmediato’. Los animales superiores, los chimpancés de los que genéticamente provenimos, están definidos de un modo mucho más preciso que nosotros. han desarrollado mejores músculos, y unas capacidades más determinadas. Es como si los hombres hubiéramos mantenido una indeterminación más pueril; como si fuésemos en realidad una especie menos crecida, menos decidida en nuestro desarrollo…</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">-Ahora me está liando…</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">me explicaré mejor, perdone. Esa indeterminación se refiere a hocicos, a músculos, a zarpas. Porque sí hay algo que nos distingue por y para siempre del resto de la evolución. Es obviamente nuestro cerebro. Aunque estamos mal dotados (peor dotados, al menos), en cuanto a pautas de conducta instintivamente codificadas, y en cuanto a la adecuación a un medio ambiente concreto, estamos provistos del instrumento más apto para improvisar e inventar ante las urgencias de lo real…</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">-El cerebro…</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Elemental, querido Watson. Y ese es el órgano diana de lo que llamamos la acción humana, distinta de la acción animal. De algún modo, esas taras físicas, esas carencias de lo específico para sobrevivir de manera específica, han espabilado a nuestro cerebro y nos han llevado a una dimensión diferente. Esos animales mucho más evolucionados, han avanzado tanto por su camino que ya no pueden tomar otro; aciertan automáticamente en su entorno, siempre… hasta que un día cambian las circunstancias, y entonces desaparecen sin remedio. El ser humano, dada su imprecisión desde el inicio, ha cometido todo tipo de errores teniendo que corregirlos para seguir funcionando. ¿Se entiende mejor la idea ahora?</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">-No sé yo. Me suena a una especie de infancia permanente. A no poder relajarnos, jubilarnos…</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Le suena bien, entonces. Al menos esa es la idea que quería transmitir. Nuestra evolución nos impide una determinación hacia ningún paisaje, hacia un clima concreto. Lo que sí hace es determinarnos hacia un ambiente natural específico, que nos permite sobrevivir; yo lo llamaría el medio ambiente social. Esa acción que distingue al hombre del animal, es por tanto la acción de inventar un entorno a través de la conexión con el entorno que nos rodea.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">-Somos entonces como los dioses, ahora se está derivando hacia esa capacidad.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La dignidad del hombre está en ser co-creador de sí mismo junto con Dios, completando lo que la divinidad ha esbozado. Los demás seres de la naturaleza tienen su propio destino marcado. El hombre actúa por sí mismo, y a su propio riesgo en la naturaleza.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">- Niños y semidioses al mismo tiempo. Cuando creo que estoy saliendo del lío, me meto de cabeza en él, o me mete usted de vuelta, perdone que se lo diga.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Bueno, bueno. Hágase entonces la calma. Terminemos esta primera parte de la entrevista con unos sonetos de W.H Auden, sin buenos ni malos. Tras mencionar que las diversas criaturas naturales (melocotones, abejas, truchas…) habían recibido desde el inicio su ‘ser’ definitivo, su lugar para toda la eternidad, el poeta prosigue así;</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">“Hasta que finalmente apareció una criatura infantil sobre la cual los años podían modelar cualquier característica,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">simular, a gusto del azar, un leopardo o una paloma, que se veía suavemente sacudida por la más leve brisa,</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">que buscaba la verdad, pero estaba siempre equivocada, y envidiaba a sus escasos amigos, y elegía a su amor”.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Esta perpetua adolescencia nos dota también de una singular tenacidad, de una obstinación a veces admirable y otras veces temible. Es lo que el personaje del aviador de Saint Exupery, en la hermosa meditación narrativa </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Terres des Hommes, </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">explicando su negación a rendirse en medio de la nieve para morir en paz, llama el admirable orgullo de hombre; </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">“Lo que yo he hecho, te juro que jamás lo habría hecho ningún animal”</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">(*) Ficción basada en las reflexones de Fernando Saváter, en su primer capítulo del ensayo "El Valor de Elegir", de la editorial Ariel, publicado en 2003</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></span><p></p><br /><br />Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-41599097639782837152023-12-07T18:29:00.004+01:002023-12-07T18:44:02.962+01:00Soy sobre todo Cerebro, Sistema Inmune y Piernas; ¿qué hago con ello?<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj7D0bqTuTm1_cidpvCEdTRyK_QescoNL1cTeChjCxzv0pRxY_NS6XLT9m5sM11-tXbUx8cWLXes6jLs2cWSMQDTVGi46-bijgRFUbGCZFe__JEsBmd8eeK3DCuQAvxzLr1pTCaAinDGU9OZ--ySYUTajvGsD4PTGItXh3fR5Cskt1f66k8l1WRwkT2LYty" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="554" data-original-width="980" height="371" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj7D0bqTuTm1_cidpvCEdTRyK_QescoNL1cTeChjCxzv0pRxY_NS6XLT9m5sM11-tXbUx8cWLXes6jLs2cWSMQDTVGi46-bijgRFUbGCZFe__JEsBmd8eeK3DCuQAvxzLr1pTCaAinDGU9OZ--ySYUTajvGsD4PTGItXh3fR5Cskt1f66k8l1WRwkT2LYty=w656-h371" width="656" /></a></div><br /><br /></div><span style="font-family: arial;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">Hemos terminado el seminario con los alumnos de IE UNIVERSITY, que hemos llamado; "Descubre y entrena tu impacto positivo". Un proceso de seis clases (a veces nos piden 10 sesiones), en las cuales ponemos las bases para que entiendan la </span><i style="text-align: left;">esencia del Alto Rendimiento, con 4 temáticas;</i></div></span><p></p><p><span style="font-family: arial;"><i>1. Cónocete. 2. Trabaja en equipo; comparte con otros. 3. Entiende la raíz del liderazgo. 4. Entrena y controla tu estrés, para que te ayude en el día a día.</i></span></p><p><span style="font-family: arial;">Preparando el itinerario formativo, hemos ido recopilando ideas, conceptos, reflexiones... y las hemos agrupado de este modo algo más 'entretenido' para un posible lector.</span></p><p><span style="font-family: arial;">Hablamos con esa directora de Recursos Humanos que todos llevamos dentro*</span></p><p><span style="font-family: arial;">Os dejo aquí la conversación.</span></p><p><span style="font-family: arial;"> <span style="font-size: 11pt; font-weight: 700; white-space-collapse: preserve;">- Me estaba hablando de nuestro desempeño laboral como un arte. Me cuesta entender eso…</span></span></p><span id="docs-internal-guid-6932479a-7fff-5fc3-0e24-6740a2cc825d"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Personalmente, creo que la práctica de cualquier arte tiene ciertos requisitos que son totalmente independientes a su particularidad. Me explico; ya sea la carpintería, la medicina o la dirección de personas en una empresa multinacional; ya sea la política, por supuesto. Todas van a requerir una cualidad exactamente igual; la disciplina. Nunca haré nada bien si no lo hago de una manera disciplinada; cualquier cosa que haga solamente porque “estoy con el ánimo apropiado”, me puede constituir un hobby agradable, pero nunca llegaré a ser un verdadero profesional, un maestro en ese arte.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Pues visto así, no parece tan complicado, ¿no? ¿Acaso no pasamos al menos ocho horas en el noble arte del trabajo? Ahora, con la situación sobrevenida, a veces incluso más…</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Puede ser. Pero lo cierto es que, el individuo moderno, desde mi humilde punto de vista, es bastante indisciplinado fuera de esa esfera que llamamos ‘laboral. Cuando no está en el trabajo, su objetivo es ‘relajarse’, estar ‘ocioso’. Precisamente porque estamos (casi todos) obligados a gastar nuestra energía durante la mayor parte del día en lo que consideramos “fines ajenos”, nos rebelamos. Y esa rebeldía es infantil. Llegamos a desconfiar de toda disciplina, tanto de la que nos imponen como de la que deberíamos imponernos…</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- ¿Imponernos…?</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">No está usted de acuerdo en que la concentración es básica para dominar cualquier arte, para cumplir con nuestras obligaciones, con nosotros mismos… </span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Puedo estarlo, sí…</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Con el ritmo de vida actual, con la cantidad de distracciones, con esa cultura de lo inmediato, ¿dónde encontramos esa necesaria cualidad? Leemos a la vez que escuchamos la radio, hacemos una teleconferencia con las pestañas del ordenador abiertas, comemos con la televisión puesta. Somos, lo que yo llamo “consumidores con la boca siempre abierta”. Esa dificultad para mantener una concentración “artística” se está manifestando ahora más que nunca. No podemos estar a solas con nosotros mismos. Nos inquieta. Nos agobia. De todas las malas artes que nos asaltan, pocas nos dañan tanto como la impaciencia. La necesidad de obtener resultados para ayer. Así es imposible aprender cualquier cosa de veras. Así es imposible trabajar.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaJiDcpeENSmUiMz4TQQ_3A4_SAVN7ZRqcrsgIP8iLlUYVVKAMHWvpLWcVdrKmw6eQJWdqJIxDjSOXeVd1RMlCmX7eyZLtlqmenYvGBrYs6UsMst72ie3oGzYWDod5QFBCrJdQ1TkrDejg0ifhE4a7BtqIPao-PjXmIRFCXVR3oIqbyVK18mpVFI0JFSWQ/s1759/Captura%20de%20pantalla%202023-04-25%20232028.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="764" data-original-width="1759" height="177" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaJiDcpeENSmUiMz4TQQ_3A4_SAVN7ZRqcrsgIP8iLlUYVVKAMHWvpLWcVdrKmw6eQJWdqJIxDjSOXeVd1RMlCmX7eyZLtlqmenYvGBrYs6UsMst72ie3oGzYWDod5QFBCrJdQ1TkrDejg0ifhE4a7BtqIPao-PjXmIRFCXVR3oIqbyVK18mpVFI0JFSWQ/w407-h177/Captura%20de%20pantalla%202023-04-25%20232028.png" width="407" /></a></div><br /><span style="font-family: arial;"><br /></span></span><p></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Pues comprado está el diagnóstico. ¿Y qué hacemos ahora, doctora?</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Nuestros abuelos estarían quizá en mejores condiciones para contestar a esa pregunta. Ellos lo tenían muy claro. Recomendaban levantarse temprano, no entregarse a lujos innecesarios y trabajar mucho. Ese tipo de relación con el arte era excesivamente rígida, según mi humilde opinión; estaba centrada en las virtudes de la frugalidad y el ahorro. Era, tal vez, en cierto modo ‘hostil’ a la vida. Probablemente por ello, como reacción a esa tendencia, vino -y viene- una corriente tendente a sospechar de cualquier tipo de disciplina. “Ya que nos piden disciplina y productividad para otros, respondamos con indisciplina y pereza en el resto de cosas”. Y, sin embargo, es absolutamente esencial que la disciplina no se sienta como una regla que nos imponen desde afuera, sino que la llevemos a una expresión de voluntad propia. Uno de los aspectos, a mi juicio, más lamentables de la llamada “Cultura Occidental”, es que pensemos en la disciplina como algo “penoso” para que sea bueno. Oriente nos lleva ventaja en eso; lo que es bueno para el individuo, forzosamente debe de ser algo agradable. Disciplinarse en todo caso es siempre una satisfacción. Pero a la satisfacción solo se llega por convencimiento… y tras mucho entrenamiento.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Aquí estamos entonces para entrenar. Soy todo cerebro y piernas. Dígame.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Pues primero, quédese a solas consigo mismo. Escuche bien su latido cardiaco. Acepte en un primer momento lo complicado de eso. Siéntase molesto, intranquilo, incluso angustiado. Es algo, además, que hemos tenido que escuchar de forma muy abrupta e inesperada en este año de pandemia. Y no estábamos preparados. Al menos, no aquí, en nuestro entorno. Ha sido muy duro tener que aceptar que la soledad y el aislamiento ya no eran buscados (para mucha gente ya no lo eran desde mucho antes), sino severamente impuestos. En la medida que podamos, sería bueno anticiparnos a las dificultades de la soledad. Que, al menos, no nos pille tan desprevenidos como para que nos fastidie sin remedio. </span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Y qué remedio propone…</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Evitemos, en la medida de lo posible, la trivialidad. Sintamos lo que hacemos. Y por supuesto evitemos a esos individuos cuyos pensamientos y conversaciones están ausentes de humanidad; de alma. Y, en caso de no poder evitarlos, hagámosles entender que nuestra vida “va en serio”.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">- Qué la vida iba en serio, uno se da cuenta demasiado tarde…</span><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">No tiene por qué ser así. Es una cuestión de simple y pura (¡pura!) práctica de la concentración. Le pondré un ejemplo muy obvio. Un padre y sus dos hijos adolescentes salen a pasear una tarde. De repente, el padre quiere entrar en el Museo del Prado. Su pasión es la pintura. Su objetivo es la sala de Velázquez. Sus ojos brillan, su caminar fluye. A su lado, los adolescentes cargan los hombros, fruncen el ceño, arrastran los pies. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">De repente, cruzan por una zona de ocio con tiendas dedicadas a los videojuegos, a la moda, a las tendencias. ¡No es esto, no es esto! El padre los coge de la mano. Los quiere fuera de allí. La actitud de los chavales ha cambiado, podrían estar allí días enteros…</span></span></p><span style="font-family: arial;"><div><span><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></div></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgv66YiJi1fr7vhgPYho5vDb2BTbTIGWflHcgW-2Oga4YFMXYZUEuhnWyPgskx7tidtwD4lw2NKCCWRz8sXoX-GiuDskyogz5zdF-kQb48Iht19e3wNRk_UNoFBdrPcDShs7ojPI3sTwA2uIzyfptyOx_K1gF8-0n1Yppf3OvsUGLW8qxzpBEt_AAbH0tqg/s303/descarga.jpeg" style="font-family: arial; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="166" data-original-width="303" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgv66YiJi1fr7vhgPYho5vDb2BTbTIGWflHcgW-2Oga4YFMXYZUEuhnWyPgskx7tidtwD4lw2NKCCWRz8sXoX-GiuDskyogz5zdF-kQb48Iht19e3wNRk_UNoFBdrPcDShs7ojPI3sTwA2uIzyfptyOx_K1gF8-0n1Yppf3OvsUGLW8qxzpBEt_AAbH0tqg/w484-h265/descarga.jpeg" width="484" /></a><div><span><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- No estoy seguro de haber entendido. Perdón.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Parafraseando a aquel presidente norteamericano… ¡Es el egoísmo, idiota! Cualquier actividad -¡Cualquier actividad!- puede tener un efecto estimulante. Simplemente requiere de un entrenamiento basado en dos premisas. La primera premisa es que “el otro”, la otra persona, me interesa. Y mucho más debería ser así cuando “el otro” es alguien al cual necesito cada día en mi equipo. La segunda pasa por desterrar esa falacia de la multitarea. Solo podemos hacer una cosa (humanamente) bien a la vez. Si el otro me interesa, y si estoy aquí, con él, ahora, ¿qué tal si me pongo en su piel? ¿Qué tal si practico un poco de cierta sensibilidad? ¿Qué me cuesta?</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Dicho así… pero, barato, lo que se dice barato, no parece, ¿no?</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Lo acepto. Por supuesto que lo acepto. Pero quiero expresar una cosa; la persona media, a lo largo de toda la evolución, siempre ha sido sensible a sus procesos corporales. Si no hubiera sido así, no hubiéramos llegado hasta aquí como especie. La mayoría de nosotros, de forma natural, sabemos lo que significa “sentirse bien”. Lo que sucede, y aquí es donde empieza la dificultad, pero también la oportunidad, es que no se valora igual la posibilidad de ponernos en el lugar del otro. Se habla mucho de la empatía, de la generosidad, de la confianza. Pero, lamentablemente, se obtiene muy poco rédito social cuando se practica. Nuestros modelos de éxito son las estrellas del cine o del deporte, las personas que han tenido éxito en los negocios, los individuos con mucho poder. Lo que yo llamo “figuras en letras de molde”. Si hiciéramos el esfuerzo de pasar de la teoría de la sensibilidad, a la verdadera práctica, esos moldes cambiarían. Al menos en nuestro entorno cercano. Y tacita a tacita…</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- La escucho, la entiendo, pero me sigo sin ver capaz. Lo siento.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">No se preocupe. Tenemos tiempo. Sigamos con el entrenamiento. </span></span></p><ol style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; padding-inline-start: 48px;"><li aria-level="1" dir="ltr" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; list-style-type: decimal; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: arial;">Concentración. Siempre de dentro hacia fuera.</span></span></p></li><li aria-level="1" dir="ltr" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; list-style-type: decimal; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: arial;">Sensibilidad. ¿De qué va mi compañero? ¿Qué le interesa?</span></span></p></li></ol><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Pasemos a la tercera idea que nos puede poner en marcha. Vivimos en una era de ‘narcisismo’ yo diría que también (y perdón por la frivolidad) casi pandémico. Volviendo a mi subjetivo punto de vista, tengo la absoluta convicción de que el polo opuesto a ese narcisismo, a esa permanente mirada hacia nosotros, o hacia el mundo exterior sólo en función de nuestro propio interés, es la objetividad. Me explico. En cualquier forma de psicosis (y esto ya no es una opinión), hay una incapacidad manifiesta para ser objetivos. Para el psicópata, para una persona ‘insana’, la única realidad que existe es la que está en su interior, la de sus deseos, la de sus temores. El mundo exterior es tan solo la recreación de su propio mundo interior. De algún modo, todos procedemos de idéntica manera cuando soñamos. En el sueño producimos hechos, dramas, anhelos, temores. Mientras dormimos, estamos convencidos de que ese sueño es tan real como la percepción en nuestro estado de vigilia.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Pues lo llevamos claro. Todos soñamos. Y no todos somos seres insanos.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Un poco sí lo somos, obviamente. Pero, del insano que yo hablo, es de aquel que carece completamente de una visión objetiva del mundo exterior. ¿Es necesario dar ejemplos? Cualquiera los puede encontrar casi cada día, ¿no es cierto? Lo único que varía es el grado de deformación narcisista de la realidad. Pero la tendencia en ciertos ámbitos está muy marcada. Menos extremas, tal vez son las deformaciones tan comunes en las relaciones interpersonales. ¿Cuántos padres experimentan las reacciones del hijo en función de su obediencia, de que les haya hecho quedar bien delante de gente… en lugar de interesarse por lo que el niño puede sentir para y por sí mismo? En definitiva, toda acción de un supuesto ‘enemigo’ se juzga según unas normas, y toda acción de los ‘nuestros’ se juzga con otras normas. Es indudable -e innumerables ejemplos estamos teniendo de ello estos largos meses de pandemia- que si examinamos la relación entre los individuos, o entre las naciones, llegamos a la conclusión de que la objetividad es la excepción, y lo corriente es una deformación narcisista en mayor o menor grado.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- No me deja usted demasiado tranquilo.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Lo siento de veras. </span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- No me deje así.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Si queremos mejorar, sólo tenemos una opción. Esa excepcional objetividad, pasa necesariamente por el uso de la razón. Y el buen manejo de la razón sólo es posible con una actitud previa de humildad. Digamos, por tanto, que debemos abandonar como sea ese estado de ‘omnipotencia’ que nos da la infancia, esa especie de ensoñación y ensimismamiento. Debo esforzarme por ser objetivo en cualquier situación y hacerme al mismo tiempo sensible a la situación frente a la que no soy objetivo. Debo tratar de ver la diferencia entre ‘mi’ imagen de una persona y de su conducta, tal como resulta de la deformación narcisista, y la realidad de esa persona tal como existe independientemente de mis intereses, necesidades o temores. La humildad y la objetividad son siempre, siempre indivisibles.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Yo quiero mucho a los míos. Jamás podré querer igual a los que no están conmigo.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">No me interprete mal, por favor. Eso es obvio. Ahora que usted habla del ‘querer’, entremos un momento en ese complejo mundo. La adquisición de la capacidad de ser objetivo y de la razón, representa al menos la mitad del camino en lo que yo llamo “el arte de amar”, pero sin duda debe abarcar a todos los que me rodean. Si queremos preservar nuestra objetividad solamente para los muy elegidos, creyendo que no la necesitamos para tratar con el resto del mundo, estamos abocados al fracaso con ambos. Crecer, si me lo permite, no es más que desarrollar una relación cada vez más productiva con el mundo y con nosotros mismos. Y eso no puede ser excluyente, sino integrador.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Ese complejo mundo. Lo que me está pidiendo usted es algo casi sobrenatural.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">De algún modo es así. La práctica del arte de amar requiere sin duda de fe. </span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Con la Iglesia nos hemos topado, amigo Sancho.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Espere un poco. Deme una oportunidad de explicarlo.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><div><span><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></div><div><span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoJHmZZZAoUukXjYtrzqI_e7jgHlzgsUw5VUiOdi1yWQDOxEKi3kgJdRTQDCMcvNkrt4dN8GwVTspRNGLF83kjKW-861ysdbtAq27P8oq3BTXRoAci-h1X-unI-tua1wEjLLKst5y1tgnoaDMlFtDzlPPm1rJ-XZtAAXTfeYdUf3x47XWdBF8XgZf6pd9T/s1200/Captura%20de%20pantalla_20221122_210013.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="877" data-original-width="1200" height="342" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoJHmZZZAoUukXjYtrzqI_e7jgHlzgsUw5VUiOdi1yWQDOxEKi3kgJdRTQDCMcvNkrt4dN8GwVTspRNGLF83kjKW-861ysdbtAq27P8oq3BTXRoAci-h1X-unI-tua1wEjLLKst5y1tgnoaDMlFtDzlPPm1rJ-XZtAAXTfeYdUf3x47XWdBF8XgZf6pd9T/w467-h342/Captura%20de%20pantalla_20221122_210013.png" width="467" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></span><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">- Se la doy. Me tiene muy intrigado en este punto ¿De que fe me habla?</span><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> </span></div></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Para comprender el problema de la fe a la que me refiero, es necesario distinguir entre lo que yo llamo fe racional y fe irracional. Esta última es la creencia sumisa en una autoridad que se sitúa por encima de nosotros. Yo pretendía hablarle de otro tipo de fe; la que llamo fe racional, que no es primariamente la creencia en algo, sino la cualidad de certeza y firmeza que poseen nuestras convicciones. Algo que penetra toda nuestra personalidad, no una creencia específica. ¿Cómo llega un científico a un nuevo descubrimiento? El proceso del pensamiento creador en cualquier campo del esfuerzo humano suele comenzar con lo que podríamos llamar “una visión racional”, que a su vez es el resultado de numerosos estudios previos, pensamiento reflexivo y observación. </span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">La historia de la ciencia está llena de ejemplos de fe en la razón y en las visiones de la verdad. A cada paso, desde la concepción de una visión racional hasta que se formula una teoría, es necesaria la fe; fe en la visión de una finalidad racionalmente válida; fe en la hipótesis como algo probable y plausible; y fe en la teoría final, al menos hasta que se llegue a un consenso general de su validez. Así como la fe irracional es la aceptación de algo como verdadero porque así lo afirma una autoridad o la mayoría, la fe racional tiene sus raíces en una convicción independiente basada en el pensamiento propio, en la observación productiva, a veces a pesar de la opinión de la mayoría.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Ya. Entiendo. Pero aquí estamos usted y yo para hablar de personas…</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">El pensamiento y el juicio no constituyen el único dominio de la experiencia en la que se manifiesta la fe racional. Precisamente, en la esfera de las relaciones humanas, la fe es una cualidad indispensable. “Tener fe” en otra persona significa estar seguro de la confianza e inmutabilidad de sus actitudes fundamentales, de la “esencia” de su personalidad. E igualmente tenemos fe en nosotros mismos. Tenemos conciencia de un yo, de un núcleo de nuestra personalidad que es inmutable y que persiste aunque varíen las circunstancias, los sentimientos e incluso las opiniones. A menos que tengamos esa fe en la persistencia de nuestro yo, nuestro sentimiento de identidad se verá amenazado y nos haremos dependientes de otra gente, cuya aprobación se volverá básica. Solamente manteniendo esa fe en nosotros mismos, mantendremos la fidelidad al prójimo. Como dice Nietzche, el individuo puede definirse por su capacidad de prometer. La fe nos otorga esa capacidad. Nos hace confiables.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- ¿Se puede entonces trabajar esa fe que usted llama racional, o no podemos hacer nada con ella y es, al igual que la fe más irracional, algo parecido a un don divino?</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Yo diría que la potencialidad de amar, de ser feliz, de usar la razón, o el talento artístico, por ejemplo, son todas semillas que solo se manifiestan y crecen cuando ponemos las condiciones para ello. De todas las condiciones, tal vez la más importante es que las personas con mayor influencia en nosotros crean en nuestras potencialidades. La presencia de dicha fe marca la diferencia entre educación y manipulación. La educación es ayudar a alguien a desarrollar sus potencialidades. A sacar lo que ya creemos que lleva dentro. Lo opuesto sería esa manipulación que pasa por inculcar al niño lo que el adulto considera que debe saber y suprimen lo que ellos mismos creen que es indeseable.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Me está viniendo a la cabeza aquella famosa canción de la infancia que nos hablaba de que “con más gente a favor de gente, en cada pueblo y nación… habría menos gente difícil y más gente con corazón”, perdóneme la frivolidad.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Está usted perdonado. Efectivamente, la fe en los demás debería culminar, y culmina, en la fe en la Humanidad. En el mundo occidental esa fe se expresa en términos religiosos en la religión judeo-cristiana, y en el lenguaje secular tiene su expresión más poderosa en las ideas políticas y sociales humanísticas de los últimos dos siglos. Si el niño tiene una potencialidad que debe acabar expresándose, el hombre, dadas las condiciones adecuadas, podrá construir un orden social gobernado por los principios de igualdad, justicia y amor.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Me está usted hablando de la Utopía, con lo bien que íbamos…</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">No pretendía hacerlo. La fe racional no debe de ser una mera expresión de deseos, sino que debe basarse en la evidencia de los logros del pasado, en la experiencia interior de cada individuo o grupo de individuos. Tenemos fe (racional) en las potencialidades de los demás, en las nuestras y en las de la humanidad, porque ya hemos experimentado el desarrollo de esas potencialidades, la realidad de crecimiento en nosotros mismos. Diría, por tanto, que la base de la fe racional tiene que ver con la productividad; vivir de acuerdo a esa fe significa vivir ‘productivamente’. De esta idea podemos deducir que la creencia en el poder (en el sentido de un poder que nos domina), y en el uso de ese poder, constituye el reverso de esa fe. No puede haber, por decirlo de un modo que se entienda bien, una fe racional en el poder. Hay, en todo caso, una sumisión a él por parte de los que no lo tienen, y un deseo de conservarlo cuando se tiene. La historia de la humanidad ha demostrado que el poder es el más inestable de todos los logros humanos. Tener fe requiere sobre todo coraje.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- ¿Perdón?</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">No se puede confiar sólo en el poder. Tenerlo como permanente aliado. El coraje al que me refiero no es el que utilizó el fanfarrón de Mussolini cuando acuñó el término “vivir peligrosamente”. Su tipo de coraje era puramente nihilista. Estaba arraigado en una actitud destructiva frente a la vida, en la voluntad de jugarse la vida porque se es incapaz de amarla. El coraje de la desesperación es lo contrario al que yo me refiero. La fe en el poder es lo opuesto a la fe racional en la vida humana.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- ¿Hay algo que debamos practicar en relación con la fe y el valor?</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Indudablemente, sí. Requiere fe criar a un niño, ya lo hemos hablado antes; se necesita fe para descansar; para iniciar cualquier relación o desempeño. Quien no la posee, sufre mucho, lógicamente. Mantener la propia opinión, las propias convicciones frente a una supuesta mayoría en contra. Todo eso requiere de la fe y del coraje que hemos hablado aquí. Recibir los reveses como un desafío y no como un injusto castigo. Eso, de forma racional, sólo es posible con esa misma fe.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Practiquemos, por favor, aunque sea de forma breve</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">Comencemos entonces por los pequeños detalles de la vida diaria. Entrenemos esta fe racional como un niño que aprende a caminar. La actitud es la primera de las premisas. Y luego la actividad. Usar, de forma productiva, nuestras propias fortalezas. Ser activo no es estar haciendo algo todo el tiempo. Ser activo en el pensamiento, en el sentimiento, es simplemente ser capaz de evitar la pereza interior, es mantenerse receptivo, captar las necesidades propias, pero también las ajenas. Nuestras relaciones están casi siempre determinadas por el principio de la equidad. “Te doy tanto como tú me das”. Aquí, sin embargo, surge un problema importante. “Me gustaría ser un buen cristiano, pero tendría que morir de hambre para ello”. El espíritu de una sociedad que se siente ‘capitalista’, parece que está fundamentado en la necesidad permanente de producción. Y parece que será solamente el inconformista el que pueda vivir bien dentro de ella. </span></span></p><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">- Íbamos bien, pero…</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;">La sociedad debe organizarse de tal forma que la naturaleza del individuo no esté separada de su existencia social, sino que ambas se unan. La clave pasa por practicar día tras día una fe racional basada en la comprensión de la naturaleza humana. Paciencia, atención plena y capacidad de escucha. Y mucho, mucho entrenamiento.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="color: #741b47; font-family: arial;"><i><b>(*) Conversación imaginada desde el capítulo 4 del Arte de Amar, de Erich Fromm. ¿Se puede aprender algo acerca de un arte, excepto practicándolo?</b></i></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWvkfnOdbVQZidIk6O_CH_Dujf6zetAAJ8kQ9l71Evja2tE2fEpcixOrG6TUHotJ_tShyphenhyphenYc92XANUzJpKQNE20u2BCwmsQUv01vXw5jQxZL7shkyrw8uq2QGuVnSepaxxpnYb7W4FRkN_6NbfVdUyLJ0p3vUKQxE4pENDAplwjQ6eAUSqsI2ggm4lvL84s/s1119/Captura%20de%20pantalla%202023-05-24%20174722.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="629" data-original-width="1119" height="364" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWvkfnOdbVQZidIk6O_CH_Dujf6zetAAJ8kQ9l71Evja2tE2fEpcixOrG6TUHotJ_tShyphenhyphenYc92XANUzJpKQNE20u2BCwmsQUv01vXw5jQxZL7shkyrw8uq2QGuVnSepaxxpnYb7W4FRkN_6NbfVdUyLJ0p3vUKQxE4pENDAplwjQ6eAUSqsI2ggm4lvL84s/w646-h364/Captura%20de%20pantalla%202023-05-24%20174722.png" width="646" /></a></div><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><br /></p><span style="font-family: arial;"><br /><br /><br /></span><br /></span></div>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-58761650641513309192023-07-13T13:38:00.002+02:002023-07-13T13:38:39.912+02:00¿Es posible predecir la honestidad y la eficacia en el Alto Rendimiento?<p><span style="font-family: arial;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7xjnymQO66_tfTJge1gorcdPS0uL0XdhZEjaKtHTrnp9rtpSw6R5OJu0_WSh1q6wClBegb-88kz_2eyIOonA05sgUg_DiSneL_OKE28k_K3bNf0iHhNBaYEZY2xnUfn1shNeS-jvoc4A3NA_OhbQxTI0ZgslawBXwAqdLdBGxO49cU3Q74-kodHTAQsiS/s400/RODRIGO%20Y%20PABLO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="400" height="488" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7xjnymQO66_tfTJge1gorcdPS0uL0XdhZEjaKtHTrnp9rtpSw6R5OJu0_WSh1q6wClBegb-88kz_2eyIOonA05sgUg_DiSneL_OKE28k_K3bNf0iHhNBaYEZY2xnUfn1shNeS-jvoc4A3NA_OhbQxTI0ZgslawBXwAqdLdBGxO49cU3Q74-kodHTAQsiS/w650-h488/RODRIGO%20Y%20PABLO.jpg" width="650" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><br />La cita con<span style="font-family: arial;"> </span><b style="font-family: arial;">Rodrigo Martínez de Ubago (Madrid, 1969)</b><span style="font-family: arial;">, tiene lugar con motivo de una visita comercial a un importante club deportivo de la capital de España. Desde que nos conocimos, hace más de una década, una necesidad común ha marcado nuestra agenda; la necesidad de entender, y poder explicar, el comportamiento humano. Y esa necesidad está basada en una premisa que Rodrigo ha elevado a categoría; "Deja de intentar cambiar; vive la vida como eres, en vez de como deberías ser" (Kolima Books). Así tituló un manual imprescindible frente al estrés que nos genera <a href="https://www.youtube.com/watch?v=UsYJzMww8QE">"el</a></span><a href="https://www.youtube.com/watch?v=UsYJzMww8QE"><span style="font-family: arial;"> </span><i style="font-family: arial;">mantra de la civilización occidental; esa necesidad de cambio permanente". </i></a><p></p><p><span style="font-family: arial;">Rodrigo y</span><span style="font-family: arial;"> </span><b style="font-family: arial;">Mara Aznar</b><span style="font-family: arial;">, por entonces compañera de fatigas en la empresa VipScan, ambos psicólogos, iniciaron un camino de riesgo y "muy contracultural"; quieren que pidamos a nuestras familias, a nuestros amigos, a nuestro entorno personal y laboral, que nos quieran, nos acepten y nos respeten tal y como somos.</span></p><p></p><p><b><span style="font-family: arial;">¿Q<span style="font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">ué quiere decir eso de entender la personalidad avanzada? </span></span></b><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">Así, de forma esquemática, lo definiría como captar y entender el ADN de un Equipo. Del mismo modo que en el Alto Rendimiento Deportivo se tiene cada vez más en cuenta lo que llaman 'Advanced Stats' (estadística avanzada), en la ciencia de la conducta podemos sacar mucho partido a todos los datos el comportamiento de los individuos, sus fortalezas, sus áreas de mejora... y también de los equipos que tenemos a nuestra disposición.</span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">Te pongo un ejemplo; evaluamos a un <b><a href="https://www.smartestglobal.com/">EQUIPO DE LIDERAZGO</a></b> dentro de una empresa, por ejemplo. Con una prueba de 10 minutos, detectamos con un acierto de más del 85% tendencias de ese grupo de personas <b>en competencias como</b>;</span></p><span id="docs-internal-guid-a29fc152-7fff-472f-a447-7e3dcd066524"><ul style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; padding-inline-start: 48px;"><li aria-level="1" dir="ltr" style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; list-style-type: disc; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;">Liderazgo (más o menos cordial; más o menos orientado a procesos)</span></p></li><li aria-level="1" dir="ltr" style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; list-style-type: disc; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">apertura a la innovación</p></li><li aria-level="1" dir="ltr" style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; list-style-type: disc; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">perfiles más creativos o más 'financieros'...</p></li></ul><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">Contrastas con el perfil ideal del equipo, con lo que su responsable quiere, es decir, con la persona o entidad que apuesta por ellos; con el que va a ser su entrenador . <b><a href="https://www.smartestglobal.com/">Y todo ello</a></b></span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;"> se va retroalimentando y además se ajusta a lo que necesita <b>cada empresa</b> (desde una multinacional a una Startup); <b>cada club deportivo (profesional o amateur), o cada Universidad</b>. Por tanto, cada cliente tendrá su propio ADN de los equipos, y eso le dará una gran ventaja a todos los niveles; interno, y de competitividad en el mercado.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgstDmRseeI4A3zjMMI6c1_eKweNEZvUsuggMVORU0W7JDriERTubKh12J_E7Ufi5p9z2cjlQze9heYjmLAjzF7unAS3pSCLQexYKWzgAaPuAXJhHrmKsly11k2fKo-uahMW2dguStXKYco/s2048/20210713_113834.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgstDmRseeI4A3zjMMI6c1_eKweNEZvUsuggMVORU0W7JDriERTubKh12J_E7Ufi5p9z2cjlQze9heYjmLAjzF7unAS3pSCLQexYKWzgAaPuAXJhHrmKsly11k2fKo-uahMW2dguStXKYco/s320/20210713_113834.jpg" width="320" /></a></div><b><span style="font-family: arial;"><br />Si alguien no tiene claro el porqué de la personalidad. ¿Cómo se lo explicas de forma breve…?</span></b></span><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Nuestra genética hace que tengamos unas características biológicas que nos facilitan un tipo de comportamientos, y nos dificultan otros. Conocer la personalidad, te permite anticipar, predecir. Ajustar los entornos a las personas, a los equipos. Al final, cuando se ajusta bien todo esto, la gente fluye, está más feliz. Se rinde más junto a los compañeros. Se empieza a entender por qué nos suceden las cosas buenas, y cómo podemos anticipar los problemas. Es la brújula perfecta.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">¿Podemos decir a la gente que no se choque contra su realidad?</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Por supuesto. Pelear todo el rato contra tu realidad, ni es sano, ni es eficiente. No estés todo el rato queriendo cambiar. Parece que siempre hay algo mal en ti. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">"Cómo si hubiera algo malo en ti". ¿Acaso no lo hay? ¿Es que somos todos perfectos?</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Desde el punto de vista de la sociedad, el café para todos tiene sentido. Puedes ser un cabrón, y que la sociedad te deje estar, porque te vaya educando. Pero es mucho más interesante saber cómo es la gente por adelantado. Claro que todos tenemos defectos. Pero, en nuestro día a día, en nuestro pequeño mundo del trabajo, de la vida personal, personalizar un poco es muy necesario.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Corres menos riesgos conociendo a la gente.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Por supuesto. Si sabes cómo es la gente. Es evidente. Cuando alguien</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;"> vale para estar dónde está, ¿a que inmediatamente se nota? Ves que esa persona no sufre, no se queja tanto. Parece que disfruta. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Te pongo un ejemplo concreto; si quieres que los políticos tengan vocación de servicio, no puedes permitir que la ambición sea el rasgo de personalidad que domine en ellos y sus equipos. Si eso sucede, nada de lo que hagan tendrá que ver con la vocación de servicio…</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">O sea que la honestidad, por ejemplo, se predice.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Por supuesto. Está en nuestro disco duro. Mira los sabios griegos. Hablaban de vocación de servir ya entonces. </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">Sin dar nombres, me ha llamado la atención de lo que ha sucedido en el entorno de la política. La gente tiene una gran intuición para detectar todos esos rasgos de nuestros servidores públicos. Con nuestra plataforma, corroboramos esas intuiciones, y proponemos ir más allá; somos capaces de predecir un equipo perfecto... en cada ambiente y con cada objetivo de trabajo.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhazi4gs0QpRGqvntecSl67LFVzp1IXi7yu2UqIRJeDeWj03a_DGT8ys92VVFrw2JYJvQb0kzr5FOE7dUq1_zyHvklwu20BeqdhNHfKZcawk5vY16H3bjCM15lrPfRjXnMCUO3udB77FNjy/s2048/20210713_114704.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhazi4gs0QpRGqvntecSl67LFVzp1IXi7yu2UqIRJeDeWj03a_DGT8ys92VVFrw2JYJvQb0kzr5FOE7dUq1_zyHvklwu20BeqdhNHfKZcawk5vY16H3bjCM15lrPfRjXnMCUO3udB77FNjy/s320/20210713_114704.jpg" width="320" /></a></div><br /><b><span style="font-family: arial;">Recuerdo una conversación hace años, donde un familiar me decía que en el futuro iríamos con un carnet genético…</span></b><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Esos son las redes ahora. El Gran Hermano de verdad; en serio. </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">A mi me da <i>yuyu</i> lo de la tarjeta sanitaria, pero Facebook ya sabe todo de nosotros. Sabe cosas de ti, que tú ni te has planteado.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Entonces habrá personas que estarán sufriendo mucho más que otras, porque el mundo es para otros.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Claro. Siempre pasará eso. Es inevitable. En las redes nos van a captar. Pero el algoritmo se les ha ido de las manos. Mira el documental Redes (está en Netflix, creo. Merece mucho la pena…). Con todos los exdirectivos diciendo que no dejan a sus hijos estar en redes. El algoritmo ha radicalizado todo. No hay matices. <b><a href="https://www.ted.com/talks/daniel_kahneman_the_riddle_of_experience_vs_memory?language=es">Daniel Kahneman</a>,</b> el único Premio Nobel de economía que procede del mundo de la Psicología, y cuyo pensamiento está en la raíz de nuestro proyecto, suele expresarlo de un modo muy evidente; <i><b>"la intuición humana es necesaria, sobre todo la intuición de un 'experto'. Pero si debemos tomar decisiones complejas a medio plazo, un buen algoritmo predictivo nos ayudará a disminuir el RUIDO en nuestras decisiones, a evitar los sesgos y a ser algo más justos y precisos en la toma de decisiones". </b></i></span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Todo lo que te dan lo reconoces..</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Claro, porque te refuerzan lo que tú ya crees. Te ponen lo que te conecta con tus creencias. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Antes solo había una fuente de información o dos, y eso se suponía que era malo…</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Nuestra época ya vivió con prensa libre y varias fuentes. Pero ahora hemos vuelto un poco atrás. Ya nadie elige. Ahora se vuelve a que te dan la información. No vas tú a por ella. La gente cree que elige, pero no está pudiendo elegir.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Pues no sé qué ideas vendedoras podemos sacar de aquí… </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-weight: 700; white-space-collapse: preserve;">Por qué están los padres tan perdidos ahora… ¿lo están?</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Sí, pero es normal. No entendemos la manera de comunicarse de las personas que no forman parte de nuestra misma generación. Eso ha pasado siempre. Los jóvenes de ahora lo tienen todo muy fácil, pero también trabajan mucho más con gente muy diferente, con muchas interrelaciones, con otras razas, otras culturas...</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">¿Por qué algunos de los que vivimos aquella época damos la tabarra con que era mejor llamar a un fijo que estar enviando <i>whatsapps</i> todo el rato?</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La clave no es el canal. Todo tiene sus pros y sus contras. Algunos te dan menos intimidad, pero más interacción... Otros más exposición; otros mucha más conexión. No podemos pelear contra eso. Hay que saberlo, y elegir lo que nos vaya mejor. Yo no participo tanto del debate<i> antes y ahora </i>como si fuera un partido con un solo ganador posible. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">En realidad, entonces, siempre hemos querido lo mismo. </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-weight: 700; white-space-collapse: preserve;">¿Y el tema de la lectura en papel? ¿El asunto de leer libros...?</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Claro. Bueno, el tema de los libros sí me parece que debemos matizarlo. El libro no te llegaba. </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space-collapse: preserve;">Es como el tema de comer. Creemos que ahora hay más variedad, pero es lo contrario. La comida es de consumo rápido (se elige menos), y la información también. Al final lo que eliges te ha elegido antes a ti. No has ido tú a buscarlo.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">¿</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Gran Hermano</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">?</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Pues fíjate que Gran Hermano, que es el proyecto que nos dio la oportunidad de entender verdaderamente nuestra capacidad de predecir, de acertar con las interacciones en los grupos... aunque era todo muy superficial, era casi más auténtico que lo que te cuentan ahora mismo a través en las series…</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Estamos ahora mucho más expuestos…</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Cada familia es un mundo. Al final del todo es el uso del tiempo lo que me complica.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Se invierte peor el tiempo ahora. El resumen final casi podría ser ese. Gracias a SmarTest, los individuos y los grupos de trabajo, acabarán usando su tiempo y sus esfuerzos de forma mucho más inteligente, con muchos mejores resultados...</span></p><div><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-85172839217128174772023-03-13T16:13:00.003+01:002023-03-13T16:13:28.264+01:00El caso de World B. Free<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiREtYB3a8CRkOwSoPOlYrly_Jw66QfYV3BX3cBVvCzWCsrAY6mLG6KxfGergrLLS46rmHa4EsSwnWZBQCmxVPViw9UBb4royIM-KXqiJrJNUawnyEXF3kVyRJnlYOfYy_lAifbYK0aYxhnwE5HCIlHHY8Vy3m2aK7KspiiVAEAnpT2naJmW1XES-S9fQ/s1200/WORLD%20BE%20FREE%202.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="446" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiREtYB3a8CRkOwSoPOlYrly_Jw66QfYV3BX3cBVvCzWCsrAY6mLG6KxfGergrLLS46rmHa4EsSwnWZBQCmxVPViw9UBb4royIM-KXqiJrJNUawnyEXF3kVyRJnlYOfYy_lAifbYK0aYxhnwE5HCIlHHY8Vy3m2aK7KspiiVAEAnpT2naJmW1XES-S9fQ/w671-h446/WORLD%20BE%20FREE%202.jpg" width="671" /></a></div><br /><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;"><br /></span><p></p><p><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;"><br /></span></p><p><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;"><br /></span></p><p><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;"><br /></span></p><p><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;"><br /></span></p><p><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;"><br /></span></p><p><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;">Los Ángeles Clippers y los Kings de Sacramento acaban de protagonizar</span><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;"> </span><a cmp-ltrk-idx="0" cmp-ltrk="Links Párrafos" href="https://www.elmundo.es/deportes/baloncesto/nba/2023/02/25/63f9d45321efa083178b4575.html" mrfobservableid="221893bb-9cef-46e3-8e5a-26cb70cabf84" style="box-sizing: border-box; color: #2e6d9d; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; text-decoration-line: none;">un partido con 351 puntos</a><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;"> </span><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;">(victoria de Kings por 176-175, tras dos prórrogas). En esta 'ofensiva' NBA, con</span><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;"> </span><strong style="box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;">Klay Thompson</strong><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;"> </span><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;">metiendo 12 triples por segunda vez en la temporada, con</span><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;"> </span><strong style="box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;">Luka Doncic</strong><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;"> </span><span style="background-color: white; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem;">por encima de 40 puntos varias noches, con la media de anotación más alta desde los años 60, el buscador nos recuerda que el récord absoluto sigue fechado en 1983, cuando los Detroit Pistons se impusieron a los Denver Nuggets por 186-184, después de tres prórrogas.</span></p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">Aquella floreciente NBA de <strong style="box-sizing: border-box;">Magic y Bird</strong> -"Larry, tú a Boston y yo a California, ¿ok?"-, a los que poco después daba el equilibrio perfecto <strong style="box-sizing: border-box;">Michael Jordan</strong> para que <strong style="box-sizing: border-box;">David Stern</strong> pudiera sacarnos la pasta al resto del planeta, dio pie a perfiles lógicamente muy reconocidos, pero también a otros muy de culto, sin impacto aparente fuera de los equipos en los que se desempeñaron, pero absolutamente claves en aquellos entornos. <strong style="box-sizing: border-box;">Lloyd Free</strong>, el número 29 del <i style="box-sizing: border-box;">draft</i> en 1975 por Philadelphia, All Star y segundo máximo anotador de la liga en 1980 cuando jugaba en San Diego Clippers (30,2 puntos de media, solamente por detrás de <strong style="box-sizing: border-box;">George Gervin</strong>), fue sin duda uno de ellos.</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">A Lloyd, un compañero de colegio lo había subido de estatus cuando empezó a llamarlo 'The World' al verlo tan capacitado para saltar como nadie y para anotar desde cualquier punto del campo ("he can score all around the world" -fueron sus palabras, según contó después el jugador-). El base-escolta decidió irse al registro cuando llegó a la NBA, dando comienzo a la biografía de un personaje al que había que dirigirse dentro y fuera de la pista como 'World Be Free'.</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">En cada franquicia NBA donde tuvo que trabajar, su labor siempre fue más o menos la misma. Un equipo perdedor, con poco talento ofensivo, se ponía en manos de este 'Mundo Libre' para tratar de no ser el último de la liga. Su temporada más reseñable para la estadística anotadora fuera aquella de San Diego, pero, sin lugar a dudas, el mayor impacto lo llevó a cabo jugando para Cleveland, una franquicia que, muy probablemente, se hubiera vendido a otra ciudad, o hubiera desaparecido directamente de no ser por el liderazgo anotador y carismático de este hombre con denominación de origen.</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">Free llegó traspasado a mitad de una temporada, con el equipo habiendo ganado tres partidos de 22, siendo el peor en anotación de toda la liga, y con la asistencia de espectadores también más baja. El jugador contaba con gracia cómo quería invitar a sus amigos a los partidos, y la respuesta era: "No insistas, World, ya te llamamos nosotros si finalmente podemos ir". Free estaba convencido de que "las luces del pabellón no se encendían con toda la potencia posible. Jugábamos casi en penumbra".</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">Al terminar aquel año con 20 victorias y 40 derrotas, con Free tomando ya todo el protagonismo ofensivo -acabó con 25 puntos de media-, con algo más de moral y con un nuevo dueño en la franquicia, el 'General Manager' le firmó un contrato multianual. Pero, en paralelo, había fichado a <strong style="box-sizing: border-box;">George Karl</strong> en el momento en que se iniciaba como entrenador. Karl se empeñó en montar de nuevo ataques muy coordinados, donde todos participaran mucho, y el inicio fue desolador: dos partidos ganados y 19 perdidos. Cuando a Karl lo convencieron para dar el balón a Free en ataque y olvidarse de tanta táctica ofensiva, volvió a suceder lo de siempre; el equipo fue remontando, llegaron aquel año a playoffs (perdieron 3-1 con Boston en partidos súper ajustados), la gente volvió de nuevo la cancha... y Free dejó al periodista una reflexión que marca todo un estilo de entendimiento del negocio:</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">- "Cada vez cuesta más hacer 20", le dijo.</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">- "¿20 puntos, World? Si nunca has estado por debajo de eso..."</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">- "No. Me refiero a tirar más de 20 veces cada noche. Es muy difícil cuando vas cumpliendo años y el resto del equipo no tiene talento. Al final las defensas solo están pendientes de mi".</p><h2 class="ue-c-article__subheadline" style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.1875rem; line-height: 1.375rem; margin: 0px 0px 0.9375rem; padding-top: 0.625rem; text-transform: uppercase;"><br style="box-sizing: border-box;" />'EGÓLATRAS DEL BALÓN'</h2><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">Tras una carrera de 13 años en la liga, del bueno de World, y de tantos otros entonces, se dijo que eran "solamente" gente con talento ofensivo, pero que jamás fueron interesantes para ganar el campeonato. Sin embargo, hay un dato que permitió entonces sostener el debate a los defensores de aquel tipo de 'ególatras del balón'; en las cuatro temporadas de estancia en Cleveland del 'Mundo Libre', la asistencia media al pabellón pasó de 3.900 a 9.500 espectadores.</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">Es evidente que los nombres de Magic Johnson, Larry Bird o Michael Jordan; de <strong style="box-sizing: border-box;">LeBron James, Kevin Durant, Antetokoumpo</strong> y 'nuestro' Luka Doncic, fueron, son y serán materia prima de un negocio planetario. Pero algo pensado sobre la posibilidad de que un cliente pase más de tres horas de su ocio y lleve bastante más de 100 dólares en la tarjeta de crédito para que lo dejen entrar al recinto, necesitó, necesita y seguirá necesitando actores de reparto con la autoestima por las nubes y algo diferente que aportar.</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">Como dicen los aficionados más veteranos en Cleveland, "la camiseta que debería colgar de nuestro pabellón, antes que ninguna otra, es el 21 de <strong style="box-sizing: border-box;">World Be Free</strong>. Sin su aportación de entonces, el espectáculo jamás se hubiera podido mantener en la ciudad". Traduciendo al lenguaje de marketing que allí tan bien manejan: el baloncesto profesional acaba siendo 'Mágico' cuando el 'Mundo Libre' lo hace primero sostenible.</p>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-41573222048749309392023-03-13T15:34:00.010+01:002023-03-13T15:34:45.700+01:00Pau Gasol que estás en el techo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO2_njt5PY2b4xo-t5Hi7YkXTcIMFEFVGb_TbQXmrA97ZJpZqu5sJ6ay3YJKh0jebMhFkPvoJloMPjmGtrvfTCHs9fWCH86jAxEYWOGwytEMy_Fw9QdicrIP9CpGaDinR0IXmHSDf5nhZwXGbvVonUBeHyksCyh-PpyyFPdthYtUA79uis8WcYEvaouQ/s300/gasol.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="368" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO2_njt5PY2b4xo-t5Hi7YkXTcIMFEFVGb_TbQXmrA97ZJpZqu5sJ6ay3YJKh0jebMhFkPvoJloMPjmGtrvfTCHs9fWCH86jAxEYWOGwytEMy_Fw9QdicrIP9CpGaDinR0IXmHSDf5nhZwXGbvVonUBeHyksCyh-PpyyFPdthYtUA79uis8WcYEvaouQ/w658-h368/gasol.jpg" width="658" /></a></div><br /><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;"><br /></p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;"><br /></p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;"><br /></p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;"><br /></p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">Le preguntaba el entrevistador al entrenador <strong style="box-sizing: border-box;">Phil Jackson</strong> a finales de la temporada 2007-2008. "Señor Jackson, honestamente... ¿qué hubiera respondido usted si <strong style="box-sizing: border-box;">Mitch (Kupchak</strong>, Director Deportivo) le hubiera dicho a principios de curso: 'Puedo traer al equipo de Los Lakers a <strong style="box-sizing: border-box;">Pau Gasol</strong> a cambio de <strong style="box-sizing: border-box;">Kwame Brown</strong>'?". Unos segundos de pausa, una pequeña sonrisa, y una respuesta: "Es absurdo. No podrás hacerlo".</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">El 'robo' de Pau Gasol a Memphis Grizzlies por parte de Mitchell 'Mitch' Kupchak (leñero jugador de los años 80 convertido en hábil gestor), no solamente le regaló la pieza que echaba Jackson en falta para su innegociable <i style="box-sizing: border-box;">triple-post offense</i> (estrategia basada en diferentes triangulaciones que ya le había proporcionado dos anillos en Los Ángeles y previamente seis con los Chicago Bulls de <strong style="box-sizing: border-box;">Michael Jordan</strong>), sino, por el mismo precio, también una recarga completa de la batería de un desmotivadísimo <strong style="box-sizing: border-box;">Kobe Bryant</strong>, que amenazaba con buscar nuevos horizontes si el equipo seguía sin luchar por el anillo. El 'obsequio' era un <i style="box-sizing: border-box;">power-forward</i> con movimientos de poste bajo y un fiable tiro de cinco metros; un '7 pies' con hambre atrasada. Pero sobre todo un profesional con la capacidad de descifrar el aroma de un partido, de una temporada y de un proyecto, como muy pocas estrellas en aquellos momentos. "Al cual", como dijo <strong style="box-sizing: border-box;">Bill Walton</strong>, otro grandísimo maestro del negocio en los años 70-80, "simplemente, no le habían dado opción de probarse a ese nivel frente a los mejores jugadores del mundo".</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">Tras perder la final frente a los Celtics en su primer año en Los Ángeles, Pau no desaprovecharía la oportunidad. A los dos anillos seguidos de campeón, en 2009 y 2010, añadió el nacimiento de su pareja All Star con Kobe Bryant, en una Liga que siempre fue, es y será capaz de convertir en oro cualquier cosa que lo remita a sus mejores días de vino y rosas.</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">En el reconocimiento de la autodenominada <i style="box-sizing: border-box;">Lakers Family</i>, distinguimos este miércoles inolvidable, de nuevo, a mitos de Hollywood rendidos a los pies del atleta. Pero, sobre todo, en uno de los faros baloncestísticos del planeta, frente a un grupo de 25.000 fans con la cartera sin agujeros y un ADN lleno de títulos de la competición de baloncesto profesional que humildemente decidió bautizar a sus ganadores como 'World Champions', su ascensión al techo del recinto le otorga un lugar en el imaginario colectivo de la NBA -negocio experto en trocear equipos ganadores multiplicando por partes su mito y su marketing-. Junto a su amigo Kobe Bryant, tiene pinta de que Pau será incluido en algún lugar de esa lista de parejas dinásticas donde habitan <strong style="box-sizing: border-box;">Bill Russell-Bob Cousy, Oscar Robertson-Lew Alcindor, Jerry West-Will Chamberlain, Magic Johnson-Kareem Abdul Jabbar (Alcindor convertido al Islam), Isiah Thomas-Joe Dumars, Michael Jordan-Scootie Pippen, Tim Duncan-Tony Parker, LeBron James-Kyrie Irving... o el mismo Kobe con Shaquille O'Neal</strong>.</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;">Mientras tanto, desde este lado del océano, el baloncesto español ve la camiseta de su ET colgada para siempre en el cielo de un planeta que <strong style="box-sizing: border-box;">Fernando Martín</strong> ya se atrevió a explorar hace casi 40 años, cuando en Europa nadie lo hacía. Y cada vez que mire en esa dirección, deberá seguir imaginando su inmortalidad a través de los colegios, de los clubes, y de las mejores propuestas posibles de entretenimiento y formación.</p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;"><br /></p><p> <span class="hidden-content" style="box-sizing: border-box; clip-path: polygon(0px 0px, 0px 0px, 0px 0px, 0px 0px); clip: rect(1px, 1px, 1px, 1px); color: black; display: inline !important; height: 1px; overflow: hidden; position: absolute; width: 1px;">haq, Jabbar, Magic y las leyendas con las que Pau Gasol comparte el cielo del Staples</span></p><p data-mrf-recirculation="Links Párrafos" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #202020; font-family: Mundo, "Times New Roman", Times, serif; font-size: 1.125rem; line-height: 1.6875rem; margin: 0px 0px 0.9375rem;"><br /></p>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-5973624848529432592023-02-20T08:48:00.003+01:002023-02-20T08:48:23.585+01:00Los grandes entrenadores malagueños nacen donde les da la gana<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPQPFDiG9JvaxIxIwNRbardPi9odgMlInf9qSzzv3KRMCWPY_qmnDrWZU8irvsG4EbnRjQa7JJtnUY2Zvl9xZThIZxg9aGvBixg8MpFhKMzpmSqgUsNWAkxbqoTMdMPimH0UoxQlymasnOCZU7pnL8pKZK864AMpJRjjgd3lX6PbG1k6FrufuXL5Vpew/s1900/alberto-diaz-unicaja-during-the-acb-copa-rey-badalona-23-final-match-between-lenovo-tenerife-and-unicaja-palau-olimpic-badalona-february-19-2023-badal_98.webp" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1069" data-original-width="1900" height="364" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPQPFDiG9JvaxIxIwNRbardPi9odgMlInf9qSzzv3KRMCWPY_qmnDrWZU8irvsG4EbnRjQa7JJtnUY2Zvl9xZThIZxg9aGvBixg8MpFhKMzpmSqgUsNWAkxbqoTMdMPimH0UoxQlymasnOCZU7pnL8pKZK864AMpJRjjgd3lX6PbG1k6FrufuXL5Vpew/w646-h364/alberto-diaz-unicaja-during-the-acb-copa-rey-badalona-23-final-match-between-lenovo-tenerife-and-unicaja-palau-olimpic-badalona-february-19-2023-badal_98.webp" width="646" /></a></div><br /><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Al inicio de esta final tan inesperada (y tan celebrada por los que canturrean cada año en las gradas eso del Barça, del Madrid y de sus huevos…) nos imaginábamos a<b> Ibón Navarro </b>declarando en la tele seguir "cagao" -como ya manifestó en el descanso del primer partido-, y tratando de disimular esa media sonrisa de Han Solo que todos aficionados interpretamos sin dudar; "La nave ha recuperado definitivamente la velocidad que la hizo temida en la galaxia ACB". Al otro lado de la pista, probablemente andaría <b>Txus Vidorreta </b>con los ojos cerrados y en trance. Un tipo que perdiendo por 1 punto y con balón del rival, a quince segundos de la semifinal de sus vidas, se coloca detrás del segundo entrenador a escuchar como les ordena la defensa y el ataque a sus muchachos, y él se reserva una sola frase final en la escena: "I'm already proud of you, ok guys!", más que un entrenador es ya un maestro Jedi. </span></p><span id="docs-internal-guid-fce8e7d9-7fff-117b-7b56-9c80def03e88"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Todo eso lo íbamos imaginando, porque la jefatura de festejos nos había adjudicado un plan de cine de superheroes de la Marvel a las 6pm.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">(Una pregunta imprudente para los aficionados al cine de superhéroes; ¿no estáis un poco también hasta las 'narices' de la misma película de Marvel estos últimos 10 años?).</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La primera parte de esta inesperada e ilusionante final, por tanto, me la tuve que imaginar mientras contemplaba impactado a una "abuela divertida y con arrugas" (así se refieren a <b>Michelle Pfeiffer</b> los cabrones de 10 años), con la sensación de que Unicaja podría estar algo más entero, pero teniendo para mi al Tenerife por encima en las apuestas.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El ver un 39-37 al descanso me quitó algo el cabreo por lo de la abuela Michelle. Me había perdido mucho, pero no me había perdido nada. Era impactante ver la estadística de tiros de dos puntos de Tenerife (21-26 al final del partido debe de ser un récord absoluto de la historia de este tipo de partidos), y también el raro agujero que estaba permitiendo a su rival aprovechar segundas oportunidades en los ataques. ¿Cansancio excesivo? Tal vez…</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Por el lado malagueño llamaba la atención el que todos los jugadores habían estado razonablente bien, pero ninguno había sobresalido. En partidos con tanta tensión, casi siempre ha de surgir de un modo u otro ese "Sabino, a mi el pelotón, que los arrollo", y no estaba pasando.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPUUdFYlOXF2f7o_MDAcrU1R5p0PoFwdyw2hCrN0GiBP5HV9D31XhYk8k1JvshbpGTbnmyp8jcosbDi0Q3c9R49e9cWN4OKxFrKmaApvr9_KybarDXeyvQGNjTq3bKJnDnpL-UB-rLfd8qCuQVjTiyGXyGTjPsLoOu1Cmsi_8j6G--cUm9i-nPURlQqQ/s655/cronica-baloncesto-interior-1-655x368.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="368" data-original-width="655" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPUUdFYlOXF2f7o_MDAcrU1R5p0PoFwdyw2hCrN0GiBP5HV9D31XhYk8k1JvshbpGTbnmyp8jcosbDi0Q3c9R49e9cWN4OKxFrKmaApvr9_KybarDXeyvQGNjTq3bKJnDnpL-UB-rLfd8qCuQVjTiyGXyGTjPsLoOu1Cmsi_8j6G--cUm9i-nPURlQqQ/s320/cronica-baloncesto-interior-1-655x368.jpg" width="320" /></a></div><br />Un partido así, nos dijimos a mediados del último cuarto, olvidados ya los dichosos superhéroes y centrados en lo puramente técnico, no se le debería escapar a la conexión <b>Marcelinho-Jaime-Shermadini</b>, con Vidorreta moviendo el joystick como sabe. Mi mensaje a un amigo aficionado de Unicaja fue evidente; "ayayay", y su respuesta de alguien que conoce mejor aquello que muchos otros: "no subestimes el corazón verde". Nos vino entonces a la cabeza la figura de <b>Javier Imbroda</b>, ese centro de coordenadas técnico-táctico y sobre todo temperamental, al que tanto echamos de menos, y que permite entender de cabo a rabo ese mensaje del amigo. </span><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Una sola estadística sirve para cerrar el partido por esa vía; pese a los impactantes 21 puntos y 10 asistencia de Marcelinho, Unicaja se mantuvo por encima 9 minutos en el cuarto final, y ahí, sí, ya surgió un cierto faro más concreto en la figura de <b>Tyrone Carter</b> (MVP del torneo), que jugó 9 de esos minutos decisivos, y se vio muy apoyado por la irrupción de<b> Osetkowsky,</b> con 7 puntos, y por la solidez de <b>Will Thomas</b>, sobre cuya capacidad en el poste bajo ha pivotado Ibón Navarro en todos los finales de los partidos.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> "Amo a estos chicos, de verdad", fueron las primeras palabras del entrenador tras una de las gestas que se recordarán en Acb durante años (nadie se había alzado con la Copa ganando a Barça y Madrid). Y a este cronista le dio por imaginarse entonces a <i>Obi wan Imbroda</i> a lo lejos, con esa mirada intensa que siempre tuvo y declarando donde corresponda que los grandes entrenadores malagueños de baloncesto tienen derecho a nacer en Melilla, en Brescia o en Vitoria.</span></p><div><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-74094001839941008252023-02-16T16:37:00.000+01:002023-02-16T16:37:14.640+01:00¡Querida Copa; sigues siendo maravillosa!<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHvtJ6HxzdeyLdzux0dNuRCgEZPTLiTsJGvzY_gchBku_SJtfh-oJHb3thPiHLsO_2Hp8A3pr52r6UI3TK4ZUrTkmevamjHc4qpQiPqkMujHk1_80xWfwPwm2-IK_Cuuw3JKR7KI0nYo7hHN27e1v-VD-P0CJuhPZZUrE6I2CJ60j-npVriImd1EOQYQ/s1200/copa%20del%20rey%202023.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="367" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHvtJ6HxzdeyLdzux0dNuRCgEZPTLiTsJGvzY_gchBku_SJtfh-oJHb3thPiHLsO_2Hp8A3pr52r6UI3TK4ZUrTkmevamjHc4qpQiPqkMujHk1_80xWfwPwm2-IK_Cuuw3JKR7KI0nYo7hHN27e1v-VD-P0CJuhPZZUrE6I2CJ60j-npVriImd1EOQYQ/w652-h367/copa%20del%20rey%202023.jpg" width="652" /></a></div><br /><span style="font-size: 12pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span><p></p><p><span style="font-size: 12pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-size: 12pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-size: 12pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-size: 12pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-size: 12pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-size: 12pt; white-space: pre-wrap;">Ya lo avisaba Bob Dylan, allí, cuando Aito empezaba a entrenar aquí: “la carretera envejece pronto. Si no puedes adaptarte, no podrás seguir circulando”. No tenemos datos de que Aíto fuera fan del Premio Nobel, aunque lo parezca. La ACB, nuestra cuarentona ACB, aguanta euroligas que quieren llevarse a los genes mejor alimentados; ligas profesionales americanas que todo lo invaden… pero, durante una semana al año, todos los ojos se vuelven hacia la ciudad elegida (la mítica Badalona este caso), para saborear un baloncesto-gourmet que a nadie deja indiferente. La mejor mezcla, a este lado del Atlántico, del juego NBA y un ambiente del ‘Marzo Loco’ universitario, invita a un análisis de los equipos utilizando la inspiración (y si me lo permiten, el lenguaje) de Dick Vitale, el gran personaje de las retransmisiones del baloncesto universitario en Estados Unidos desde los años 80. Mientras suena de fondo ‘Like a Rolling Stone’, aquí tienen los PRONÓSTICOS. Consulten con Aíto antes de apostar, por favor.</span></p><span id="docs-internal-guid-79c9c231-7fff-e3e0-f334-ef4e5916e80a"><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkCVX76rWTbkzbUgD4FO1XoAlye60WFVKAIOaN0reso3UtuEsTXCpZ_oZ1PmqaY6qOrX8z8zP2cu3QjHBLlFbjJ5q7JyunY2mGbGW7loDJJiPox7k5Q0q98j_-K_ww-1avUJUR5xNyb2T431-_vgmc8qlmo134HhWquOMBJ7B3UFRpfp8ciwV3ETxefw/s1200/madrid%20valencia.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="674" data-original-width="1200" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkCVX76rWTbkzbUgD4FO1XoAlye60WFVKAIOaN0reso3UtuEsTXCpZ_oZ1PmqaY6qOrX8z8zP2cu3QjHBLlFbjJ5q7JyunY2mGbGW7loDJJiPox7k5Q0q98j_-K_ww-1avUJUR5xNyb2T431-_vgmc8qlmo134HhWquOMBJ7B3UFRpfp8ciwV3ETxefw/s320/madrid%20valencia.jpg" width="320" /></a></b></div><b><br /><u><br /></u></b></span><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b><u>MADRID-VALENCIA (55-45)</u></b></span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">MADRID. Un año que parecía de lógica transición se ha encontrado con un hombre tranquilo en la banda, y mucho talento en movimiento sobre el parquet. ¿Llevaría estos meses en la cabeza Chus Mateo? ¿Será su personal campaña de marketing, “pasen y vean, el show debe continuar”? Están jugando de un modo difícil de anticipar, pero resolviendo casi mejor que nunca; tienen flancos débiles, pero la moral por las nubes; son vulnerables, pero sobre todo siguen siendo peligrosos.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Por qué debe ganar?</span><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> Porque Llull todavía no caduca como grito de guerra en partidos a vida o muerte; porque Musa y Hezonja son tipos que van siempre armados; Deck y Cornelie matan callando y, sobre todo, porque la pareja interior de Tavares y Poirier a veces parecen los“Human Space Ships” de Vitale: los personajes que todo lo pueden.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Por qué podría perder? </span><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Porque La Cultura del Esfuerzo del rival está este año asociada a un talento inclasificable. Empezando por un entrenador que sigue yendo por la vida de Mumbrú sin miedo; y terminando por varios gana-partidos en el exterior (Evans, Jones… si la rodilla se lo permite), que es donde el baloncesto del siglo XXI plantea los jaque-mates al Rey.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">VALENCIA: Este año, sin duda, Dick Vitale les hubiera calificado como una mezcla de ‘All Volkswagen y All AT&T Team’. El tipo de equipo con jugadores que, sin ser máximas estrellas, saben muy bien cuales son las prioridades del negocio. “Ya que nos han puesto juntos; ya que la ciudad y la afición molan, y que el dueño tiene pasta… aprovechemos cada ventaja competitiva que nos ofrezcan”.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Por qué debe perder? </span><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> Porque el rival planteará un partido a 7 pies de altura, y les puede faltar el oxígeno.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Por qué podría ganar?</span><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Porque Mumbrú aguante con la pizarra como sea 35 minutos a menos de diez puntos, y libere después un talento exterior difícil de controlar en Europa.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgX4QgNhrIhR0ly9LstIQwfeq7Fbx2ttFBaFVStH9-wsMmk1fFRRYgMZfZbSegrGZ6z4hgH5OxjP-6w2dyIsKQRiCUGfVWzxPJEcwdLLGHeItRaAWcDybepCHabE4-qLFiTJgVJw1bWV89LJeIjvwFQyP3rW1kZ7ibWa1gfJJbJmiewQsxGbgDoVAKIyQ/s1200/barcelona%20unicaja.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgX4QgNhrIhR0ly9LstIQwfeq7Fbx2ttFBaFVStH9-wsMmk1fFRRYgMZfZbSegrGZ6z4hgH5OxjP-6w2dyIsKQRiCUGfVWzxPJEcwdLLGHeItRaAWcDybepCHabE4-qLFiTJgVJw1bWV89LJeIjvwFQyP3rW1kZ7ibWa1gfJJbJmiewQsxGbgDoVAKIyQ/s320/barcelona%20unicaja.jpg" width="320" /></a></div><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b><u>BARCELONA - UNICAJA (80-20).</u></b></span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">BARÇA. Saras Jasikevicius se estrenó el año pasado con una declaración de intenciones: “Si no estás preparado para jugar cada 48 horas, ya puedes buscarte otro equipo”. Lo peor es que lo decía absolutamente en serio. Hay niños que llevan la extroversión reactiva incrustada de serie, y ¡ay! de lo que pillen por delante a lo largo de su vida adulta. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Por qué debe ganar?</span><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> Porque el intensísimo niño Sarunas tiene a disposición Mirotics y Laprovittolas para elevarse, Jokubaitis, Satoranskys o Veselys para aburrirte, y Higgins para finiquitar. Mucho y muy complementario Madelman en tan poco espacio de batalla.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Por qué podría perder?</span><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> Porque dice el propio Saras que, a veces, “ganar no es suficiente”. No me pidan analizarlo. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">UNICAJA: Ibon Navarro llegó, vio, y sobre todo perdió en su primer año en Unicaja. Ahora, el equipo gana casi 6-7 veces de cada 10. La reconstrucción es un hecho, y el baloncesto de primer nivel en Málaga no se pone en duda. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Por qué debe perder?</span><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> Porque una cosa es reconstruir poco a poco el Halcón Milenario malagueño, y otra medirlo al todo o nada frente a una de las 3 mejores plantillas de Europa </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Por qué podría ganar?</span><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> Yo, si fuera Ibón, con ese aire de Han Solo que tiene en la banda, le preguntaría a Saras por su frase. A veces, este tipo de partidos, más que un jugador lo acaba dominando un Jedi en trance. Alberto Skywalker Díaz, un suponer.</span></p><br /><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><u><b></b></u></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><u><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhizR_6b_36a8UIbGYYu79GGAf3JpbgiZiniCom3dPQa20f1p0Ly9djMKMvxpc1jhIaVHh3EFNe7KJ4q10FY6re0IYXGJk4hRcRORot6TwYyGCZhvfhmo3aE43CHVZTgX6_0ZgCYfrnRT4cAzHniUH0K0IPbhvmQ12IMosTNgvOD32tTreFI3DKuvDX8w/s1200/tenerife%20gran%20ca.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhizR_6b_36a8UIbGYYu79GGAf3JpbgiZiniCom3dPQa20f1p0Ly9djMKMvxpc1jhIaVHh3EFNe7KJ4q10FY6re0IYXGJk4hRcRORot6TwYyGCZhvfhmo3aE43CHVZTgX6_0ZgCYfrnRT4cAzHniUH0K0IPbhvmQ12IMosTNgvOD32tTreFI3DKuvDX8w/s320/tenerife%20gran%20ca.jpg" width="320" /></a></b></u></div><u><b><br />TENERIFE - GRAN CANARIA (52-48)</b></u><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">TENERIFE: un periodista en la banda, y un veterano brasileño al mando de las operaciones. La implantación del ‘relato’ de Txus Vidorreta en el ‘Armador’ Huertas lleva tiempo funcionando en una de las dos islas de este duelo fratricida. Tres Copas Intercontinentales los contemplan; la última esta misma semana. Al arsenal del ‘Armador Huertas’ (un Tom Brady quizá menos guapo pero con mucho más ‘flow’), le han incorporado a Jaime Fernández, delante, y a Mouss Diagne detrás. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Por qué debe ganar? Porque Vidorreta ha implantado una cultura en el equipo muy simple; “nosotros no perdemos”. Y cuando a un equipo hay que ganarle siempre, muy pocos son los que pueden hacerlo</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Por qué podría perder? Por el subidón de la victoria de la semana, mezclado con el cansancio físico, y porque el Gran Canaria de Lakovic está implantando la misma receta a su temporada </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">GRAN CANARIA. Hace apenas un par de semanas, Nico Brussino nos deleitó con la actuación de la temporada en la Liga ACB. 35 puntos y 49 de valoración con apenas dos errores en el tiro libre. Perfiles como el del argentino, en este tipo de torneos a vida o muerte, son una noche sin dormir para el equipo técnico rival. Lakovic lo sabe, tiene a Albicy para que lo ejecute, y tiene a AJ Slaughter por si acaso.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>¿Por qué debe perder?</b> Porque Tenerife lleva más tiempo siendo quién es, y podría dudar menos en algún momento puntual y clave</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>¿Por qué podría ganar? </b>Porque logren llevar el partido a un ritmo muy alto, y esos casi 84 puntos de media que están anotando prevalezcan sobre el cansancio rival. </span></p><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIuzaNhlUUqDq_o4nQ4YbJJpzdK0muOma0fhk7y10JfbrbDGTfN1fuMPRnHSR2Zu0oSt4tupPQyyJR7UKFtfPKv63GmRzbEZrqMSVCD8ETVxCfigL7fL9CYGiS5c1oxfYhZO6hzxEGybM17-JalJeW2MaA1JLELBz_ZmGvNWUiyTL7KUT6qUqRfgYPhQ/s1200/baskonia%20joventut.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIuzaNhlUUqDq_o4nQ4YbJJpzdK0muOma0fhk7y10JfbrbDGTfN1fuMPRnHSR2Zu0oSt4tupPQyyJR7UKFtfPKv63GmRzbEZrqMSVCD8ETVxCfigL7fL9CYGiS5c1oxfYhZO6hzxEGybM17-JalJeW2MaA1JLELBz_ZmGvNWUiyTL7KUT6qUqRfgYPhQ/s320/baskonia%20joventut.jpg" width="320" /></a></div><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><u><b>BASKONIA - JOVENTUT (55-45).</b></u></span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">BASKONIA: viajaba este cronista en un AVE hace años, cuando identificó a lo lejos una calva de escolta listo y muy desagradable como rival; ¡a ver qué se cuenta Peñarroya! Y Peñarroya me explicó en 30 minutos de viaje en tren lo que su equipo tenía que hacer para llevarse algún partido en la vuelta en Andorra de un playoff contra el Madrid. A ver si los escoltas ahora van a ser también grandes entrenadores… </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>¿Por qué debe ganar?</b> Porque tiene mejores jugadores, porque sus picos de intensidad en los partidos son inaguantables para los rivales que no sean de Euroliga</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>¿Por qué podría perder?</b> Porque enfrente no tendrá esta vez a un simple y muy fiable Joventut, sino a la Penya Spirit of Badalona defendiendo el honor de la vuelta a casa.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">JOVENTUT. Escribimos tras su victoria en la Copa del Rey de 2008, con Ricky Rubio a los mandos y Aito en el banquillo, que lo único que les hubiera faltado era el corte de pelo en Hickory, como en aquella Hossiers, más que ídolos. Aquella película era de Oscar; el entrenador que construye, los jóvenes que las meten todas… Tras una crisis posterior, desde hace tres temporadas ruedan la continuación. Se fue el profesor, pusieron a gran alumno. Y el ‘spirit of Badalona’ tendrá más peso que nunca sobre el parqué</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>¿Por qué debe perder?</b> Porque enfrente está uno de los equipos más en forma de Europa</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>¿Por qué podría ganar? </b>Porque a veces un partido de baloncesto no es solo un partido de baloncesto.</span></p><br />Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-60714834503267837112023-01-29T18:23:00.001+01:002023-01-29T18:23:28.583+01:00¿Qué sentido tienen los siguientes 75 años del primer equipo de Estudiantes masculino de baloncesto? <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="421" src="https://www.youtube.com/embed/MAaftWgjLAM" width="506" youtube-src-id="MAaftWgjLAM"></iframe></div><span style="font-size: 12pt; text-align: justify;"><br /></span><p></p><p><span style="font-size: 12pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El 28 de junio de 2001 Madrid amanecía con el incendio del viejo Palacio de los Deportes, la casa de Estudiantes ACB desde finales de los 80.</span></span></p><p><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12pt; white-space: pre-wrap;"></span></span></p><p></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">- ¿Qué se puede hacer?- Preguntaban al entonces presidente del Club, Alejandro González Varona.</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">- Pues evidentemente esto es un torpedo en nuestra línea de flotación, -respondía-. No hay un campo en Madrid que pueda albergar a nuestros más de 9000 abonados, las actividades del Club de Negocios...</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">- Pero suena muy duro eso de que puede desaparecer el Estudiantes...</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">- ... hasta el 27 de septiembre vamos a esperar...</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;"><b>Como verán en el vídeo, el final del mismo no es apto para nostálgicos del ‘demencialmente’ autoproclamado “Mejor Equipo de Madrid”</b> en aquellos albores del siglo. El guionista 'se vino arriba' y dejó un mensaje que subirá las pulsaciones incluso al menos competitivo de los lectores aquí convocados. Cito de memoria, pero me suena algo como <b>“Adecco Estudiantes, el club más importante de Europa”.</b></span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">Aquel 27 de septiembre de 2001, Estudiantes inició la temporada de su equipo ACB en el Palacio de Vistalegre. Ese año, y los siguientes, se batieron récords con más de 15.000 espectadores en algunos partidos; con el sponsor de entonces, Adecco, apostando más que ningún otro por el club, ayudando a que siguiera siendo una de las marcas más reconocibles del deporte español y del baloncesto europeo. Y, por supuesto -lógicamente-, aprovechándose de los beneficios de ese vínculo de Altísimo Rendimiento.</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=Z_iOF54ZAEQ">En 2004, Estudiantes disputaba la final de la ACB, perdiendo el quinto partido del playoff contra el Barcelona,</a> y jugando de nuevo esos años la máxima competición del baloncesto de clubes en Europa, el lugar soñado para los proyectos más ambiciosos de baloncesto profesional masculino, donde el primer equipo masculino del club llegó a manejarse con cierta soltura y mucha gracia.</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">Un par de años después, Adecco y Estudiantes decidieron separar sus caminos...</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5an3qB_t7-vb4FF7wJJ-pwHKnU_HRmeMPmyjVH7COzyHXsWPzNcYo304uH3f2KW98jEX_mA8LFae1bwbOiqeJCxOrfzE10yeKeUBCXjNnRazZ0-rj7uhN7AXbkdzVB_UIDs-ca223DKbredEhs982Y5gBfIH3maWijrqJ5KDYIVNRrm4MSI2mdanlqQ/s1200/estu%202023.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="871" data-original-width="1200" height="329" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5an3qB_t7-vb4FF7wJJ-pwHKnU_HRmeMPmyjVH7COzyHXsWPzNcYo304uH3f2KW98jEX_mA8LFae1bwbOiqeJCxOrfzE10yeKeUBCXjNnRazZ0-rj7uhN7AXbkdzVB_UIDs-ca223DKbredEhs982Y5gBfIH3maWijrqJ5KDYIVNRrm4MSI2mdanlqQ/w454-h329/estu%202023.jpg" width="454" /></a></span></div></div></div></div><p></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;"><b><a href="https://elpais.com/deportes/2023-01-29/estudiantes-75-anos-de-un-club-de-patio-de-colegio.html">El fin de semana que inicia las celebraciones del 75 aniversario del club,</a></b> y en el momento competitivamente menos brillante del primer equipo masculino, hemos escuchado a los dirigentes actuales hablar de los polvos de aquellos años -”Estudiantes vivía muy por encima de sus verdaderas posibilidades económicas”-, verdaderos culpables de todo este lodo -”14 millones de deuda que ya hemos logrado rebajar a 7”-.</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">Llegado a este punto, jamás se me olvidará una incómoda pregunta, precisamente en aquella época en la que Adecco y Estudiantes empezaron a separar sus caminos, que me hizo mi querido y complejo padrino, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Mart%C3%ADnez_Arroyo">Luis Martínez Arroyo, estudiante de bachillerato en el Ramiro de 1948, integrante del primer equipo de la historia del Club</a></b>, y posteriormente directivo de la entidad.</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">- “¿Por qué os empeñáis, Pablo, en alimentar un Estudiantes competitivo que se quiera codear con los mejores; no os dais cuenta de que aquello se hizo para otra cosa, que Estudiantes es algo anacrónico y que en el baloncesto actual no tiene ya más recorrido en esa élite llena de intereses económicos?” </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; white-space: pre-wrap;">Mi respuesta aquella tarde de sábado no fue más allá de una torpe defensa de muchas biografías asociadas a tantas vivencias, a grandes momentos deportivos y personales. Pero desde entonces no he dejado de trasladar esa pregunta allí donde se me quiera y pueda escuchar. </span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;"><b><a href="https://www.lavanguardia.com/comer/opinion/20220316/8126852/despues-nuevo-opinion-toni-segarra.html">Dice el publicista Toni Segarra que “una compañía produce y vende algo por una razón, si es sólo para ganar dinero fracasará y será despreciable”.</a></b> Y me solía decir Pablo Carabias, fundador de las Series Colegiales Adecco Estudiantes, llamada hoy Copa Colegial (“la mejor competición escolar del Viejo Continente”); “la industria del deporte -Pablo- se encamina hacia dos tipos de escenarios muy rentables; el gran evento, la gran competición, Mundiales, Juegos Olímpicos, la NBA, La Euroliga…), o los eventos y competiciones locales con mucha penetración en sus mercados y muy pegados a su tierra; por supuesto nuestra <a href="https://copacolegial.com/"><b>Copa Colegial, </b></a>pero también una Liga ACB, por ejemplo, que se olvidase de esos equipos Euroliga y se centrase en hacer la mejor competición posible en el mercado español, con todos compitiendo en igualdad de condiciones. Todos aquellos proyectos que sigan navegando a medio camino entre estos dos escenarios, están destinados a morir”.</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgYBTNByWimXIyIxtOCvcFjQjLumGDVstRM3ts2cbIqQvUJ6xH46_vq0HH0Q6y6_5IuSsyvhYVAHrythqvuJasAocNC1ffb2He_YkBXw2pppFk88GxSeoJwAvGY2DcQ6Zpu5jbRVB8C5d65yjoLcv08XfBOiFVwSRMh9U5K9fDu3sIrYVNPWFlwom1d2g" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial;"><img alt="" data-original-height="316" data-original-width="474" height="339" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgYBTNByWimXIyIxtOCvcFjQjLumGDVstRM3ts2cbIqQvUJ6xH46_vq0HH0Q6y6_5IuSsyvhYVAHrythqvuJasAocNC1ffb2He_YkBXw2pppFk88GxSeoJwAvGY2DcQ6Zpu5jbRVB8C5d65yjoLcv08XfBOiFVwSRMh9U5K9fDu3sIrYVNPWFlwom1d2g=w509-h339" width="509" /></span></a></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">Entre la idea del publicista, y la reflexión del visionario, ya tenemos al menos un horizonte claro que tal vez hasta mi añorado tío Luis podría comprar. <b>Parece evidente que con buena gestión, buenos líderes, y miradas largas en el tiempo, en cada crisis surgen oportunidades. </b>Y esto último parece que lo dijo Perogrullo, que creo que era un base italiano, o tal vez griego, no me pidan levantarme a mirarlo.</span></span></p><div><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Roboto, sans-serif; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-5188287321420207902022-12-10T20:05:00.004+01:002022-12-10T20:20:53.547+01:00Entrevistando al Futuro<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg3VbiyIsWqYg1JQsdoAF7En_wWqY9gWXnZxBI2v4wKVz8K6TY9hfMKzaKixJK1vXMHVYa52EtgIvRvqNYhSTMMnKaCGwDx6pIsdQuoTONJbgpHsvn3sSILhi_w8lvzAx09NrGyykE3LqQP79O_gaw9NtT4JuuYWqbKAeRHRbJSG4Hh6ep5nHuGJTZGaw" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="316" data-original-width="474" height="431" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg3VbiyIsWqYg1JQsdoAF7En_wWqY9gWXnZxBI2v4wKVz8K6TY9hfMKzaKixJK1vXMHVYa52EtgIvRvqNYhSTMMnKaCGwDx6pIsdQuoTONJbgpHsvn3sSILhi_w8lvzAx09NrGyykE3LqQP79O_gaw9NtT4JuuYWqbKAeRHRbJSG4Hh6ep5nHuGJTZGaw=w648-h431" width="648" /></a></div><br /><br /><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-weight: 700; white-space: pre-wrap;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-weight: 700; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-weight: 700; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-weight: 700; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-weight: 700; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-weight: 700; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: arial; font-weight: 700; white-space: pre-wrap;">Querido futuro*:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: arial; font-weight: 700; white-space: pre-wrap;">Cómo sabemos qué decisiones son las más acertadas en cada situación particular</span></p><span style="background-color: white;"><span style="font-family: arial;"><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">No hay una respuesta única a esta pregunta, ya que las decisiones más acertadas en cada situación particular dependerán de muchos factores. La toma de decisiones efectiva requiere considerar una amplia gama de información y factores relevantes para la situación en cuestión, y evaluar cuidadosamente las opciones disponibles.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Uno de los principales factores que pueden influir en la toma de decisiones es la experiencia y el conocimiento de la persona o el equipo que está tomando la decisión. Cuanto más informados estén sobre el contexto y las implicaciones de las opciones disponibles, más fácil será tomar una decisión acertada.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Además, la toma de decisiones efectiva también puede depender del enfoque y la metodología utilizados para analizar y evaluar las opciones. Por lo tanto, si quieres saber qué decisiones son las más acertadas en una situación particular, lo mejor es investigar y analizar cuidadosamente las opciones disponibles y considerar las implicaciones de cada una de ellas.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Se puede predecir el comportamiento basado en la personalidad del grupo</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br style="white-space: normal;" /></span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Es difícil predecir el comportamiento de un grupo con precisión basándose únicamente en la personalidad de sus miembros. La personalidad de una persona se refiere a sus características psicológicas únicas, como su forma de pensar, sentir y comportarse en diferentes situaciones. Estas características pueden influir en el comportamiento de una persona en un grupo, pero hay muchos otros factores que también pueden influir en el comportamiento de un grupo. Por ejemplo, la dinámica del grupo, las normas y valores del grupo, y las características del entorno en el que el grupo se encuentra, pueden todos influir en cómo se comporta un grupo. Por lo tanto, es difícil predecir el comportamiento de un grupo con precisión basándose únicamente en la personalidad de sus miembros.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-weight: 700; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-weight: 700; white-space: pre-wrap;">Tiene sentido medir la capacidad ejecutiva de un equipo de trabajo</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br style="white-space: normal;" /></span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Sí, tiene sentido medir la capacidad ejecutiva de un equipo de trabajo. La capacidad ejecutiva se refiere a la habilidad de una persona o grupo para planificar, organizar y llevar a cabo acciones de manera efectiva para alcanzar sus objetivos. Esta es una habilidad importante para cualquier equipo de trabajo, ya que les permite ser más productivos y eficientes en la realización de sus tareas. Además, una buena capacidad ejecutiva también puede ayudar a un equipo a tomar decisiones de manera rápida y efectiva en situaciones de cambio o crisis. Por lo tanto, medir la capacidad ejecutiva de un equipo de trabajo puede ser una forma útil de identificar fortalezas y debilidades, y de desarrollar estrategias para mejorar su desempeño en el futuro.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Defíneme para ti lo que debería ser un líder</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br style="font-weight: 400; white-space: normal;" /></span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Para mí, un líder es alguien que tiene la capacidad de guiar y motivar a un grupo de personas hacia el logro de objetivos comunes. Un buen líder debe ser capaz de inspirar confianza y respeto en sus seguidores, y debe tener habilidades para comunicarse efectivamente y resolver conflictos. Además, un buen líder debe ser capaz de tomar decisiones de manera efectiva y de gestionar el tiempo y los recursos de su equipo de manera eficiente. En general, un líder debe ser capaz de crear un ambiente de trabajo positivo y colaborativo en el que todos los miembros del grupo puedan desempeñarse al máximo de su potencial.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cualquiera puede liderar, entonces. Solo hay que proponérselo.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br style="white-space: normal;" /></span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">No necesariamente. Aunque cualquier persona puede desempeñar un papel de liderazgo en algún momento, no todas las personas tienen las habilidades y cualidades necesarias para ser un buen líder. Ser un buen líder requiere de ciertas habilidades y cualidades, como la capacidad de comunicarse efectivamente, la empatía, la resolución de problemas y la habilidad para tomar decisiones. Además, ser un líder también requiere de una gran cantidad de dedicación y esfuerzo, ya que implica trabajar en pos de lograr los objetivos del grupo y liderar a un equipo de personas hacia el éxito. Por lo tanto, aunque cualquiera puede proponerse ser un líder, no todas las personas tienen las habilidades y cualidades necesarias para desempeñarse efectivamente como tal.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Sería interesante usar un test de personalidad para evaluar esas diferentes opciones</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Usar un test de personalidad para evaluar diferentes opciones en una situación de toma de decisiones podría ser útil en algunos casos, pero no necesariamente en todos. Los tests de personalidad pueden ser una herramienta valiosa para comprender cómo una persona se comporta y cómo puede reaccionar en diferentes situaciones. Sin embargo, los tests de personalidad no son infalibles y no pueden predecir con certeza el comportamiento de una persona en una situación particular.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Además, la personalidad no es el único factor que puede influir en la toma de decisiones. La experiencia, el conocimiento, el contexto y muchos otros factores también pueden afectar la forma en que una persona toma una decisión. Por lo tanto, si quieres evaluar diferentes opciones en una situación de toma de decisiones, lo mejor es considerar una amplia gama de factores y no depender exclusivamente de un test</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><br /></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cómo podemos medir el liderazgo de un equipo de trabajo y saber si pueden llevar a cabo su proyecto</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Existen muchas maneras de medir el liderazgo de un equipo de trabajo, y la forma en que se haga dependerá en gran medida del contexto en el que se esté trabajando. Algunas posibles formas de medir el liderazgo de un equipo de trabajo pueden incluir:</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Observación directa de su comportamiento y actitudes en el lugar de trabajo.entrevistas y discusiones con los miembros del equipo y otros colaboradores que trabajen con ellos.evaluaciones y encuestas en las que se pueda obtener retroalimentación de los miembros del equipo y otros colaboradores.seguimiento y medición de los resultados y logros del equipo en relación con sus objetivos y metas.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Estos son solo algunos ejemplos de cómo se podría medir el liderazgo de un equipo de trabajo, pero lo importante es encontrar un método que sea adecuado para el contexto en el que se esté trabajando y que permita obtener una visión clara y precisa del liderazgo del equipo en cuestión.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><br /></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1XhpK8YWnwYoB_B4KrJSJXe0tdq-lmPi1xAh2Ag5z10G39uBkDieVol_yTXL_JWyvU85lrWAtbkd41durImiD24LuiHk3a9hRRsi8wRJxXY1KJcjx7CsxriT6G6L7am62Hitmaadd_1LiPxDcWC8oj6pUqrfhUBjm6sf_JFLomJihwtGHDxDt6RWuKA/s946/Captura%20de%20pantalla_20221201_191326.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="629" data-original-width="946" height="325" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1XhpK8YWnwYoB_B4KrJSJXe0tdq-lmPi1xAh2Ag5z10G39uBkDieVol_yTXL_JWyvU85lrWAtbkd41durImiD24LuiHk3a9hRRsi8wRJxXY1KJcjx7CsxriT6G6L7am62Hitmaadd_1LiPxDcWC8oj6pUqrfhUBjm6sf_JFLomJihwtGHDxDt6RWuKA/w489-h325/Captura%20de%20pantalla_20221201_191326.png" width="489" /></a></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: center;"><span style="font-weight: 700; white-space: pre-wrap;"></span></p><div style="text-align: justify;"></div><p></p></span></span></span></blockquote><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"> </span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: arial;"><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: center;"><span style="font-weight: 700; white-space: pre-wrap;"></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-weight: 700; white-space: pre-wrap;">Hablemos de conflictividad en un equipo</span></div><p></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La conflictividad en un equipo se refiere a la presencia de conflictos o desacuerdos entre los miembros del equipo. Estos conflictos pueden ser causados por diferencias de opinión, de enfoque o de estilo de trabajo, entre otras cosas. La conflictividad puede afectar negativamente el desempeño y la productividad del equipo, y puede llevar a tensiones y malestar entre sus miembros. Por lo tanto, es importante tratar de resolver los conflictos de manera efectiva y evitar que la conflictividad afecte el trabajo del equipo.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La conflictividad es un término que se refiere a la tendencia de una persona o grupo a tener conflictos frecuentes. Esto puede manifestarse en situaciones personales, como relaciones interpersonales difíciles, o en un contexto más amplio, como en el caso de grupos sociales o políticos que tienen desacuerdos y enfrentamientos constantes. La conflictividad puede ser causada por una serie de factores, como diferencias en valores, intereses o metas, o por problemas de comunicación o falta de habilidades para resolver conflictos de manera efectiva. En general, la conflictividad puede causar estrés y preocupación en las personas implicadas en los conflictos, y puede tener un impacto negativo en la convivencia y el bienestar de un grupo o comunidad.</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre;">Qué impacto negativo puede tener la conflictividad en un equipo de trabajo</span></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="color: #374151; text-align: start; white-space: pre-wrap;">La conflictividad en un equipo de trabajo puede tener un impacto negativo en varios aspectos. Primero, puede generar tensión y malestar entre los miembros del equipo, lo que puede afectar su bienestar y su capacidad para trabajar en conjunto de manera efectiva. Además, la conflictividad puede dificultar la toma de decisiones y la resolución de problemas, lo que puede ralentizar el avance de los proyectos y afectar la productividad del equipo. También puede generar una mala imagen del equipo y de la empresa ante clientes y otros stakeholders externos. En resumen, la conflictividad en un equipo de trabajo puede afectar negativamente su desempeño y su capacidad para alcanzar sus objetivos.</span></p></span></span></span></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: arial;"><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><br /></p></span><span id="docs-internal-guid-64ea4da2-7fff-a0ab-b487-023f04438e62"><b><div style="text-align: justify;"><b><span>*Esta serie de preguntas y respuestas son la consecuencia de la entrada en la web https://beta.openai.com/, en el apartado de Preguntas y Respuestas </span></b></div></b></span></span></span><div style="text-align: justify;"><span><b><span style="background-color: white; font-family: arial;"><br /></span></b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: arial; font-weight: bold;">Dicen que esta Inteligencia Artificial ha llegado para quedarse, y hemos querido entrevistarla. </span><span style="font-family: arial;">No parece que nos vaya a aportar mucho más, de momento, de lo que aportan esas entrevistas a los deportistas frente a un reto; una sucesión de frases bien estructuradas. Algo todavía más 'artificial' que excesivamente 'inteligente', si por inteligencia queremos obtener pensamientos diferenciales y muy elaborados. Pero habrá que estar muy atentos, que todo esto evoluciona muy rápido, y nos puede pillar desprevenidos. </span></span></div></blockquote>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-72919099448766669582022-12-03T13:52:00.009+01:002022-12-03T15:17:00.723+01:00Gracias por todo, maldito entrenador<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgPy7WTeSmgzQ5oV5sohzGdrhkuCJLfG8cSBI2OeOjlLyXuWmGpEcX6Z0I5VuZtcy5PCYaJFSZ36TOvr2BWD8a1B_9WsTj6JEvYfknWCR4iwh2Y5or0kpbJclwZxEFYzR4u08bWz0eTCib75o-HTRx1G0gpGfsyIBn1qoiugGm30VmoHENTNwN9MYONxA" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1299" data-original-width="2048" height="316" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgPy7WTeSmgzQ5oV5sohzGdrhkuCJLfG8cSBI2OeOjlLyXuWmGpEcX6Z0I5VuZtcy5PCYaJFSZ36TOvr2BWD8a1B_9WsTj6JEvYfknWCR4iwh2Y5or0kpbJclwZxEFYzR4u08bWz0eTCib75o-HTRx1G0gpGfsyIBn1qoiugGm30VmoHENTNwN9MYONxA=w498-h316" width="498" /></a></div><br /><br /><p></p><span id="docs-internal-guid-caba37e2-7fff-822d-b503-3fa265f1a631"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Se dice que la labor del periodista es contar que Lord Byron ha muerto a un lector que no sabía que estaba vivo.</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En este homenaje a <a href="https://www.acb.com/articulo/ver/376294">Miguel Angel Martín,</a> el hombre que nos dio a varios de nosotros (apenas veinteañeros buscando su lugar en el mundo) la opción de disfrutar, de sufrir, de reír y llorar, de desarrollar, en definitiva, nuestra personalidad durante años en un privilegiado entorno profesiona</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">l, no busquen un texto periodístico, por favor. Lo que obtendrán a continuación, desde el mayor de los agradecimientos posibles, serán unos atropellados pensamientos difícilmente contrastables con la realidad. O al menos con otras realidades. </span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-weight: 700;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>"Que vuestra historia, grande o pequeña, merezca siempre la pena ser recordada".</b></span></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Esta es la historia que me apetece recordar de <i>Lord Byron Martín</i>, un entrenador 'maldito', una persona tan capaz intelectualmente como compleja emocionalmente. Un personaje de culto como pocos. </span></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cuando hemos empezado a informar, en círculos cercanos, de su fallecimiento, prácticamente ninguno de nuestros interlocutores tenía la menor idea de por dónde andaba el 'cura' Martín.<b> </b></span><b><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Miguel Angel</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span></b><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>era estos últimos años un feliz abuelo</b>, al que por un lamentable y denunciable error médico le ha quitado años de vida. También era un exentrenador sin excesivas ganas de rememorar tiempos pasados, o tal vez con ganas de hacerlo sin ser capaz de transmitirlo del modo más adecuado. Miguel Angel era finalmente <b>un feliz marido, y un jubilado ilustre. </b>Y este último calificativo, ilustre, tal vez sea el más ajustado de todos los que se podrían elegir. De ahí la imprescindible labor del deportista disfrazado hoy de periodista.</span></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Andábamos finalizando los 80, y el Club Estudiantes necesitaba un nuevo impulso. Los años de <b><a href="https://elpais.com/deportes/2019/03/31/actualidad/1554045363_449588.html">Paco Garrido</a></b> al frente del primer equipo (así llamado entonces) ya no daban para más. Del pequeño Magariños se estaba pasando a jugar los partidos en el gigantesco Palacio de los Deportes. El inmenso trío <a href="https://www.jotdown.es/2012/09/pinone-russell-y-winslow-cuando-el-baloncesto-era-otra-cosa/"><b>Vicente Gil-John Pinone-David Russell</b> </a>perdía algo de gasolina por los años de Vicente y las lesiones de David. Y por la cantera había aterrizado no muchos años antes Miguel Angel, un hombre soltero de más de 30 años (dato lleno de prejuicios en los tiempos que corrían), con un puesto ejecutivo importante en la empresa Kodak, pero al mismo tiempo gran admirador y autoproclamado discípulo de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ignacio_Pinedo">Ignacio Pinedo,</a></b> lo cual le impedía tomar la única decisión lógica sobre su relación con el baloncesto; dejarlo. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Estar en contacto con Pinedo, era síntoma evidente de una adicción que, en el caso de Miguel Angel, se llevaba sin aparente necesidad de ponerse al frente de un equipo profesional. Con la dirección de cantera por las tardes, y entrenando al equipo junior por las noches, sin familia esperando en casa, la dosis de droga parecía la adecuada. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b><br /></b></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>¿Cómo liar entonces a una persona inteligente, y cambiar su vida para siempre?</b></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El Estudiantes lo tuvo clarísimo. Si Garrido ya no podía seguir, para qué complicarse con procesos de selección; el escalafón corría, y punto. Y lo que sucedió a partir de ese momento fue<a href="https://www.jotdown.es/2011/12/guillermo-ortiz-estudiantes-campeon-chim-pum/"> la historia de un <i>poético despropósito,</i> </a>que marcó la vida de 'el Cura' y la de muchos de nosotros. </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Miguel Angel tuvo que tomar las riendas del primer equipo a mitad de temporada y con una plantilla muy hecha a los mandamientos de Paco Garrido, el primero de los cuales era innegociable; "dos jamás pelean si uno no quiere". Para tipos como Vicente Gil o como John Pinone, aquello era una jaula de oro. Pero no dejaba de ser una jaula. Mientras se cumplieron los objetivos, no había por qué destrozar los barrotes. A Miguel Angel lo llamaron ya con la jaula rota, pero un discípulo de Pinedo puede con todo, o eso se creía el ejecutivo de multinacional devenido, de forma poco medida, en jefe de caprichosos deportistas.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Su estrategia de doma también tenía puntos innegociables.<i> "Si tengo que pasar de dirigir personas a domar animales, domaré los que yo quiera"</i>. Y los animales preferidos de Miguel Angel, dado su reciente pasado canterano, eran claramente los '<i>baloncestistas JASP'</i> de la época; <i><a href="https://www.youtube.com/watch?v=rJrsUnxLlpo">Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados.</a> </i></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Aquella intuición sobre el talento que Miguel Angel poseía, y ese carácter arisco, duro y mandón, obraron el efecto de reconversión casi inmediata del proyecto. Siempre se ha dicho que solo gana quien arriesga; El Cura no creo que estuviera de acuerdo con eso, pues fue más bien un <i>amarrategui </i>como entrenador de primer nivel. Simplemente era un extraordinario detector de talento con sólidos cimientos intelectuales. Alguien con una especial intuición para componer equipos. Muchísimo más que para entrenarlos después, por cierto. O tal vez, como sus detractores quizá convengan, simplemente era un tipo con suerte.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Aquí nos agarramos hoy más que nunca a la primera opción. A Miguel Angel le parecía absolutamente lógico sustituir a un base, que, en una de sus últimas bocanadas, le podría incendiar un vestuario <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Vicente_Gil_S%C3%A1ez">(Vicente Gil)</a>,</b> por un chaval en perfecto estado de revista física y baloncestística, majo hasta aburrir y capaz de incendiar en ese momento la pista de baloncesto con su perfil de genio <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Nacho_Azofra">(Nacho Azofra).</a></b></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Y ni qué decir tiene los ínfimos riesgos asumidos en la puesta en escena de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alberto_Herreros">Alberto Herreros.</a></b> Un animal de la competición. El necesario <i>'albertosinmiedo'</i> en ese extraño y llamativo ecosistema pijo-progre estudiantil, tan huérfano de tipos de barrio sin complejos.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Demostrados esos dos casos de éxito para la revolución, y con Pinone al mando del baloncesto competitivo de toda la vida (cabeza y foco, cabeza y más foco…),<i> Miguel Angel el Breve</i> como gustaba denominarlo al gerente del club, <b>Fernando Martínez Arroyo</b>, pasó de <i>cura de barrio a Obispo con muy merecidas ínfulas papales. </i></span><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">Lo que acabó sucediendo, durante no mucho más de un lustro</span><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;"> al mando de primer equipo de Estudiantes, fue la oportunidad de despegar hasta el infinito y más allá. A</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">quella apuesta de ruleta rusa de la gerencia estudiantil, transformó a buen club de (buen) barrio con grandísimo y bien ganado aprecio de crítica y público, en la mejor Sociedad Anónima Deportiva de su deporte en España junto al Juventud de Badalona. Con ambos proyectos llenos de argumentos para ocupar las páginas centrales de sus entornos, y de concitar los elogios por tierra, mar y aire. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Esa transformación, en el</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> baloncesto español de principios de los 90, significaba estar muy cerca de mucho dinero en patrocinios, de muchísima atención mediática, de títulos dentro y fuera de la pista; estar muy cerca de un inmejorable presente y sobre todo de un apasionante futuro. Con la tensión y el estrés del día, es muy probable que Miguel Angel no fuera plenamente consciente de a</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">quella obra de autor, de la conversión de un buen proyecto en un diseño que marcó tanto a tanta gente. <a href="https://www.youtube.com/watch?v=HffiEhnfVCo">Aquel Estudiantes diseñado exclusivamente en la cabeza de El Cura, superaba cualquier expectativa de los más optimistas.</a></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEia1YdYKW1ORNLqmpF5CBbxWFRUSt9vbs2jJlx4y8YJPBRQeobM8vqqWD2bAv9QmcQyEtzDFQWG9EGj3BPeUU6Jjz6yCbKskBfDHL7mlAY8i7vyZ_yIcTgwDf3C5lZnEcFWa8kolz52YrzufNvSaT0qSDM346DNaDZH5guz_RdkkWyELNmvNBOZvcqh7A" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="557" data-original-width="720" height="468" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEia1YdYKW1ORNLqmpF5CBbxWFRUSt9vbs2jJlx4y8YJPBRQeobM8vqqWD2bAv9QmcQyEtzDFQWG9EGj3BPeUU6Jjz6yCbKskBfDHL7mlAY8i7vyZ_yIcTgwDf3C5lZnEcFWa8kolz52YrzufNvSaT0qSDM346DNaDZH5guz_RdkkWyELNmvNBOZvcqh7A=w604-h468" width="604" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Ese diseño propio, se describe de forma evidente y por supuesto parcial (si me hubieran hecho objeto sería objetivo, decía el sabio), con un fichaje externo, además de la ya mencionada apuesta por el talento joven de la casa. Es con el fichaje de <b><a href="https://www.acb.com/jugador/temporada-a-temporada/id/20200913">Juan Aisa, </a></b>empeño de Miguel Angel, con el que claramente completa la manera tan i<i>gnaciana</i> de entender lo que podría ser el baloncesto profesional de un discípulo de Pinedo. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjwv1ivy_xfpJCRAXLwKgeH2rbukW7kqN4grCKvwQacrkCMPDL8oAMrFbpQ6v4AJ0Z_jbudLyVqtTeVrtVjPhkSbmDlHRQiBw_z12yXyvfdXOceGnK-ihMJv22gBDK3dwRvIEluKnjxC7t4qgtl7LVED1gbWlFdcoH4GhCsArWRQrc7QmKq0PTh6TBbVw" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="880" data-original-width="510" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjwv1ivy_xfpJCRAXLwKgeH2rbukW7kqN4grCKvwQacrkCMPDL8oAMrFbpQ6v4AJ0Z_jbudLyVqtTeVrtVjPhkSbmDlHRQiBw_z12yXyvfdXOceGnK-ihMJv22gBDK3dwRvIEluKnjxC7t4qgtl7LVED1gbWlFdcoH4GhCsArWRQrc7QmKq0PTh6TBbVw" width="139" /></a></div><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Juan era un chaval de primer nivel en su edad junior, de la cantera del Madrid. Lo cual ofrecía por supuesto un crédito, con la facilidad del cruce de aceras para concretar su ficha, pero sin el talento en la cancha de Alberto o Nacho, sin la singularidad de<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Antonio_Orenga"> </a><b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Antonio_Orenga">Juan Orenga</a> </b>para esa<i> guerra de guerrillas</i> ante los más altos, fuertes y ricachones </span><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">(concepto que entendíamos a la primera y le evitaba pizarras en las que jamás creyó)</span><b style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">, </b><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">y sin la obligatoriedad de ofrecerle un primer contrato como sí parecía haberla con jugadores de la casa como </span><b style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><a href="https://www.diariodesevilla.es/entrevistas/entrevista-Alfonso-Reyes-presidente-ABP_0_1501950166.html">Alfonso Reyes,</a></b><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"> </span><a href="https://endesabasketlover.com/2014/03/08/juan-antonio-aguilar-cuestion-de-focos/" style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Juan Antonio Aguilar</a><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"> o Pablito Martínez, 3 piezas del lego interno estudiantil, a las que las reglas del juego de entonces colocaban en el tablero sin alternativa posible.</span><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline;">Frente al fichaje de Juan, sí se podían plantear muchas posibles alternativas. Y muy probablemente Miguel Angel no se planteó ninguna. Y, sin pruebas concretas, nos aventuramos a proclamar que <a href="https://theobjective.com/podcasts/asi-empece/juan-aisa-youfirst-sports/">en la cabeza del diseñador se le aparecerían de algún modo características del chaval</a> que no tendrían solamente que ver con su mejorable tiro exterior, o con sus llamativos y larguísimos brazos o sus </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline;">potentes piernas capaces de incordiar mucho a los aleros rivales a la hora de defender. </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt;">Sin pruebas que lo sustenten, insistimos, nos imaginamos al intuitivo jefe de recursos humanos haciéndose -y haciendo- preguntas mucho más relacionadas con la intelectualidad del perfil que con su técnica de pase; con el rol concreto dentro de un departamento de alto nivel empresarial, que con sus puntos, asistencias o rebotes por partido jugado.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Nos imaginamos, en definitiva, a Miguel Angel anotando años antes en sus cuadernos de bitácora las aventuradas características profesionales de un cadete de la selección española en la que habían coincidido. <a href="https://www.youtube.com/watch?v=adro_xQEhVw">"La cabeza de Aisa es un músculo sano pero necesita acción…".</a></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">De nada de todo eso hay pruebas, lógicamente. tan solo una lectura fabulada, parcial y mínimamente consistente de un compañero de fatigas. Pero dicen que los hechos -más o menos fabulados- son siempre reales en sus consecuencias. Y la consecuencia de aquella sucesión de hechos liderados por Miguel Angel se resume en una situación concreta que este atropellado redactor, y agradecido cincuentón, quiere dejar como homenaje personal y colofón a quien le dio la oportunidad de vivir una experiencia de alto rendimiento que jamás podrá olvidar. Algo que, en las pocas veces que coincidimos posteriormente, no se me ocurrió compartir de forma explícita con él, tal vez por una mezcla de pudor y falta de inteligencia, o tal vez por... qué sé yo...</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En un momento de absoluta plenitud, dos veinteañeros cerraban tras de sí la puerta de una habitación de hotel en Granada, tratando de asimilar la experiencia que podría dejarles al día siguiente un absoluto protagonismo frente a una inesperada Final de Copa del Rey de Baloncesto.</span></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>- "¡¡¿Por qué somos tan buenos, Pablo, joder?!!" (</b></span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Fue el grito de mi mejor amigo en el mundo del deporte, de mi compañero de habitación en muchas de aquellas privilegiadas aventuras, de la persona más inteligente con la que jamás soñé relacionarme si de obtener lógicas respuestas se trataba).</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><b>- "¡¡A mi qué cojones me cuentas, Juan!! Dímelo tú..."</b></span></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b><a href="https://www.youtube.com/watch?v=RApJb5dw5Kw">¿Por qué parecíamos tan buenos jugando contigo al baloncesto, Miguel Angel?</a></b></span></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Ni Juan Aisa ni yo lo sabíamos entonces. Ni falta que nos hacía. Pero creo que te hubiera gustado mucho haber presenciado ese momento. Porque la respuesta, muy probablemente, estaba en tu inabordable personalidad de líder; en tu privilegiada y complejísima cabeza de director. </span></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Descansa en paz, en el <i>estadio Azteca,</i> Miguel Angel. Que sepas que jamás dejaré de tratar de responder a la pregunta de Juan. Te prometo ese humilde y torpe agradecimiento por tu confianza en nosotros, maldito entrenador.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">Mi abrazo más sentido para su viuda, Marisol, sus hijos, y para toda su familia.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="518" src="https://www.youtube.com/embed/B8uJbE60hhg" width="622" youtube-src-id="B8uJbE60hhg"></iframe></div><br /><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span><p></p><div style="text-align: justify;"><br /></div>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-10213905749803624172022-11-30T13:22:00.000+01:002022-11-30T13:22:10.120+01:00¿Luis 'Padrique' se hace, o en realidad nace?<p style="text-align: left;"><span style="color: var(--color-text); font-size: inherit; font-weight: var(--artdeco-reset-typography-font-weight-normal);"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju6Ozx12NK-LSVx7dVc6CrfVbAleonjFgJsOJ4GpSHC54q5vHYPTI1hU-HZURpc6Hcxd_8MJsThUqd-Akb1W3J1HF0JtUgh3UUusCNSRDsE3KAv0HEoRPBMMK1gXksfBvm_6Dhwktjw_d_lbPJTqtmGKF_uqzQ6crH4AJJBZYqzebx8TDLfwJBzR6_VQ/s728/Captura%20de%20pantalla_20221130_122921.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="287" data-original-width="728" height="246" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju6Ozx12NK-LSVx7dVc6CrfVbAleonjFgJsOJ4GpSHC54q5vHYPTI1hU-HZURpc6Hcxd_8MJsThUqd-Akb1W3J1HF0JtUgh3UUusCNSRDsE3KAv0HEoRPBMMK1gXksfBvm_6Dhwktjw_d_lbPJTqtmGKF_uqzQ6crH4AJJBZYqzebx8TDLfwJBzR6_VQ/w625-h246/Captura%20de%20pantalla_20221130_122921.png" width="625" /></a></div><br />Leíamos con interés un artículo de Pedro Simón en <a class="ql-mention" data-entity-urn="urn:li:fsd_company:28954" data-guid="0" data-object-urn="urn:li:organization:28954" data-original-text="El Mundo" href="https://www.linkedin.com/feed/#" spellcheck="false" style="border: var(--artdeco-reset-link-border-zero); box-sizing: inherit; font-size: var(--artdeco-reset-base-font-size-hundred-percent); font-weight: 600; margin: var(--artdeco-reset-base-margin-zero); padding: var(--artdeco-reset-base-padding-zero); text-decoration: var(--artdeco-reset-link-text-decoration-none); touch-action: manipulation; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">El Mundo</a><span style="color: var(--color-text); font-size: inherit; font-weight: var(--artdeco-reset-typography-font-weight-normal);"> hace un par de días.</span><p></p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; color: var(--color-text); counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; font-size: inherit; font-weight: var(--artdeco-reset-typography-font-weight-normal); line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">(...) Hay periodistas a los que les molesta que sonría, otros que no conciben que su hija se haya enamorado de un jugador... (...) hay incluso uno al que le jode que elija el color de la camiseta con la que juega España, como si fuese mejor que la eligiera Palomo Spain o Gabriel Rufián.</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; color: var(--color-text); counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; font-size: inherit; font-weight: var(--artdeco-reset-typography-font-weight-normal); line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">(...) Están todos esos, sí. Y luego -en la orilla contraria- estamos todos los que nos gusta absolutamente todo de Luis Enrique. (...) Nos gusta Luis Enrique -termina- porque le importa muy poco lo que digan de él. Porque se atrevió con jóvenes que apenas jugaban en sus clubes. Porque cuando ve salir una bala contra los suyos pone el pecho... (...) Argentina tiene a Messi. Brasil tiene a Neymar. Francia tiene a Mbappe. (...) Nosotros tenemos a Luis Enrique Martínez García.</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; color: var(--color-text); counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; font-size: inherit; font-weight: var(--artdeco-reset-typography-font-weight-normal); line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);"><br style="box-sizing: inherit;" /></p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; color: var(--color-text); counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; font-size: inherit; font-weight: var(--artdeco-reset-typography-font-weight-normal); line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">En un párrafo del artículo, el periodista deja incluso su definición subjetiva de lo que es un líder. "Un líder -dice- es alguien que te ve llegar en triciclo y te convence de que puedes ganar el Tour de Francia".</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; color: var(--color-text); counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; font-size: inherit; font-weight: var(--artdeco-reset-typography-font-weight-normal); line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);"><br style="box-sizing: inherit;" /></p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; color: var(--color-text); counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; font-size: inherit; font-weight: var(--artdeco-reset-typography-font-weight-normal); line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">Conversando con amigos (parafraseando a Gary Lineker; "el fútbol lo juegan once contra once... para que todos tengamos opinión"), whatsappeando, mejor dicho, surgían estas dos vertientes:</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; color: var(--color-text); counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; font-size: inherit; font-weight: var(--artdeco-reset-typography-font-weight-normal); line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);"><br /></p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; color: var(--color-text); counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; font-size: inherit; font-weight: var(--artdeco-reset-typography-font-weight-normal); line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">AMIGO L; "A mi, estas personalidades me gustan. Quizá sea un defecto. A jugadores que en su equipo no brillan, los saca rendimiento. Y su manera de razonar sobre lo que hacen en el campo me da la impresión de que tiene muy trabajado al equipo".</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; color: var(--color-text); counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; font-size: inherit; font-weight: var(--artdeco-reset-typography-font-weight-normal); line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">AMIGO M; "¿Por qué va a ser un defecto? ¿Por qué no le puede gustar a cada uno lo que quiera? Dicho lo cual, a mí me parece que el periodista mezcla cosas. </p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">L: Estoy súper de acuerdo. Las veces que habré dicho que la tranquilidad que da que te dé por c…lo que piensen de ti. Y ese es Luis Enrique y por eso me encanta. Y por eso me gustaba Clemente.</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">M; Cuando lo haces afirmando rotundamente las cosas, a mí no me gusta. ¿Qué es eso que le hace tan bueno? ¿Decir lo que piensa, como Luis Aragonés por ejemplo... o como Mourinho? Obligar al equipo a cambiar sus colores históricos, ¿eso mola? Ser un líder, ¿eso es nuevo, es raro? Que te sigan tus jugadores, ¿es extraño?</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">Entonces LE "es el dios", según dice el periodista, el ídolo máximo de la selección. ¿Realmente se puede juzgar a un buen entrenador por eso? ¿No es más lógico juzgarlo por el rendimiento del equipo? Si a los deportistas ahora se les juzga por qué tal me cae, ¿no es un poco pobre el análisis?</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">Si doy mi opinión totalmente subjetiva, a mí me parece que es desagradable a veces, con un ego enorme, y que todo eso no encaja cuando entrenas al equipo de todos. No puedes decir lo que te venga en gana ni faltar al respeto, con España no. Con los equipos, cada uno verá...</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">...Dicho lo cual; ¿qué tiene que ver todo esto con su labor como entrenador? ¿No sería más lógico hablar de sus méritos profesionales?</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">Empezó entrenando al Barça B; lo ascendió a Segunda y quedaron terceros, la mejor clasificación de siempre. Luego con la Roma no pareció cumplir las expectativas de los dueños; pero el Celta lo cogió después de salvarse del descenso de milagro y lo dejó noveno. Luego ganó todo con el Barça varias veces. Sí, era ese Barça... pero hay que hacerlo. Ahora, la Selección juega bastante bien, es verdad.</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">También es cierto que, siendo su estilo como el de Pep, y por tanto como el de Xavi, poner a 7 jugadores de City y Barça le facilita bastante las cosas, no tiene que decirles casi nada. Para</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">mi el equipo no está trabajado del todo, juega a una cosa, pero si te fuerzan, entonces juega a otra cosa distinta. El equipo sufre mucho, como ha dicho él mismo. Tampoco me gusta a mi particularmente el</p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);">exceso de riesgo atrás, pero también lo ha dicho él, y que piensa que esa es la gracia para luego tener superioridad. </p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);"><br /></p><p style="--artdeco-reset-typography_getfontsize: 1.6rem; --artdeco-reset-typography_getlineheight: 1.5; border: var(--artdeco-reset-base-border-zero); box-sizing: inherit; counter-reset: list-1 0 list-2 0 list-3 0 list-4 0 list-5 0 list-6 0 list-7 0 list-8 0 list-9 0; cursor: text; line-height: var(--artdeco-reset-typography_getLineHeight); margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: var(--artdeco-reset-base-vertical-align-baseline);"><br /></p>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-47204831770822197412022-09-20T10:13:00.004+02:002022-09-20T10:13:23.996+02:00La Spagna è diversa<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFiUKeHmXydBHHy3tox5qSR63GG1SXSYXTKWogg4sV_bKt1ezADXFpHtGJBicBEQS3PerPabtr8mg2w9mZayKYZKTS2UR4oufz53rrwMl21a5c6U2_9FV1M_w03Fg7INfq4buHHH-NIqB_6s6eZ1V5Zj6-HDdhdgloP2SDh89izr55ut9DTAtbRuT-jQ/s1320/lorenzo%20y%20juancho.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="880" data-original-width="1320" height="390" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFiUKeHmXydBHHy3tox5qSR63GG1SXSYXTKWogg4sV_bKt1ezADXFpHtGJBicBEQS3PerPabtr8mg2w9mZayKYZKTS2UR4oufz53rrwMl21a5c6U2_9FV1M_w03Fg7INfq4buHHH-NIqB_6s6eZ1V5Zj6-HDdhdgloP2SDh89izr55ut9DTAtbRuT-jQ/w586-h390/lorenzo%20y%20juancho.jpeg" width="586" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;">Estimado <b>Lorenzo:</b></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;"><b><br /></b></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;">En estos meses locos que has vivido entre nosotros, además de aprender un poco de español, de jugar mucho y muy bien al baloncesto, confío en que alguno de tus compañeros te haya introducido en las expresiones, costumbres, dinámicas diferenciales de tu país de acogida. Lo digo, por si acaso decides aprovechar tu nuevo y exitoso pasaporte más allá de las pistas de juego, donde has mantenido de sobra el respeto de los que ya te conocíamos, y te has ganado el corazón de los compatriotas que se acercan al baloncesto cada verano, con esa mezcla de lógica cercanía por un deporte que llevamos en el ADN (no hay escuela en España sin un campo de baloncesto en su patio), y de españolísima perspectiva frente al reto deportivo. Dos discursos confluyen de forma muy emocional en este entorno que a veces llaman incluso ‘piel de toro’; el más generalizado, hasta los principios de este siglo, era de cierto pesimismo; “once contra once siempre gana Alemania”. En el otro extremo, se sitúan todos aquellos que ya han crecido con los que el periodista <b>Santiago Segurola</b> enmarcó en un brillante artículo con el que dio por concluido el siglo XX deportivo; “Héroes de un nuevo tiempo”. La expresión que ha hecho más fortuna es esa que tu capitán, <b>Rudy Fernández</b>, puede trasladarte con maestría; “¿soy español, a qué quieres que te gane?”.</p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;">Tu decisión de ‘hacerte’ español este verano, lógicamente ha tenido mucho menos que ver con la emoción que con el lógico interés profesional, y la imprescindible inteligencia asociada al alto rendimiento. No me imagino a <b>Sergio Scariolo</b>, a <b>Jorge Garbajosa</b>, hablando con tu agente en los términos anteriores. Y sí te imagino intuyendo profesionalmente con tu agente una gran oportunidad; “si nos necesita el entrenador Scariolo, acepto la camiseta que me pongan”. </p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;">Déjame que comparta contigo dos fortalezas que intuyo en tu entrenador, y si un día nos tomamos un café, me das tu sincera opinión.</p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;"><span style="font-size: 12pt;">Sobre la transformación en recursos de herramientas limitadas, tú y <b>Willy</b> sois la mayor de las evidencias en el plano individual. Sin un gran exterior, y un gran interior (<b>Navarro-Pau; Ricky-Marc</b>), es imposible hacer cumbre. A ti sólo había que poder traerte, pero a Willy había que construirlo cada verano como un maestro luthier se imagina el final de un gran instrumento difícil de rematar. En la parte colectiva, el baloncesto lleva más de 100 años siendo manoseado por obsesos de la estrategia. El planteamiento de las semifinales frente a Alemania, con Schroeder sintiéndose el amo los 35 primeros minutos, sonrisa de jugón, y Sergio avisando a su especialista defensivo,<b> Luis Guil</b>, en el campamento previo a la cumbre; “Luis; os toca, macho. Avisa a <b>Alberto (Díaz)</b>, que a su entrenador se le ha olvidado subirle la botella de oxígeno”.</span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span><span style="font-size: 12pt;">Sobre la necesaria implicación de todos, lo escribió brillantemente <b>Iturriaga a Buenafuente</b> (no te quedes en los personajes) en un wsapp; “Scariolo controla como nadie el ego de sus jugadores, porque se ha dedicado como pocos a controlar su propio ego”. Bajo ese control, emerge la inteligente cordialidad de un líder. En la mano del entrenador no están los 7 de 9 triples de Juancho en la final, pero sí lo está saber que <b>Juancho</b> lleva años trabajando individualmente cada verano con <b>Angel Goñi</b>, uno de los mejores -si no el mejor-, especialista en entrenar los fundamentos individuales, y hacerle sentir a Juanjo y a Ángel (o a <b>Ricky Rubio y a Raúl López</b> en los veranos anteriores), que allí caben todos los que quieran y puedan aportar.</span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;"> </p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;">Cuando vuelvas a Estados Unidos de visita, o ahora que te preguntarán en Tel Aviv por tu inmejorable verano, tienes a huevo la mítica expresión para definirnos en tu propio idioma; - Spain? Well, you know; Spain is different… que traducido al idioma de nuestro baloncesto masculino de selección nacional, sería algo así como; La Spagna è diversa e, il nostro allenatore, veramente un capo.</p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;"><span style="color: #888888; font-size: 12pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; margin: 0cm;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="color: #222222;"><b>(Publicado en DIARIO MARCA, 20 SEPTIEMBRE 2022)</b>.</span></span><span style="color: #888888; font-size: 12pt;"> </span></p></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><br /><br /><br /><br /></div><br /><p></p>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-32328945956598644062022-09-10T16:10:00.003+02:002022-09-10T16:21:52.614+02:00La selección española de los cualquiera<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgldB4LhBPgs0FJK6imc_0obbd0eiVpOf_yj58nJydaYREQB7KCfZOeenmVM1XKFswAET-euN4jK3yi_gt6ovFJ-0hksVJLPyML2dXh5VlpW-OazoJMb1R5kaDCewj_xJ-ywzG1HCVD-gCtkXB0fdvj3eds9kCBR5X8GnUTC13Ac-oRvpxW5mGNQCKKKg/s1645/ESPAN%CC%83A%202022.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1097" data-original-width="1645" height="433" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgldB4LhBPgs0FJK6imc_0obbd0eiVpOf_yj58nJydaYREQB7KCfZOeenmVM1XKFswAET-euN4jK3yi_gt6ovFJ-0hksVJLPyML2dXh5VlpW-OazoJMb1R5kaDCewj_xJ-ywzG1HCVD-gCtkXB0fdvj3eds9kCBR5X8GnUTC13Ac-oRvpxW5mGNQCKKKg/w651-h433/ESPAN%CC%83A%202022.jpeg" width="651" /></a></div><p style="text-align: justify;"><span color="rgba(0, 0, 0, 0.9)" face="-apple-system, system-ui, "system-ui", "Segoe UI", Roboto, "Helvetica Neue", "Fira Sans", Ubuntu, Oxygen, "Oxygen Sans", Cantarell, "Droid Sans", "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Lucida Grande", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; font-family: arial;"><span></span></span></p><a name='more'></a><span color="rgba(0, 0, 0, 0.9)" face="-apple-system, system-ui, "system-ui", "Segoe UI", Roboto, "Helvetica Neue", "Fira Sans", Ubuntu, Oxygen, "Oxygen Sans", Cantarell, "Droid Sans", "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Lucida Grande", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; font-family: arial;"><span><!--more--></span></span><p><span color="rgba(0, 0, 0, 0.9)" face="-apple-system, system-ui, "system-ui", "Segoe UI", Roboto, "Helvetica Neue", "Fira Sans", Ubuntu, Oxygen, "Oxygen Sans", Cantarell, "Droid Sans", "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Lucida Grande", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; font-family: arial;">"Ya es mala suerte lograr con este equipo la primera plaza del grupo y jugarnos el cruce contra Lituania" (Sábado 10 sep. 20;45 h. Cuatro)</span></p><p></p><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;">Nos han preguntado varias veces estos días por el curriculum de algunos de nuestros jugadores. Esta España con pinta de ejército de entreguerras, tiene a su público claramente dividido entre los del vaso medio lleno ("la vida siempre puede ser maravillosa, ¿verdad, Daimiel?"), y los del vaso medio vacío ("ya veréis cuando lleguen los rivales de verdad").</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: rgba(0, 0, 0, 0.9);"><br /></span></div><span color="rgba(0, 0, 0, 0.9)" face="-apple-system, system-ui, "system-ui", "Segoe UI", Roboto, "Helvetica Neue", "Fira Sans", Ubuntu, Oxygen, "Oxygen Sans", Cantarell, "Droid Sans", "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Lucida Grande", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white;"><div style="text-align: justify;">Tratando de aportar valor a un debate sin dueño, con el optimismo de una primera plaza de grupo y la cautela debida, se nos ha ocurrido poner el foco en 3 de nuestros 'perfiles' que nos han traído hasta aquí y pueden seguir marcando diferencias.</div></span><div style="text-align: justify;"><span style="color: rgba(0, 0, 0, 0.9);"><br /></span></div></span><span id="docs-internal-guid-9e8388f8-7fff-06f3-af16-31593a91c8a4"><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">Pocos rivales tienen en su banquillo a un cerebro como Scariolo. Nuestro 'jugador' más fiable no tiene por qué ser el que meta las canastas. Scariolo hace tiempo que dio con la tecla que distingue a los simplemente buenos entrenadores de aquellos que llevan cada partido, cada torneo, cada verano y cada ciclo entero en su cabeza. La Lituania actual no cuenta con un 'jugador' de ese calibre, por ejemplo.</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">El segundo 'perfil' vendría representado por tipos como los 'americanos' Willy Hernangómez o Garuba, y otros que el gran publico debe todavía descubrir, como Joel Parra o el 'japonés' Sebas Saiz. Y claramente por Alberto Díez, base de Unicaja, rescatado por Scariolo para cumplir también con este cometido. Yo los llamaría el 'Sistema Inmune' de un equipo de Alto Rendimiento. Personalidades que, de un modo natural, corren, saltan, defienden, se pegan con el rival. Entienden el deporte como el sitio de su recreo. Y a Willy le están haciendo creerse por momentos un poco el 'rey del patio'.</span></span></p><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">Finalmente, el talento debe tener mucho protagonismo. Cada gesto de Rudy por la pista, ya sea en un entrenamiento o un partido, ayuda a que Jaime Fernández, Darío Brizuela, Pradilla, López-Arostegui muy significativamente Juancho, e incluso el españolizado Brown, quieran demostrar un poco más, y quieran equivocarse un poco menos a este nivel de exigencia.</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">¿Pretendemos, con esta reflexión, elevar a nuestra selección a la categoría de "aspirante a todo"? Aquí siempre fuimos del vaso medio lleno. Y terminamos compartiendo un momento visionario de los duros años 90, cuando José Antonio Paraiso fue convocado por Lolo Sainz siendo jugador del Cáceres CB, y un compañero de profesión lo sentenció así;</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">-"A esta selección es que ya llevan a cualquiera".</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">Aquel desprecio de entonces puede estar convirtiéndose ahora, con un ligero matiz, en el gran sello de identidad, en la gran oportunidad y la amenaza posible para los equipos rivales.</span></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: arial;">-"En este Equipo Nacional es que ya rinde cualquiera". Eso no puede ser casualidad. Por algo será. Y Lituania, y el resto de rivales, son muy conscientes de ello.</span></span></p><div><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-family: Arial; font-size: 10pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div></span><br style="background-color: white; box-sizing: inherit; color: rgba(0, 0, 0, 0.9); font-family: -apple-system, system-ui, "system-ui", "Segoe UI", Roboto, "Helvetica Neue", "Fira Sans", Ubuntu, Oxygen, "Oxygen Sans", Cantarell, "Droid Sans", "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Lucida Grande", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: inherit;" /><span color="rgba(0, 0, 0, 0.9)" face="-apple-system, system-ui, "system-ui", "Segoe UI", Roboto, "Helvetica Neue", "Fira Sans", Ubuntu, Oxygen, "Oxygen Sans", Cantarell, "Droid Sans", "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Lucida Grande", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; font-size: 14px;">(Publicado en DIARIO MARCA, 9 sep. 2022).</span>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-49645659941184476582022-04-16T22:09:00.001+02:002022-04-16T22:09:33.204+02:00 Paseando Cerca de las Estrellas<p><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAGsbTNLn2ofRMWVN22HS1wuCj_CRPEAig9v85ev18wdwsvrdU5kJYmu21F96DZIcvZ9w7o_yRm0bsvsoPra4DUgsjSuGjuTzl04eVkSWbK-2RYKUWjfORMbgkBFKAWipoy8-TSr3fPoPYCQRI2bxwSh8qO8H7xGZNaHioF4ftwrVjM17nggHM0tmScg/s1280/cerca%20de%20las%20estrellas.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="263" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAGsbTNLn2ofRMWVN22HS1wuCj_CRPEAig9v85ev18wdwsvrdU5kJYmu21F96DZIcvZ9w7o_yRm0bsvsoPra4DUgsjSuGjuTzl04eVkSWbK-2RYKUWjfORMbgkBFKAWipoy8-TSr3fPoPYCQRI2bxwSh8qO8H7xGZNaHioF4ftwrVjM17nggHM0tmScg/w468-h263/cerca%20de%20las%20estrellas.jpeg" width="468" /></a></div><br />Tal día como este fin de semana de abril, <span style="font-family: arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">hace 34 años, <b>Ramón Trecet</b> nos obsequiaba con estos 26 minutos de su incipiente programa CERCA DE LAS ESTRELLAS<a href="https://youtu.be/IsDBAkAl1-s"><b> (pinchen aquí).</b></a></span><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Imbuido de ese espíritu adolescente, con la imposibilidad de coger una máquina del tiempo para disfrutar de un espectáculo difícilmente igualable, me he aventurado a equivocarme seriamente con</span><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"> los pronósticos de estos playoffs de la NBA. Y no con unos cualquiera: esta temporada se celebran los 75 años del inicio de la competición. Asociados además al fin de las restricciones por la Pandemia, la liga norteamericana ha echado el resto en promociones espectaculares*.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Toca mojarse. Queremos aportar un quinteto inicial de opiniones, para que los lectores nos vayan quitando la razón. Advierto de antemano que mi equipo favorito hace tiempo que no cuenta demasiado en los pronósticos. Este que les escribe creció bajo el influjo de <b>Isiah Thomas </b>y sus 'bad boys', aquel conjunto de los Detroit Pistons de mediados y finales de los años 80, tan odiado por los rivales, pero tan necesario para todos los perfiles que andábamos huyendo del concepto 'Madrid vs. Barça' (a ver chaval; ¿eres de los clásicos Boston Celtics o te gustan más los espectaculares LA Lakers?).</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">1. Los favoritos claros son esta vez los Phoenix Suns. Después de perder la final del año pasado, han arrasado en los 82 partidos de la temporada regular sin grandes esfuerzos. Al inicio de este curso reforzaron un par de puestos sin perder a ninguno de los jugadores realmente importantes. Estamos ante la gran oportunidad para un jugador como <b>Chris Paul</b> de ganar el anillo, y dejar su pertenencia a esa lista maldita -tan americana- de 'los mejores jugadores sin un título de campeón'. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">2. La historia inesperada y de mayor mérito es sin duda la de los Memphis Grizzlies, un equipo que nos resulta muy cercano en España, al haber sido la casa de los hermanos Gasol durante gran parte de su carrera en Estados Unidos. Un grupo súper joven y sin estrellas aparte del jugadorazo que es <b>JA Morant</b>, tal vez la irrupción más sorprendente en la NBA de los últimos 5 años. Un dato; incluso con su estrella lesionada, los Grizzlies han sido capaces de ganar 19 partidos sobre 21. Ahora mismo es ese equipo que allí denominan 'underdog' (inesperado), que se convierte en el favorito de los más románticos. En teoría se cruzarán con los Golden State Warriors en semifinales. Una serie para no perderse.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">3. Hablemos de esos Warriors. Solo han jugado unos minutos en todo el año con su trío de líderes, <b>Steph Curry, Klay Thompson y Draymond Green. </b>La historia actual de este equipo también está asociada a otro concepto muy 'americano' en sus espectáculos deportivos profesionales: "¡jamás desprecies el corazón de un campeón!". Estos 'Guerreros de la Bahía de San Francisco' lo son. Y lo querrán demostrar de nuevo.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIKLGEtzluoqbV8T7kHQx2eLroY-Khf-NOjLv36-U3jKeupArtkjqoBbyMh4xUndYK5NjmNnXwA1AbRHJtYddwrxeD_j1L2lgz9USdOXQhtbJD3PaDf5rvu36HaItKNgGZCiSt3Nu7FU-_PY6wiWiUBnlEVv2VnYcv3V3ZNbPtA2nqQK2MiV3c_Y_qJA/s480/cerca.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="480" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIKLGEtzluoqbV8T7kHQx2eLroY-Khf-NOjLv36-U3jKeupArtkjqoBbyMh4xUndYK5NjmNnXwA1AbRHJtYddwrxeD_j1L2lgz9USdOXQhtbJD3PaDf5rvu36HaItKNgGZCiSt3Nu7FU-_PY6wiWiUBnlEVv2VnYcv3V3ZNbPtA2nqQK2MiV3c_Y_qJA/s320/cerca.jpeg" width="320" /></a></div><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">4. Regresando desde el Oeste a la Costa Este, tenemos sin duda el año más igualado que se recuerda. Entre Miami Heat, los Milwaukee Bucks (actuales campeones), Philadelphia 76ers, Brooklyn Nets (que han entrado de milagro, pero tienen en sus filas a <b>Kevin Durant</b>, probablemente el jugador más diferencial de toda la liga ahora mismo) y Boston Celtics, cualquiera puede aspirar a un puesto en la Gran Final. De ellos la historia más chula sería sin duda la de los míticos Celtics, que como ya hicieron hace 40 años con <b>Larry Bird</b>, han sido capaces de resurgir de sus cenizas en tiempo récord para proponerse como favoritos. Pero no podemos olvidar que a <b>Joel Embiid</b> (el hombre grande más determinante de todos) le han traído a Philadelphia nada menos que a <b>James Harden</b> (un jugadorazo cuya longitud y espesura de barba parece correr en paralelo con sus fracasos para conquistar el anillo), y que a <b>Giannis Antetokoumpo,</b> actual MVP y campeón con los Bucks, no se le pasará jamás el hambre de títulos, tan asociada a su biografía de niño sin recursos económicos. En definitiva, nos encontramos con una división Este en la cual hay historias para todos los gustos, y es difícil plantear un pronóstico certero.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">5. Y finalicemos con el personaje favorito para una inmensa mayoría de aficionados españoles a la competición norteamericana. Nos referimos al 'madridista' <b>Luka Doncic</b>. Tras llevar a sus Dallas Mavericks un año más a la disputa de los playoffs (con ventaja de campo en la primera ronda frente a Utah Jazz), va y se lesiona en el último partido de la competición regular. Y eso, evidentemente, les va a mermar muy mucho… justo cuando parecía que podrían hacer algo grande. La información nos dice que podría perderse los dos primeros partidos que van a jugar como locales. De sacar al menos uno los Mavericks a su favor, confiamos en que el liderazgo del esloveno haga el resto después y puedan al menos pasar a la siguiente ronda.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">*L<span style="font-family: arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">es recomiendo que abran boca <a href="https://youtu.be/1qFuhoYIQz4"><b>con este vídeo</b></a> lleno de guiños a los grandes personajes y a los grandes momentos. Ah, y "sean felices", como nos recomendaba Trecet en el siglo pasado...</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><br /></p>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-37673837144710821822022-01-12T22:53:00.000+01:002022-01-12T22:53:29.699+01:00Sergio Rodríguez y la paternidad<p><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: "times new roman", serif; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEirFRYtAJAIFCb9yce3pDAGRE5AS-crwJtIFwTS6hYYv2jG4Mvc_mWS3fAjpOFFKfxcmVQFh5jM2eCS2E_XSp1bdBGy3qBHWolFnnv8PTsIkHQWKdCu9Y2HJRFfWHMu0-7RRNbORxxNZQ_E-GsZOVkwf2X9o2_1_0-MhzFBKvhUhh5o0Eu037JPgYe-7A=s625" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="375" data-original-width="625" height="328" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEirFRYtAJAIFCb9yce3pDAGRE5AS-crwJtIFwTS6hYYv2jG4Mvc_mWS3fAjpOFFKfxcmVQFh5jM2eCS2E_XSp1bdBGy3qBHWolFnnv8PTsIkHQWKdCu9Y2HJRFfWHMu0-7RRNbORxxNZQ_E-GsZOVkwf2X9o2_1_0-MhzFBKvhUhh5o0Eu037JPgYe-7A=w546-h328" width="546" /></a></div><br />Me apetecía encontrar un modo especial de agradecerle a <b>Sergio Rodríguez</b> su penúltima maravilla de partido de baloncesto, con la que nos deleitó a todos sus seguidores en la victoria de su Olympia Milán el martes pasado en cancha del Barcelona, y envié esta cita a su teléfono.<p></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; margin: 0cm;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; margin: 0cm;"><i><span style="font-family: times new roman, serif; font-size: medium;">Un importante político alemán, por lo visto le dijo a su médico; “no le pido a usted que me rejuvenezca; todo lo que quiero es seguir envejeciendo así”.</span></i></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; margin: 0cm;"><span style="font-family: times new roman, serif; font-size: medium;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; margin: 0cm;"><span style="font-family: times new roman, serif; font-size: medium;">Me pareció oportuno hacerlo, porque hace tiempo que ‘El Chacho’ nos viene amenazando por whatsapp con el dato incontestable del carnet de identidad.</span></p><p style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; margin: 0cm 0cm 0cm 36pt;"><span style="font-family: times new roman, serif; font-size: medium;">-<span style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span>“De treintañero quiero ser como tú”, le escribimos el 5 noviembre tras otro de sus recitales, curiosamente (¿o no tanto?) contra el Barça en la primera vuelta de la competición.</span></p><p style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; margin: 0cm 0cm 0cm 36pt;"><span style="font-family: times new roman, serif; font-size: medium;">-<span style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span>“Pablo, estoy más cerca de ser cuarentón. Esto se va terminando”.</span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; margin: 0cm;"><span style="font-family: times new roman, serif; font-size: medium;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; margin: 0cm;"><span style="font-family: times new roman, serif; font-size: medium;">Desde el año 2004, la referencia de cómo me hubiera gustado haber ejercido la posición de base, está casi a tiempo completo vinculada a los mejores momentos de Sergio sobre la pista. Aquel verano se disputaba el campeonato de Europa Junior en Zaragoza, y desde el primer partido me noté metiéndome en su piel para dejar con la boca abierta a mi amigo <b>Danko Cvjeticanin</b> (“Desde <b>Drazen Petrovic</b> no vi a nadie con ese talento manejando el balón”). Gracias a Sergio, me he visto también como pieza clave en una semifinal de un Mundial, llevando a la selección española sobre mis hombros con 20 años, y frente a la mejor Argentina de la historia; he intuido el disfrute de los aficionados de la NBA con mi manera de entender el baloncesto (en Portland decían que pocos bases de la liga tenían mi visión de juego); he liderado posteriormente a dos equipos en la Euroliga hasta la conquista del trofeo, y estoy aprovechando estos últimos años de su carrera deportiva para dejar explicada la maestría del puesto por toda Europa y sus alrededores. Tal vez, por el camino, me acabe encontrando incluso con una tercera copa de campeón.</span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; margin: 0cm;"><span style="font-family: times new roman, serif; font-size: medium;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; margin: 0cm;"><span style="font-family: times new roman, serif; font-size: medium;">Por cierto, el político al que la cita hace referencia, se llamaba <b>Konrad Adenauer</b>, y fue uno de los llamados ‘8 padres de la Unión Europea’. Desde esta carta lanzo dos retos de Año Nuevo a los lectores de esta carta. El primero, que elijan a sus ‘padres de la historia de la Euroliga de baloncesto de este siglo XXI’ (El Chacho estaría entre mis 8 elegidos, obviamente). El segundo es más personal. Me gustaría encontrar a los discípulos del médico de Adenauer, porque el Don Konrad vivió hasta los 91 años. Lo mismo hay suerte, y nos ayudan a estirar algún añito más de lo esperado la carrera deportiva de ‘papá’ Rodríguez. </span></p>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-13691931490424051182021-12-23T23:28:00.000+01:002021-12-23T23:28:02.417+01:00¿Qué hacemos? ¿Seguimos participando?<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVlbOunQ8QkC1hhLEuK3e_cL6ukXPA4gwxGC8sAUMzeFVX4_42CUA_IFSOwbbmFw6KiIW5IK3mkH9WY28AWeQjTb_vSptDiHC420TzHL8MzUBySzLWz2RT6-pPpAj1qkuQdU6rrmbcVpPS/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="732" data-original-width="1100" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVlbOunQ8QkC1hhLEuK3e_cL6ukXPA4gwxGC8sAUMzeFVX4_42CUA_IFSOwbbmFw6KiIW5IK3mkH9WY28AWeQjTb_vSptDiHC420TzHL8MzUBySzLWz2RT6-pPpAj1qkuQdU6rrmbcVpPS/w601-h400/image.png" width="601" /></a></div><br /><br /><p></p><p>Los Maristas Chamberí tenían tradición en el baloncesto madrileño, pero por diversas razones jamás habían conseguido ganar ni un solo partido de la COPA COLEGIAL. Aquellos primeros años de la competición, a algunos colegios les había ido mejor que a otros, y algunos años habían sido mejores que otros dentro del mismo colegio. La situación con Maristas era muy diferente a todos ellos; su permanente participación se había saldado con un único resultado. Los llamados 'tigres', se habían convertido en la cenicienta del torneo. En los eternos perdedores en primera ronda. </p><p>- Bienvenido, Pablo. Déjame que te enseñe las instalaciones, y así conoces mi despacho.</p><p>Javier Gil, su veterano coordinador de deportes, me recibía en el colegio una fría tarde de diciembre, hace ahora algo más de 10 años. En la década que el torneo llevaba disputándose, no había tenido la oportunidad de acercarme a visitarlo.</p><p>No serían más de las 7 de la tarde. Las luces de la instalación deportiva ofrecían una atmósfera cálida. Aquello tenía la pinta de un gimnasio semi cubierto, y las dimensiones de la pista de baloncesto no eran oficiales.</p><p>- Aquí. como verás, podemos entrenar, pueden jugar los pequeños al minibasket, pero no se puede competir. Por eso, y con las reglas que tenéis en el torneo, jamás podremos jugar un partido de la COPA COLEGIAL como anfitriones. Con la afición llenando nuestras gradas. </p><p>Este que les escribe, que ya venía mentalizado para un discurso no demasiado optimista, asentía sin ninguna pose ante lo que parecía una evidencia incontestable. Les habíamos invitado a participar en una fiesta en la que habíamos marcado unas reglas que no les beneficiaban en absoluto.</p><p>- ¿Qué hacemos, Pablo? ¿Seguimos participando? Yo no quiero dejarlo. A pesar de las derrotas, la ilusión previa de los chavales cada año me aporta mucho valor.</p><p>- Javier, acerté a decir. Yo no puedo dirigir el deporte de tu colegio. De una manera egoísta, en la COPA COLEGIAL os necesitamos a todos. Estamos apenas empezando. ¿Te imaginas lo que este proyecto puede llegar a convertirse, si lo seguimos haciendo crecer entre todos?</p><p>- ¿Y qué puede ser, Pablo? Yo sé lo que a mi me gustaría conseguir del torneo en algún momento, pero no lo veo posible.</p><p>- Dímelo.</p><p>- Me gustaría que tanta ilusión de tantos chavales, por ahora sin premio, se pudiera compensar algún día con un Estandarte de Campeones. </p><p>(Llegados a ese punto, ya no había marcha atrás posible en la conversación. Tocaba subir la música a todo volumen).</p><p>- ¿Sabes lo que te digo, Javier? Cuando Pablo Carabias* y yo nos sentamos hace algunos años a filosofar, a pensar en grande, a pedir cosas que darían mucha coherencia al proyecto, algo de lo que comentas ya nos rondaba por la cabeza. ¿Te imaginas Pablo -le decía- a Maristas Chamberí ganando un día la COPA COLEGIAL? Y Carabias, en su 'locura colegial' en la certeza de que habíamos estado haciendo "siempre lo correcto", como le gustaba remarcar, no sólo se lo imaginaba, sino que siempre ha estado seguro de que algún día acabará pasando. ¿Te cabe alguna duda de que Maristas Chambería acabará ganando el torneo? A nosotros ninguna.</p><p>El apretón de manos dio por finalizada la singular tarde de aquel invierno madrileño. Y la primera llamada, no tardó en llegar.</p><p>- ¿Qué tal te ha ido con Javier?</p><p>- Bien. Está preocupado por sl futuro de su colegio en el torneo. No ve claro que puedan competir en algún momento, y lo noté desanimado. Aunque la reunión acabó mejor. Le transmití lo que siempre hemos soñado tú y yo.</p><p>- ¡Que no es un sueño, coño. Que eso acabará pasando, ya verás!</p><p>FELIZ NAVIDAD.</p><p><br /></p><p><br /></p><p>(*). Pablo Carabias fue el creador de la idea <a href="https://www.movistarestudiantes.com/prensa/noticias/se-levanta-el-telon-de-las-series-colegiales-2005/">SERIES COLEGIALES</a>, que después transformamos en <a href="https://copacolegial.com/madrid/noticias/lo-que-no-vemos-cronica-la-espectacular-entrega-del-salon-la-fama-2020-2021-madrid/107005">COPA COLEGIAL</a></p><p><br /></p><p><br /></p>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-62853109351266406722021-12-13T14:59:00.009+01:002021-12-13T16:00:19.314+01:00Paseando a Don Manuel*<p><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><b></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhUS3N5V22K8Vyy4uEIziTnQr11JYVmNmY7qqE9OiDq-f18GOwNeu9ok5QOA-YtqEYVc3XN9Z2dSLfU2exOLitMBsgz2kKPDxa1lGuhKwa6wLvtNJFy-Q9vWzuadrNGaizA40Geu8Kk13NOwxNBIrjs3fJ8QRUR_esaZUdg9icvb8Dwx5fyM32blAagrw=s743" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="396" data-original-width="743" height="353" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhUS3N5V22K8Vyy4uEIziTnQr11JYVmNmY7qqE9OiDq-f18GOwNeu9ok5QOA-YtqEYVc3XN9Z2dSLfU2exOLitMBsgz2kKPDxa1lGuhKwa6wLvtNJFy-Q9vWzuadrNGaizA40Geu8Kk13NOwxNBIrjs3fJ8QRUR_esaZUdg9icvb8Dwx5fyM32blAagrw=w660-h353" width="660" /></a></b></div><b><br /><div style="text-align: justify;"><b style="font-size: 11pt;">El lugar fue Marbella</b><span style="font-size: 11pt;">, y la fecha un fin de semana en noviembre de 2019. Este que les escribe tenía que cuidar la exposición del <a href="http://museodeldeporte.es/">Museo del Deporte </a>que el diario Marca había incluido en su evento llamado Sports Weekend. </span></div></b><p></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>Cuando Manolo llegó al recinto</b>, nos comentaron su necesidad de volver después al club que lleva su nombre, donde lo esperaban para presidir un clinic con los chavales de la zona. </span></p><div style="text-align: justify;"><span face="Arial, Helvetica, sans-serif" style="color: #222222; font-size: small;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><a href="https://www.moebiusconsulting.com/author/pablomartinez/">"¿Podrías acercarle tú?" </a></span></p><div style="text-align: justify;"><span face="Arial, Helvetica, sans-serif" style="color: #222222; font-size: small;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>Señalaba Martin Luther King</b> que todos deberíamos encontrar alguna cosa por la que poder morir para sentirnos vivos. Yo iba a tener a mi disposición durante 20 minutos a uno de los mayores mitos de nuestro deporte, solamente con la condición de dejarlo a salvo tras el trayecto, y no cabía en mí de gozo. Luther King exageraba un poco.</span></p><div style="text-align: justify;"><span face="Arial, Helvetica, sans-serif" style="color: #222222; font-size: small;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>En esos 20 minutos,</b> quizá Manolo me permitiría explicar cómo mi padre me había vendido una de nuestras primeras experiencias deportivas juntos ("hijo, ya verás como Santana le hace alguna dejada al rival y consigue que la bola le vuelva a su campo por el efecto que le da"), confesando que él cumplió con creces con su parte de la venta. Y que tal vez fue aquel día, en las pistas de tierra batida situadas en la vieja Ciudad Deportiva del Real Madrid, cuando empecé a amar de verdad mi deporte favorito.</span></p><div style="text-align: justify;"><span face="Arial, Helvetica, sans-serif" style="color: #222222; font-size: small;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Probablemente me daría tiempo a contarle que uno de los textos sobre temática deportiva que más he disfrutado en mi vida, lo tenía a él de principal protagonista. <a href="https://elpais.com/diario/2004/12/04/deportes/1102114807_850215.html">Lo escribió Santi Segurola en El País en 2004,</a> con motivo de la irrupción de Nadal en aquella Copa Davis de Sevilla. "En la cancha, Rafael Nadal se enfrenta a Andy Roddick", escribía Santi, y en la grada se habían reunido <b>"por primera vez para presenciar una final de un equipo español los 3 pioneros, Santana, Gisbert y Arilla, que, junto al ya entonces fallecido Juan Manuel Couder, habían perdido 39 años antes la final en Australia".</b> Y ya me estaba imaginando alguna lacónica respuesta ("el tiempo corre que vuela"), fruto de la escasa energía que ya se le notaba en esos meses previos a la dichosa Pandemia. </span></p><div style="text-align: justify;"><span face="Arial, Helvetica, sans-serif" style="color: #222222; font-size: small;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>Nada de lo imaginado sucedió, por supuesto.</b> Sé que yo hablé más que él. Y fundamentalmente de cosas triviales. Pero recuerdo que, en un momento concreto, parados en un semáforo, sí me atreví a ir un poco más allá, transmitiendo un sincero agradecimiento por lo que su figura había significado para nuestro deporte. Y no olvidaré jamás su mirada clavada en el horizonte, sus ojos vidriosos y un vano intento de respuesta. <b>Dicen que, a veces, es el silencio el que nos permite pensar mucho más en el cielo.</b></span></p><div style="text-align: justify;"><span face="Arial, Helvetica, sans-serif" style="color: #222222; font-size: small;"><br /></span></div><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Descansa en paz, Manolo. <b>Vaya desde aquí un abrazo enorme a sus seres queridos.</b></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b><br /></b></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>(*) <i>Artículo publicado en el Diario Marca, el 13 diciembre de 2021.</i></b></span></p>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-18658541916691175482021-10-06T12:17:00.004+02:002021-10-06T12:20:27.292+02:00Pau Gasol y el Arte de la Guerra<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv4iAgs-EDnmhPdlUmd55XnYkJexwvzoFHSDJ1hLuGg88useZx-kDYLZfsYliJNz52vDYzA7E1nU2NDDavPd2J6ogONkS4CulPfg9jUJ7hXhDT-cq8WeDIaKapDMsGom83fhfEVkm7jQuh/s1390/GASOL+VS+HOWARD.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1390" data-original-width="1098" height="525" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv4iAgs-EDnmhPdlUmd55XnYkJexwvzoFHSDJ1hLuGg88useZx-kDYLZfsYliJNz52vDYzA7E1nU2NDDavPd2J6ogONkS4CulPfg9jUJ7hXhDT-cq8WeDIaKapDMsGom83fhfEVkm7jQuh/w396-h525/GASOL+VS+HOWARD.jpeg" width="396" /></a></div><br /><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Quizá de todas las andanzas de Gasol como profesional del baloncesto, de sus numerosos éxitos como privilegiado deportista, <b>aquel final de su segunda temporada en Los Ángeles Lakers,</b> el año de su primer anillo de campeón, pudo ser el más completo. El mejor equipo del mundo en el baloncesto de clubes, sin comparar con sus veranos de selecciones nacionales, necesitaba de Pau un paso al frente en una materia que no había necesitado dominar hasta la excelencia, la defensa. Los playoff fueron cumpliendo los pronósticos, dejando para la Gran Final el duelo previsto; Los Ángeles Lakers eran los campeones de la Conferencia Oeste, mientras los Orlando Magic de Superman Howard habían sorprendido a Los Celtics y a Miami Heat, el otro favorito, haciéndose con el oficioso título de campeones del Este.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 10pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>De nuevo Gasol llegaba al último campamento antes de la gran cima</b>, en su primera temporada completa en el equipo, y de nuevo se apuntaba en él la capacidad del equipo para hollar el pico más alto de su profesión; el anillo NBA.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 10pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Lo que sucedió durante ese playoff, fue el trabajo más fino e inteligente que podemos recordar en un hombre alto del baloncesto a ese nivel. <b>Gasol había ido asimilando todo tipo de presiones</b> –del entrenador, de la prensa, de sus compañeros-, sin elevar excesivamente la voz, y sin cambiar de un modo evidente su presencia en la cancha. Pero había ido preparando una sorpresa en caso de que el enfrentamiento con Howard se hiciese realidad. Es difícil asegurarlo, pero es probable que sorprendiera a sus propios compañeros. <b>Gasol estaba absolutamente preparado para defender a Howard</b>, pero lo estaba gracias a un músculo que no parecía el más importante en el choque de cuerpos gigantes tan cerca de la canasta. <b>Pau se planteó la serie de partidos frente a ‘superman’ como un reto mucho más intelectual que físico</b>, usando su cerebro de privilegiado deportista para poner todos los recursos técnicos posibles a su favor (anticipación en los movimientos, elección de lugares en los que enfrentarlo, uso de las faltas en momentos importantes pues Howard era un muy irregular lanzador de tiros libres, convencimiento previo y manejo de las ayudas de sus compañeros de modo absolutamente coordinado), convirtiendo un combate individual en inferioridad de condiciones, <b>en una batalla coral de la que salió como brillante vencedor y hombre clave en la victoria final de su equipo.</b></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 10pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Lo que Pau puso de manifiesto, durante ese playoff que terminó de rematar su perfil de ‘mito' del Deporte Español y Mundial, fue <b>la privilegiada capacidad de un deportista de equipo para potenciar todas sus fortalezas</b> como competidor y minimizar sus posibles debilidades en el momento justo y en el lugar correcto. En el Arte de la Guerra, aquel general chino, explicaba las claves de su filosofía en dos principios…</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 10pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño.</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 10pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">…y Pau Gasol, nos explicó durante aquellas dos semanas de Final NBA frente a los Orlando Magic de Superman Howard que él también podía disfrazarse. <b>Tomó el disfraz de Szun Tzu, y ofreció una lección de inteligencia</b> deportiva para los anales del baloncesto.</span></p><div><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /></div>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-55614987598549813632021-09-25T09:38:00.003+02:002021-09-25T09:38:37.658+02:00La sonrisa de Sergio García<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqw1Dcm2PQYaIN9N3L40e_mlcLOqJX3nw_hGSVOrXvyIZWY3sIDXHPv6M8vRsH4ejmJO-DjR7NXOhbwhZ-oIL0UJdfLnyClUpTj9XU65RNWhHu-Kp86OvYmEfdIAn_-EDLiSmakX_309nl/s414/sergio+y+jon.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="276" data-original-width="414" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqw1Dcm2PQYaIN9N3L40e_mlcLOqJX3nw_hGSVOrXvyIZWY3sIDXHPv6M8vRsH4ejmJO-DjR7NXOhbwhZ-oIL0UJdfLnyClUpTj9XU65RNWhHu-Kp86OvYmEfdIAn_-EDLiSmakX_309nl/w640-h426/sergio+y+jon.jpeg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; white-space: pre-wrap;"><i>“Si queremos desarrollar un perfil de Alto Rendimiento, es tan importante conocer su talento como su personalidad. La estructura biológica de la personalidad, es el mejor predictor del comportamiento futuro de cualquier persona en su desempeño laboral, y en su vida personal. Nos explica las pautas de comportamiento que dominarán su manera de estar en el mundo -y desenvolverse en el trabajo-, y será la que determinará el grado en el que podrá desarrollar más o menos su potencial en un nuevo entorno, o adaptarse a nuevos equipos y nuevos retos. Por ejemplo, los rasgos críticos para asumir la responsabilidad de ‘ganar un torneo de golf’, son cruces de factores psicológicos muy predecibles, tales como estabilidad emocional, psicoticismo, etc… Esta es la razón por la cual perfiles con igual talento, finalmente rinden de manera diferente”.</i></span><p></p><span id="docs-internal-guid-b79553d1-7fff-3ec0-f307-65cd8cd5de81"><p dir="ltr" style="line-height: 1.08; margin-bottom: 0pt; margin-top: 7pt;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Todo el párrafo anterior (perdón por su longitud), está entrecomillado por una razón muy evidente; no es la opinión de quien les escribe esta carta, sino de uno de los mejores especialistas en predicción del comportamiento de nuestro país, <b>el psicólogo Rodrigo Martínez de Ubago.</b> Se me vino a la cabeza esta reflexión del profesor Martínez de Ubago justo al inicio de uno de los eventos deportivos más valorados por sus aficionados; la Ryder Cup de golf, que se está disputando desde este viernes en territorio norteamericano, en la región de Michigan, justo al borde del lago que comparte su nombre.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.08; margin-bottom: 0pt; margin-top: 7pt;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La primera imagen que pudimos presenciar del evento, correspondía a la entrevista que Movistar plus estaba ofreciendo con <b>Jon Rahm y Sergio García.</b> La pareja española, ha tenido el honor de salir en el primer partido del evento representando a Europa. Algo que podíamos intuir, pero que no deja de ser impactante, pues refleja muy a las claras el nivel de liderazgo que el capitán del equipo otorga a nuestros compatriotas; “salid ahí fuera, y marcadnos el camino en territorio enemigo”.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.08; margin-bottom: 0pt; margin-top: 7pt;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Para este cronista, lo de menos fueron las palabras (coherentes; motivadoras; lógicas) que tanto Jon como Sergio transmitieron a la audiencia, y se dedicaron mutuamente. Pero hubo algo que, no por sabido (lleva años sucediendo), debemos remarcar; Sergio García encuentra en la Ryder Cup el mejor lugar para expresar su conexión con el deporte, el evento donde puede maximizar su rendimiento. Y sus palabras fueron acompañadas del modo en que cualquier niño feliz las hubiera expresado; con una sonrisa contagiosa, que no se le desdibujó del rostro.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.08; margin-bottom: 0pt; margin-top: 7pt;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>La carrera de Sergio García como jugador profesional de golf, quedará en los libros de su deporte impresa en letras doradas.</b> Uno de sus récords (el de más torneos seguidos disputados de los llamados ‘grandes’; entre 2000 y 2019 jamás se perdió uno solo de ellos; multipliquen...), es difícilmente igualable. El rendimiento de Sergio como golfista, no admite discusión. ¿O sí? Curiosamente, ha sido uno de los deportistas ‘top’ más controvertidos. La razón principal podría encontrarse en el difícil equilibrio entre el talento propio y las expectativas ajenas. En el caso de Sergio, un exceso en ambos parámetros, transformó en numerosas ocasiones lo que era un excelente vino dulce en un trago muy amargo.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.08; margin-bottom: 0pt; margin-top: 7pt;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>Pero Sergio ha encontrado a lo largo de sus 20 años en la profesión, el perfecto refugio frente a la incomprensión</b>; cada dos años, con la misma regularidad mostrada en los torneos individuales (sólo dejó de ser convocado en la edición de 2010), el jugador español se ha vestido de azul y amarillo, con ese uniforme europeo en el que tanto nos cuesta reconocernos todavía, como cualquier chaval se enfunda, el día de los Reyes Magos, la camiseta de su equipo favorito. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.08; margin-bottom: 0pt; margin-top: 7pt;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>¿Es posible que nuestra capacidad para ‘jugar’ en equipo, o para ‘jugar’ de un modo más individual esté tan determinada de antemano?</b> Recuerdo hacerle esta pregunta al profesor Martínez de Ubago al poco tiempo de conocernos. Se la hice, impactado por el resultado de una prueba personal, en la cual el parámetro de jugador de equipo salía especialmente bajo. ¿Cómo es posible -le importuné- si me llegaron incluso a pagar por jugar al baloncesto? Y su respuesta fue la mejor medicina posible frente al estrés del Alto Rendimiento. “Porque eres lo suficientemente inteligente para saber que te convenía jugar en equipo para lograr tus objetivos personales”.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.08; margin-bottom: 0pt; margin-top: 7pt;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>Uno tiene la intuición de que, detrás de la sonrisa de Sergio García en la Ryder Cup, se aloja una respuesta similar de nuestro experto</b> en biología de la personalidad; “este chaval ha nacido para jugar en equipo, aunque es lo suficientemente competitivo y talentoso para llegar muy alto en un deporte individual”.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.08; margin-bottom: 0pt; margin-top: 7pt;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Parafraseando a Dawkins; <b>probablemente ni Sergio, ni tú, ni yo, podamos cambiar demasiado. Disfruta lo máximo que puedas de ti mismo y trata de adaptar tu entorno lo más posible a tu personalidad</b>. Si por nuestro protagonista fuera, estamos convencidos de que cada torneo de golf del circuito americano, le gustaría planteárselo como la mejor Ryder Cup posible. Y se partiría de risa todos los fines de semana.</span></p><br /></span>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-81854150578253140422021-07-06T00:51:00.005+02:002021-07-06T10:32:17.320+02:00 “EL EQUIPO DE FÚTBOL PERFECTO ES UNA TRIBU DE AMIGOS QUE SE NECESITAN, NO UN GRUPO DE ATLETAS HÍPER ENTRENADOS. <div class="separator"><br /></div><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwZf59QcVopG340oTrM5Kin6dyJykGU3vh6zb_jRoexHFcBJBdw7_vSxNEq6lVtMhUl2ZwU8GLujSvZnKTjMFqbeZOkl1SABNNbWnzAZ1VT_wTgkBVyxRI4mTHvKhWHDD3ccNQzJc83vkE/s2048/20210702_181819.jpg" style="background-color: white; clear: left; float: left; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwZf59QcVopG340oTrM5Kin6dyJykGU3vh6zb_jRoexHFcBJBdw7_vSxNEq6lVtMhUl2ZwU8GLujSvZnKTjMFqbeZOkl1SABNNbWnzAZ1VT_wTgkBVyxRI4mTHvKhWHDD3ccNQzJc83vkE/w640-h480/20210702_181819.jpg" width="640" /></a></div><br /> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; text-align: left; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; text-align: left; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Aprovechando unas ponencias que debe impartir, y tras más de año y medio de conversaciones (pocas) a través del teléfono móvil, nos vemos de nuevo en Madrid con uno de nuestros grandes referentes en el mundo del Alto Rendimiento deportivo. El <b>Dr. Leo Pruimboom </b></span><span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; text-align: left; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">(Amsterdam, Países Bajos, 1961), fundador de la Psiconeuroinmunología clínica (PNIc) en Europa,” la ciencia médica del estilo de vida”, como le gusta llamarla, llegó a España a mediados de los años 80, para desempeñar su profesión de entonces; la fisioterapia. Se instaló en la zona del Levante y, en poco tiempo, montó una verdadera revolución con su especial acercamiento a las necesidades de sus pacientes. Este cronista, tuvo la oportunidad de conocerlo en 1997, gracias a los consejos de José Luis Llorente (base del Real Madrid, CAI Zaragoza o Andorra, medalla de plata con la selección española de baloncesto en Los Ángeles 84, y por entonces veterano rival en la ACB). </span></div><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La cita con el Dr. Pruimboom tiene como marco la Federación Madrileña de Tenis. Jugaremos un rato (“no me metas en una pista cubierta; que nos dé bien el sol y que pasemos calor, por favor”), veremos después el partido de España frente a Suiza, y aprovecharemos para pedirle opinión sobre lo que queda de Eurocopa. Nuestra relación es indisociable del deporte. Jamás olvidaré la segunda consulta que pasé con él hace casi 25 años. Mi objetivo en aquel momento era recuperar mi lesión crónica en ambas rodillas. Leo me citó en una pista de squash, y me pegó tal paliza que me olvidé de las dichosas tendinitis rotulianas que arrastraba desde los 19 años. “No inventé nada, Pablo. Todo aquello estaba siendo publicado. Ese ‘pobrecito’ chaval al que ‘había que cuidar cada día para que no le dolieran los tendones’, tenía que dejar atrás esa ‘senda dolorosa’. No había nada de ‘mágico’ en despreciar tus dolores de entonces. Yo no trabajo desde la fe. Yo no creo que algo va a funcionar. Yo trabajo desde la ciencia. Yo sé que funcionará. Y si por algún motivo no funciona, tendré que seguir investigando y estudiando para saber más”.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW-vZuV_O-4nfTlIayr945S9kaC5ly3js6h8WC3pADkQad8F2J-CvoVCpzmMas1pj58mUDUjfJgrcN50JCRP2qbNf8r0ftb6Rw1KYDrhJwJg7fn8kCahUsIupSRzntEioqaR9kVZpGnnhD/s2048/20210702_181753.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW-vZuV_O-4nfTlIayr945S9kaC5ly3js6h8WC3pADkQad8F2J-CvoVCpzmMas1pj58mUDUjfJgrcN50JCRP2qbNf8r0ftb6Rw1KYDrhJwJg7fn8kCahUsIupSRzntEioqaR9kVZpGnnhD/s320/20210702_181753.jpg" width="320" /></a></div><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Lo que comenzó como una relación de fisioterapeuta y paciente, acabó derivando en una amistad con una necesidad común; el desarrollo de ese movimiento científico de nombre impronunciable. Leo, junto al Doctor Bram Van Dam (fallecido hace ya más de una década y que había sido su profesor en la facultad), se había empeñado en transformar los conocimientos médicos surgidos en los laboratorios de la facultad de psiquiatría de la Universidad de Rochester (Nueva York), en intervenciones clínicas capaces de ir más allá del síntoma, de llegar a la causa de problemas complejos que se empezaban a percibir por lo que hoy solemos llamar el “estilo de vida occidental”. </span><p></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El partido de tenis que teníamos pendiente no da para más, y España ha empezado su cruce de cuartos frente a Suiza. Nos sentamos frente a la televisión del bar de la federación ya con el 1-0 a nuestro favor, a punto de llegar al descanso. Aprovechamos esos minutos para compartir una cerveza y las primeras reflexiones sobre lo que más le está llamando la atención de esta Eurocopa tan diferente a todas las anteriores.</span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">-¿Viste a Benzema el otro día? Se quedó totalmente vacío en la prórroga. Y tantos jugadores con problemas musculares. Yo no lo veo normal.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“Con el tema de los problemas musculares, ya verás como vuelven a hablar de un déficit de magnesio; o de que no los jugadores no se están hidratando bien. Todo eso, para mí forma parte de la ‘mitología científica’. En los deportes de equipo, el problema muscular se da mucho más por una falta de adaptación frente al reto. Me explico. Trabajar mucho la fuerza o la velocidad, está bien para los atletas. Pero el fútbol, por ejemplo, es un deporte sobre todo de habilidad y capacidad de asociación, y se están descuidando las habilidades propias de ese juego en concreto. Eso es lo que debería primar en los entrenamientos, por encima de cualquier otra cosa. En un equipo capaz de ayudarse de verdad, entrenado para competir a través de socializar más que el rival, la posibilidad de acalambrarse en una prórroga será menor que la de un grupo con tipos rápidos y fuertes, muy bien hidratados, pero sin esa capacidad de asociación en busca del objetivo. El primero, en los momentos de alta exigencia durante el partido, gestionará mucho mejor el estrés. El calambre no se soluciona con agua, sino con una mejor adaptación a la exigencia real de tu deporte”.</span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En el baloncesto ya no hablamos sólo de la estadística avanzada, ese cruce de datos con múltiples variables. La siguiente revolución que viene es lo que se podría llamar ‘personalidad avanzada’. Mi ex compañero y amigo Johny Rogers (director de scouting en los Wizards de Washington) dice que en la NBA ya no interesa tanto si el jugador mete más o menos triples, sino su capacidad de tomar buenas decisiones.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“La toma de decisiones en el Alto Rendimiento deportivo, sigue siendo un campo apasionante de trabajo científico, exportable a muchos entornos. Te pongo un ejemplo. Messi, no solamente controla, domina y protege mejor que nadie un balón de fútbol. Además, mientras lo hace, tiene a todos sus compañeros en la cabeza. Los demás saben que, gracias a su habilidad como futbolista, ese balón podría llegarle siempre a cualquiera que esté en disposición de hacer daño al rival. Si lo llevamos al campo de la biología evolutiva, que es lo que estudiamos mucho en PNI, podríamos decir que, con Messi en la tribu, sus compañeros perciben muchas más posibilidades de éxito frente al reto más exigente. La habilidad de Messi en un campo de fútbol es, por tanto la de un gran ‘socializador’; lo lleva dentro. Y, además, con una motivación intrínseca pura, que es la que tienen los más grandes deportistas. Y quien dice Messi puede decir Johann Cruyff, mi ídolo de todos los tiempos, como holandés que soy, y cualquiera de los más grandes futbolistas en los que podamos estar pensando. Después, podrán ser más o menos extrovertidos, más o menos cordiales... ”. </span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Como podrán comprobar, aunque ha trabajado con muchísimos deportistas todos estos años, el fútbol ha sido siempre la debilidad del Dr. Puimboom. Llegó a entrenar en las categorías inferiores del Ajax. En España, por ejemplo, trabajó con el Villarreal a finales de los 90, gracias a la especial relación previa que había tenido con la familia Roig. </span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlGvA4qQO9Gh-gdjldqKxMowWY7IqaCIZWjzAlbbb2Eko16ObJyQb-qJ7P35uOoQgCJf27OPDGMSUThg4yfBQPT178Drzv6aQfOhqGz3DpUbJk8eujiE2gyo6kikGRb4Wdd1W_XmaSy5H-/s2048/20210702_184115.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlGvA4qQO9Gh-gdjldqKxMowWY7IqaCIZWjzAlbbb2Eko16ObJyQb-qJ7P35uOoQgCJf27OPDGMSUThg4yfBQPT178Drzv6aQfOhqGz3DpUbJk8eujiE2gyo6kikGRb4Wdd1W_XmaSy5H-/s320/20210702_184115.jpg" width="320" /></a></div><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-weight: 700; white-space: pre-wrap;">Me contabas que te siguen buscando para volver a trabajar en el fútbol de élite. ¿Has avanzado con eso?</span><p></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“He estado hablando con un equipo top de primera división holandesa estos días, pero todavía no te dejo publicar su nombre. No sé si aceptaré la propuesta. Les he preguntado qué es lo más importante que necesita el equipo para el próximo año. Y lo que me temía. El preparador físico me ha hablado de la fuerza, con el psicólogo he acabado hablando de las emociones. Al segundo entrenador le interesa sobre todo la táctica… Yo no estoy en absoluto de acuerdo con nada de eso. Lo principal en un equipo de cualquier deporte, es trabajar sobre todo las habilidades relacionadas con ese deporte. Las ‘skills’ que dicen los ingleses y los americanos, las habilidades puras con las que vas a poder sobrevivir. Los deportes de equipo se han obsesionado los últimos años con hacer atletas cada vez más rápidos, cada vez más fuertes. Pero lo que garantiza el éxito a medio y largo plazo en un equipo es tener jugadores cada vez más hábiles en su medio, capaces de socializar como nadie con el balón y sin el balón”. </span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">(Esto me suena al estado de ánimo de Jorge Valdano, pienso para mi. Pero rápidamente vuelve la ciencia)</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“Los estudios que se están publicando, hablan de que el 90% del éxito del niño de 9 años que puede liderar un equipo de fútbol en el futuro, no lo va a dar su fuerza o su velocidad a esa edad. Es mucho mejor predictor esa habilidad a la que me refiero. Su relación con el balón y con los demás compañeros. Yo no quiero identificar en el primer entrenamiento a los más fuertes y a los más rápidos. Necesito saber quienes son capaces de pasar el balón a más compañeros diferentes; quienes son capaces de tomar decisiones de grupo con más agilidad”.</span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Probablemente, por esa seguridad que Leo Pruimboom</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> ha transmitido siempre a su entorno, y desde lo adelantado de sus intervenciones en la nutrición, en el ejercicio; con esa permanente conexión entre los factores de riesgo para intervenir sobre la curación de una patología </span><span style="background-color: transparent; color: #212529; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">(</span><span style="color: #212529; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">la tesis presentada para obtener su doctorado por la Universidad de Groningen partía de que la falta de movimiento actual debe considerarse la causa verdadera de prácticamente la totalidad de la carga patológica del ser humano)</span><span style="background-color: transparent; color: #212529; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">,</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> iba preparado para la posible respuesta de Juan Roig -presidente de Mercadona, y uno de los primeros pacientes de Leo en España hace ya más de treinta años-. Salía Roig del hotel oficial de los equipos en una Copa del Rey de baloncesto celebrada en Madrid antes de la pandemia, y lo abordé sin pensarlo demasiado. “Juan, antes de presentarme, te voy a decir un nombre que quizá te traiga recuerdos”. “¡Hombre, el mago! ¿Qué es de su vida? Dale muchos recuerdos de mi parte. Jamás me olvidaré de él” </span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“Jajajaja” (se reía al otro lado del teléfono cuando le conté la anécdota). “Mercadona es lo que es gracias a que yo traté a Juan Roig”.</span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En los primeros minutos de la segunda parte, nada hace presagiar un empate de Suiza, y la conversación va fluyendo. </span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Cuál sería entonces el equipo perfecto? ¿Tienen que ser todos grandes ‘socializadores en el campo’? </span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Hay dos perfiles que pueden no tener la habilidad para asociarse tanto, que no dañan mucho aunque sean más ‘individualistas’. Sobre todo el portero, al que necesito muy, muy dominante, y tal vez también ese delantero centro de toda la vida. El cazagoles. </span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhiJj1yRaG6cDFyVsXxYhzVhGxqnSZSICN4Hvc0piqlQNEvTipb8lvSU5N05UCOZjsCzvBYNEIHbHw-7GouV_lyP3csP7YX7jefH1-cqgHXDWn0WY2bzrb9xaKkBdeeJPPKm_o1HI96ox2/s2048/20210702_203654.jpg" style="background-color: transparent; clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhiJj1yRaG6cDFyVsXxYhzVhGxqnSZSICN4Hvc0piqlQNEvTipb8lvSU5N05UCOZjsCzvBYNEIHbHw-7GouV_lyP3csP7YX7jefH1-cqgHXDWn0WY2bzrb9xaKkBdeeJPPKm_o1HI96ox2/s320/20210702_203654.jpg" width="320" /></a><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cristiano Ronaldo, por ejemplo</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Por ejemplo. Pero Cristiano tiene una cosa que en la biología evolutiva ha jugado un papel muy principal en nuestra supervivencia como especie. Su motivación intrínseca es imbatible. Es superior a la de cualquier otro futbolista. El otro día le escuché decir que le preocupa el futuro de su hijo porque ‘no necesita nada’. Yo, de pequeño (seguía diciendo) necesitaba unas botas. Y luego necesitaba un balón. Y luego necesitaba, y necesitaba…”.</span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La vista de nuevo en el partido nos trae el gol de Suiza. Con la cantidad de veces que he podido hablar con Leo del Alto Rendimiento en el deporte, y lo poco que habíamos hablado de la amistad dentro de un equipo. </span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“Te he dicho antes que no me gusta funcionar con creencias, sino con certezas, Pablo. Pero también te he dicho que no debemos parar de aprender. Y mi conclusión ahora, tras 30 años de trabajo en el Alto Rendimiento, es que el equipo perfecto para poder triunfar a medio y largo plazo tiene que tener por encima de cualquier otra cosa la pinta de una familia de amigos. De una verdadera tribu en la que unos quieran de verdad sacrificarse por los compañeros. Eso de que aquí somos profesionales, y la amistad es otra cosa, no te lleva ni la mitad de lejos. Es una evidencia científica. La verdadera amistad en el Alto Rendimiento eleva mucho las posibilidades de conseguir los objetivos”. </span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Y a quién ponemos al frente de un grupo de amigos? ¿Quién es el entrenador perfecto, desde el punto de vista de la PNI?</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“Pues depende. Lo primero es que yo, en los tiempos que corren, llevo tiempo sugiriendo a los equipos de Alto Rendimiento que no se aíslen completamente por género. Hay una cosa que el deporte competitivo hace mucho peor que el mundo empresarial; segrega todavía demasiado, sobre todo en el deporte masculino. En contra de lo que la sociedad tiene mayoritariamente en la cabeza, el perfil del hombre es mucho más emocional que racional. Y la mujer es mucho más racional. Por eso los hombres tienden a expresar mucho menos sus emociones, porque las viven mucho más, y no les gusta hablar tanto de ellas. No lo necesitan. Y lo contrario sucede con las mujeres. Al vivir mucho menos sus emociones, no tienen inconveniente en hablar más de ellas. Lo necesitan. Déjame que te haga un inciso para hablar de lo que ha pasado en este año y medio de Pandemia. Esto que voy a decir, lógicamente es una primera intuición, y no he encontrado estudios al respecto. Creo que las mujeres al mando de los gobiernos, han sido mucho más claras en la comunicación de lo que ha venido pasando. Han tenido mucha menos necesidad de ocultar los datos, o la gravedad de la situación.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Por cierto, creo que en la NBA están preparando a una mujer para ser la primera entrenadora de un equipo masculino, ¿no? (se refiere a los San Antonio Spurs, con Becky Hammon, ayudante de Gregg Popovich). Ojalá vaya sucediendo cada vez más.</span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Nada de tipos o tipas duros, entonces?</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Desde luego, en grupos muy hechos, con gran capacidad, va a funcionar mucho mejor el estilo de un entrenador como Del Bosque, que el de Mourinho, por ir a dos perfiles característicos. La evolución ha permitido en nuestras sociedades dos perfiles de mando; el gran demócrata, y también el gran dictador. Al primero le suelen seguir mucho más por el prestigio que emana, y al segundo por el miedo que provoca. Ambos han funcionado en el deporte, y en la sociedad en general. Lo que está claro es que la capacidad de liderazgo a través del prestigio suele ser mucho más duradera en el tiempo. </span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Yo tenía un compañero en mi equipo de baloncesto, que era bastante pesado con un dicho que por lo visto tenían en Estados Unidos. “good guys, always finish last” (los chicos bondadosos, siempre acaban los últimos).</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Pues tu compañero sabía muy poco, lógicamente, de biología evolutiva. El dominante patológico acaba siempre muy mal. Las buenas intenciones, a lo largo de la evolución, han funcionado de maravilla para lograr grandes objetivos. Si todo lo fías a lo inmediato, a lo que necesitas ya, parece que te podrá ir mejor con ese perfil de dominancia. La posibilidad de ser justo, o de liderar a través del prestigio, mucha gente lo confunde con el altruismo, pero también es puro instinto de supervivencia.</span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Entre reflexiones, España se ha metido en un lío, y no ha sido capaz de superar a Suiza antes de la tanda de penaltis.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“Ves, Suiza es el típico equipo de compañeros que transmiten una gran relación, que se nota que han desarrollado ese instinto de supervivencia como grupo. Y se lo ponen difícil a cualquiera. </span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Pues a Luis Enrique se le nota tranquilo. Parece confiado.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">No conozco mucho a Luis Enrique. Aunque sí he estado con él en alguna ocasión. No sabría decirte. Lo que sí sé es que, pase lo que pase en el resto de eliminatorias, tengo un favorito evidente para ganar esta Eurocopa, con la aproximación evolutiva que estamos haciendo. Ningún otro equipo ha vivido lo que han tenido que vivir los daneses este último mes. Es cierto que a España le han pasado cosas, y supongo que al resto de equipos también (positivos por coronavirus, etc…). Pero la experiencia del compañero a punto de morir en el campo, no es comparable. De ahí sólo puede salir o una ruptura total en el grupo, o una unión tan sólida que la lleven hasta las últimas consecuencias. Lo mismo me equivoco, pero creo que Dinamarca va a necesitar menos agua, menos magnesio, menos de todo que las tribus restantes para seguir sobreviviendo. Si no está Holanda, sabes que quiero que gane España, pero mi favorita sigue siendo ahora mismo Dinamarca.</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIjPDut7khVmCv1trLjN_x7XhIxdOiqJ5sCKmbEOFb9zw69aVxfXtTLJqvr94vG1v4Ubytqh6Zl_CMocwUCoxywO3Ch1pyaCWofWsagyUMGZBOYOkgPUinhXlFYYIMGS66S8LE91IPLRBU/s2048/20210702_204333.jpg" style="font-family: Times; font-size: medium; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="487" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIjPDut7khVmCv1trLjN_x7XhIxdOiqJ5sCKmbEOFb9zw69aVxfXtTLJqvr94vG1v4Ubytqh6Zl_CMocwUCoxywO3Ch1pyaCWofWsagyUMGZBOYOkgPUinhXlFYYIMGS66S8LE91IPLRBU/w648-h487/20210702_204333.jpg" width="648" /></a></div><br /><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span><p></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span></p><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;" /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br />Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-69116778650596019972020-10-24T18:02:00.002+02:002020-10-24T18:02:35.447+02:00Lebron James visto con muchas canas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBqBHNuZUNEcVdUIfwEIr0PoildLgeFmlK-o0rM8L7Wt4D7ItUt9DtkVXTMvTwXPAbVsje8KAGXQw_mnfw9x8Reds7Q462Gz6tlm0pkHoueUBh6NWtQ_yZNG2XGFsO9iEwiXHgTdDHGIvJ/s420/LB+JORDAN.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="236" data-original-width="420" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBqBHNuZUNEcVdUIfwEIr0PoildLgeFmlK-o0rM8L7Wt4D7ItUt9DtkVXTMvTwXPAbVsje8KAGXQw_mnfw9x8Reds7Q462Gz6tlm0pkHoueUBh6NWtQ_yZNG2XGFsO9iEwiXHgTdDHGIvJ/s16000/LB+JORDAN.jpg" /></a></div><br /><div><br /></div>(Carta a mi admirado amigo <b>Gonzalo Vázquez</b>, el mejor escritor de la NBA en España de los últimos 20 años, con quien coincidí en una maravillosa aventura periodística a principios de siglo, llamada SPORTSYA). <div><br /></div><div>Querido Gonzalo:</div><div><br /></div><div>Desde que la Nba entró en mi vida, estas han sido mis referencias.
La mano de <b>Julius Erving</b> y la cintura de <b>Moses Malone</b> -que jugaba en su equipo, Filadelfia 76ers-, ambas inabarcables.
La odiosa simpatía de <b>Magic Johnson</b> (LA Lakers) y la cercana frialdad de <b>Larry Bird</b> (Boston Celtics). <b>Isiah Thomas</b>, mi ídolo absoluto, base de los Detroit Pistons, se quiso meter en medio alejándome de ambos para siempre (aquel grito de BEAT LA! que sonaba en la cancha de los Celtics, o de los Pistons, lo llevé siempre mucho más lejos; I Hate LA… and I Hate Boston, ¡por supuesto!). Un poco después, <b>Michael Jordan</b> dejó el listón a una altura que ya no he visto superable... y mi gritó evolucionó mucho; I Hate Chicago! </div><div><br /></div><div><a href="https://www.elconfidencial.com/autores/gonzalo-vazquez-4143/">Leyendo tu artículo en las páginas de EL CONFINDENCIAL</a>, me he sentido absolutamente interpelado como "uno de esos individuos que abandonó el seguimiento (de la NBA) con las primeras canas y el vaciado del juego en los infames años 90". Desde luego, y desde que te conocí en aquella belleza periodística a principios de siglo, llamada SportsYa, tu seguimiento de la NBA y el mío han transcurrido por caminos dispares. "Cuando <b>LeBron James</b> trabaja, ellos duermen". Bien sabes que soy uno de ellos, Gonzalo.
</div><div><br /></div><div>Esta Carta que te escribo, por tanto, no pretende en ningún momento analizar o cuestionar las difícilmente mejorables aptitudes de LeBron para el baloncesto (su combinación de hardware y software es para mi la más completa de nuestro deporte, sin duda), sino llevarlas a otro plano, al puramente intuitivo de un breve ex jugador profesional de finales del siglo XX.
Para hacerlo, te propongo una premisa y un divertido juego de ficción.
La premisa es sacar del análisis la estética del baloncesto profesional (te advierto que a mi me cuesta mucho), centrándonos solamente en la finalidad de la profesión; la cantidad de posibles anillos conquistados.
Y la segunda es iniciar un viaje imposible junto a los mejores equipos de cada época -ciñéndonos a los que tú y yo hemos podido presenciar-, intercambiando de forma gruesa las 6 piezas que los lideraban, que más o menos jugaban en posiciones parecidas.
Magic Johnson y sus Lakers (4 anillos)
Larry Bird con Celtics (3 anillos)
Michael Jordan y sus Bulls (6 anillos)
<b>Kobe Bryant</b> también con sus Lakers (5 anillos)
<b>Stephen Curry</b> en los Warriors (3 anillos)
Y por supuesto Cleveland, Miami y ahora Los Lakers con LeBron. (4 anillos).
(He obviado a los Spurs, pues sus referencias exteriores, <b>Manu Ginobili y Tony Parker</b>, no deben subir a este ring de pesos pesados).
El total de campeonatos acumulados entre todos es de 25.</div><div><br /></div><div>Con el juego que te propongo, imaginando a cada jugador también en el puesto de todos los demás, mi ranking definitivo de anillos, quedaría así;
LEBRON 25 ANILLOS (para mi, hubiera podido sustituir a todos, y todos hubieran seguido ganando)
JORDAN 22 ANILLOS (no hubiera llegado a las finales el año de los Cleveland de Lebron, y difícilmente se hubiera complementado con Wade en Miami).
KOBE 18-20 ANILLOS (no lo veo triunfando en Cleveland, ni en Miami, y alguno hubiera perdido con Warriors, o con los Bulls)
MAGIC/BIRD. 16-18 ANILLOS (alguno de los anillos de los Bulls de Jordan, en aquellos exigentes años 90, necesitaban líderes superiores a ellos físicamente). En el caso de CURRY, ninguno de los anteriores tuvo a la vez cuatro compañeros de ese nivel (Green, Thompson, Iguodala y luego Durant). Veo a Curry con 10 ANILLOS, como mucho…
Mi cabeza de jugador al que le ofrecen las mejores herramientas posibles, hubiera por tanto elegido como compañero perfecto a LeBron por encima de cualquier otro, incluido Jordan…</div><div><br /></div><div>...y, sin embargo, creo que si Jordan hubiera podido sustituir a LeBron en todas las finales que ha disputado (10 con la de este año), tendría ambas manos llenas de anillos. Y probablemente Kobe también.
En un podium oficioso de liderazgo, Lebron, Magic y Larry serían, por ese orden, mis 3 elementos favoritos.
En el podium de mejores competidores, pondría a Jordan y a Kobe claramente por encima de Lebron.
Ninguno de los anteriores, por cierto, logró cautivarme jamás como lo hizo Isiah Thomas en las canastas de 10 pies, o como lo hizo jugando al minibasket (nuestra pequeña joya española) mi hermano Gonzalo. Pero ambas cosas serán materia de cartas futuras, si el tiempo y la autoridad lo permiten.
</div>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-14805483776466555772020-08-25T14:41:00.001+02:002020-08-25T14:48:23.661+02:00 CUANDO LUKA DONCIC JUEGA, LA HISTORIA DEL BALONCESTO LE ESTÁ OBSERVANDO.<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4bE1QR5XZzhEBd41vUX9KeM5qYSNYpuLEljsGdlyCMQ09fSuyFrppFtEU36_x82oeEYR8UrYu25_1gdABZvBhXSALMkffmtSK3W32Z-NOidoJBDOhCeZH6X8dL9RqRDpJAIk6eWj4N5kn/s299/DONCIC.jpeg" style="display: block; padding: 1em 0; text-align: none;"><img alt="" border="0" width="400" data-original-height="169" data-original-width="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4bE1QR5XZzhEBd41vUX9KeM5qYSNYpuLEljsGdlyCMQ09fSuyFrppFtEU36_x82oeEYR8UrYu25_1gdABZvBhXSALMkffmtSK3W32Z-NOidoJBDOhCeZH6X8dL9RqRDpJAIk6eWj4N5kn/s400/DONCIC.jpeg"/></a></div>
<p><b style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Les supongo a casi todos ustedes enganchados a la llamada ‘burbuja’ NBA.</b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"> En la época en la que vivimos, no es fácil quedarse al margen de los grandes actores globales del planeta. Y la liga norteamericana de baloncesto es uno de esos actores. Sus protagonistas pertenecen a todos los continentes. Los fans están en todas partes. Y las herramientas tecnológicas favorecen la interacción. Ni siquiera hace falta ver los partidos para tener una cierta idea de lo que está sucediendo.</span></p><span id="docs-internal-guid-741f2c67-7fff-1a95-1c26-c9d50f1803bc"><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En un contexto así, <b>la llegada de Luka Doncic a la competición invitaba a elegir una línea genética para su privilegiado baloncesto.</b> Participamos activamente en ello (</span><a href="https://elpais.com/deportes/2018/06/22/actualidad/1529667730_344031.html" style="text-decoration-line: none;"><span style="color: #1155cc; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">ver CARTA DEPORTIVA, EL PAÍS</span></a><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">), y nos decantamos por un estilo más parecido a Magic Johnson. Nuestro interlocutor aquel día, entonces director de scouting de un equipo que finalmente no eligió a Luka en el draft (pocos meses después estaba en búsqueda activa de empleo), lo asemejaba mucho más con Larry Bird. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Apenas dos años después, <b>resulta que sus estadísticas de playoff (más de 35 puntos, 15 rebotes y 10 asistencias de media en cada partido, con momentos absolutamente estelares como el triple sobre la bocina que ha empatado la serie de playoff frente a Los Angeles Clippers) ya son superiores a las de Magic o Bird</b>… y también a las de Jordan o Lebron James. Luka nos está dejando sin argumentos cuantitativos para una posible comparación tomando como referencia los últimos 40 años en la historia de nuestro deporte. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Para explicar sus números, los analistas se están viendo obligados a desempolvar un nombre mítico que muy pocos aficionados actuales llevan en su cabeza, y muchísimos menos han tenido el privilegio de verlo jugar, salvo en algún resumen muy puntual. Se trata de Oscar Robertson, una superestrella de los años 60 y principios de los 70, apodado ‘BIG O’. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>“Cuando haces un movimiento, hasta tres generaciones te pueden estar observando”. Se lo escuché hace tiempo a un filósofo</b> que trataba de explicar a su audiencia la importancia de no despreciar jamás nuestras referencias, porque con ello perderíamos absolutamente nuestra identidad. Me contaron hace muchos años cómo era estar delante de Oscar Robertson en una pista de baloncesto. “Jugaba a otro deporte. Y no solo por la superioridad física”. El partido de Luka Doncic frente a los Clippers del otro día, en realidad no es muy distinto (en términos de "jugar a otro deporte") del que hizo frente a España con 18 años en la semifinal del Europeo de 2017. Y ambos no son muy diferentes a los que tantas veces nos han regalado los deportistas privilegados. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>Aunque todavía es pronto para hacer cualquier balance sobre un genio tan joven, de todas las cosas buenas que está ofreciendo Luka Doncic al baloncesto estos años (muchas más de las que le corresponderían con la edad que tiene), no encuentro una mejor que la necesidad de hacernos viajar tanto en el tiempo</b>. El baloncesto de Doncic, como el de los más grandes jugadores que lo han precedido, posee siempre una característica común; es capaz de explicarnos cómo hemos llegado hasta aquí, cuáles han sido las fortalezas específicas del baloncesto. Cada vez que algún gen</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">io se adelanta a su tiempo (“juega a otra cosa”), en realidad podría estar conectándonos con el mejor pasado posible. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Y de todas…todas, <b>no se me ocurre una mejor que dar la excusa a un abuelo para explicar a su nieto como jugaba Oscar Robertson, como era estar con él sobre una pista de baloncesto.</b> “¿Óscar qué, abuelo?” Y la explicación tiene forzosamente que ser buena, porque todas la genética entera de nuestro deporte estará muy atenta, observando.</span></p><div><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div></span>Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-81465638312567157282020-07-06T12:17:00.001+02:002020-07-06T12:26:58.801+02:00Saras Jasikevicius; nacido para entrenar<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlxwExvkQqxlX0dNb417KfUKUFOP7QpFUqVQ7WrmTc8P10_rYLd30BNrjphszaJlisIoI_Pe0PpZpWni4GMYsKafUMzc5MqH5FtRuo2TSGddsSluxV-NNdT_4x-PvYAYzTr9XjCS5rNZAC/s1600/jasikevicius.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="559" data-original-width="996" height="358" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlxwExvkQqxlX0dNb417KfUKUFOP7QpFUqVQ7WrmTc8P10_rYLd30BNrjphszaJlisIoI_Pe0PpZpWni4GMYsKafUMzc5MqH5FtRuo2TSGddsSluxV-NNdT_4x-PvYAYzTr9XjCS5rNZAC/s640/jasikevicius.jpg" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Mi buen amigo <a href="https://www.elconfidencial.com/deportes/baloncesto/2020-07-03/baloncesto-barca-jasikevicius-laso-entrenador_2665844/">Pedro Cifuentes ha iniciado su andadura en El Confidencial.</a> Me pidió opinión para su artículo sobre Sarunas Jasikevicius y su fichaje por el Club FC Barcelona ("Papá; ¿por qué dice Fútbol Club Barcelona el locutor... si están jugando al baloncesto?"). Aprovecho y os anticipo algunas claves de management: </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="http://buildingtrust.es/">BUILDING TRUST</a> nació inspirado en las metáforas deportivas, y el entrenador Jasikevicius nos ofrece la oportunidad de refrescar los conceptos. </div>
<div style="text-align: justify;">
- #compromiso absoluto - Maximizar los #recursos. - Definir bien los #objetivos comunes - Fomentar la #responsabilidad individual. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
JASIKEVICIUS ES UN CLARO EJEMPLO DE #liderazgo #BUILDINGTRUST. El paralelismo entre Jasikevicius y Laso es notable. Comienza no en el banquillo, sino en la cancha. Ambos jugaban de base. “‘Saras’ y Pablo eran el mismo tipo de jugador. ‘Saras’ fue mejor que Laso, era más alto y más fuerte y tenía mejor tiro, pero veían el juego de forma muy parecida y eran líderes absolutos de sus equipos. Auténticos ‘meneurs de jeu’, como dicen los franceses, directores de orquesta, super-líderes que conocen el juego mejor que sus compañeros y lo saben ejecutar”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sigo...
“Jasikevicius puede verse como el eslabón siguiente a Laso en la línea evolutiva de una manera de ver el baloncesto… Una especie de Pablo Laso 2.0… No es lo mismo ver el juego con una altura de 1,76 que con 1,90. Un poco a la manera de Guardiola y Xavi en el fútbol barcelonista: Xavi era más bajo, pero físicamente era superior y llegó a otra dimensión como futbolista. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El siguiente eslabón en esa cadena que va de Laso a ‘Saras’ sería por ejemplo Papaloukas: ese liderazgo extremo, la gestualidad desafiante, ser el centro de la escena... Protestar, animar… Llevar al equipo hacia adelante”.
“Como entrenadores también se van a parecer mucho. El fichaje de ‘Saras’ es una decisión muy inteligente del Barcelona y Nacho Rodríguez [director deportivo del club, con el que compartió la posición de base en su etapa de jugador azulgrana]. Jasikevicius y Laso son hoy los dos referentes del baloncesto moderno europeo [...].</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
He visto a ‘Saras’ hacer cosas alucinantes con el Zalguiris… Ser casi tan ‘killer’ como de jugador... Ganar partidos perdidos en los últimos cinco minutos, tener la inteligencia de saber que los jugadores pueden solucionar el problema si toman buenas decisiones en los últimos cinco minutos. Porque en el baloncesto profesional, el 75% de los partidos se van a decidir en los últimos minutos”. Os dejo finalmente EL TRIANGULO DEL EXITO DE JASIKEVICIUS.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
1. Cuando Jasikevicius está en una cancha de baloncesto, a nadie deja indiferente. </div>
<div style="text-align: justify;">
2. Cuando Saras era jugador, sabía que sus compañeros le tendrían que ayudar a ganar los partidos. Esa sabiduría no ha cambiado con el entrenador Jasikevicius. </div>
<div style="text-align: justify;">
3. Ser un 'player's coach', es decir, ponerse al servicio de los jugadores, es un proceso que requiere tiempo, y sobre todo necesita mucha #confianza mútua. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4881108704287105213.post-91457835227242282882020-06-17T12:02:00.001+02:002020-06-17T12:11:55.319+02:00¿Puede ser el Tenerife el campeón de la ACB?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxorw-dojdVyr6F4mGU_Xy2JueWGt8B6hVR43QzI64TJK-yr7noisWHQWwXqdpjCGXqkWYzkZV-Tx-YHsZ8im5mzJtj0xPj3-csmVPx7S1SpwgdSeXTLbXusIiWXa3h3bKVScoSItYj-c8/s1600/20200514_225309+%25283%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxorw-dojdVyr6F4mGU_Xy2JueWGt8B6hVR43QzI64TJK-yr7noisWHQWwXqdpjCGXqkWYzkZV-Tx-YHsZ8im5mzJtj0xPj3-csmVPx7S1SpwgdSeXTLbXusIiWXa3h3bKVScoSItYj-c8/s400/20200514_225309+%25283%2529.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Vuelve esta semana el baloncesto profesional español, haciendo, simplemente, de la necesidad virtud. <b>El baloncesto tiene todo los elementos para el contagio entre deportistas,</b> pero los jugadores van a estar muy controlados, y la juventud y forma física se sabe que pueden evitar grandes sustos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>El formato elegido para acabar la temporada ACB</b>, en cambio, tiene algo que a todos los ex jugadores de las canteras de élite en nuestro deporte, y a los que ahora forman parte de ellas, les evocará un tipo de evento necesario en su trayectoria. Los equipos repartidos en dos grupos, los dos mejores de cada grupo cruzándose en semifinales, el escenario de un gran pabellón y, sobre todo, las gradas llenas de cemento, <b>son los ingredientes de cualquier campeonato de España de clubes. </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La edad de los protagonistas de estas dos semanas es diferente, pero <b>apostaría con la seguridad de Michael Jordan a que varias sensaciones son las mismas. </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>La primera; soy uno de los buenos en esto</b>. El baloncesto de élite me necesita.
<b>La segunda; aunque haya cuatro personas en la grada, ganar este torneo va a tener un prestigio enorme</b>.
La tercera; <b>dicen que cualquiera puede ganar, pero nos va a tocar a nosotros.</b> Sé que a varios de mis compañeros les va a costar algo más, pero para eso tienen la suerte de tenerme en su equipo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora, para asegurar la apuesta y acertar con el equipo favorito, es necesario combinar esas sensaciones. De los casi 150 protagonistas (12 equipos con 12 jugadores inscritos por partido), <b>yo diría que el 90% por ciento se pueden llegar a creer la primera</b> (en la probeta de la élite deportiva, da igual la categoría, se cuelan siempre espermatozoides que simplemente pasaban por allí); <b>intuyo que más de la mitad estarán convencidos de la segunda, pero la clave de todo pasará como siempre por la tercera. </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hacer un pronóstico de cualquier campeonato de España es muy aventurado, y por tanto j<b>ugaremos con red; iremos descartando equipos</b>.
El primero debe ser obviamente el Casademont Zaragoza. Aunque Dylan Ennis fuera capaz de echarse en los minutos importantes el equipo a la espalda, como estaba haciendo antes del parón, hasta 5 jugadores han causado baja de su plantilla habitual. Un Joventut sin Zisis y Harangody tampoco nos parece medianamente competitivo. El Bilbao vendió a Unicaja a su jugador más determinante, Alex Bouteille. Curiosamente, Unicaja pierde al que lo ha venido siendo, Jaime Fernández, que se ha operado del tobillo. El Burgos, aunque sumará a Pablo Aguilar, llega sin Earl Clark, que era clave en el juego interior.
A Gran Canaria y Andorra no los vemos quitando plaza en semifinales a Madrid y Valencia, favoritos en su grupo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por el otro lado, quedarían Barcelona, Baskonia (que recupera a Jayson Granger), y Tenerife.
<b>En este grupo nos atrevemos a apostar por los isleños.</b> De hecho, el equipo de Vidorreta, visto lo visto, nos parece que cumple como el que más con el trío de sensaciones que hemos descrito al principio. <b>Sus jugadores se lo vienen creyendo, ganar este torneo les daría la gloria, y ningún jugador mejora a Marcelinho Huertas como líder en un formato de estas características.</b>
Según lo que hemos estudiado estos días, entre Madrid, Valencia y Tenerife podría salir un lógico campeón de España de clubes en categoría sénior 2020. Confiemos en que sea el último en esta categoría y que podamos volver de una vez a la vieja normalidad. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mucho ánimo y salud para todos.</div>
Pablo Martinez-Arroyohttp://www.blogger.com/profile/12795424910270265146noreply@blogger.com0