Lebron James visto con muchas canas



(Carta a mi admirado amigo Gonzalo Vázquez, el mejor escritor de la NBA en España de los últimos 20 años, con quien coincidí en una maravillosa aventura periodística a principios de siglo, llamada SPORTSYA). 

Querido Gonzalo:

Desde que la Nba entró en mi vida, estas han sido mis referencias. La mano de Julius Erving y la cintura de Moses Malone -que jugaba en su equipo, Filadelfia 76ers-, ambas inabarcables. La odiosa simpatía de Magic Johnson (LA Lakers) y la cercana frialdad de Larry Bird (Boston Celtics). Isiah Thomas, mi ídolo absoluto, base de los Detroit Pistons, se quiso meter en medio alejándome de ambos para siempre (aquel grito de BEAT LA! que sonaba en la cancha de los Celtics, o de los Pistons, lo llevé siempre mucho más lejos; I Hate LA… and I Hate Boston, ¡por supuesto!). Un poco después, Michael Jordan dejó el listón a una altura que ya no he visto superable... y mi gritó evolucionó mucho; I Hate Chicago! 

Leyendo tu artículo en las páginas de EL CONFINDENCIAL, me he sentido absolutamente interpelado como "uno de esos individuos que abandonó el seguimiento (de la NBA) con las primeras canas y el vaciado del juego en los infames años 90". Desde luego, y desde que te conocí en aquella belleza periodística a principios de siglo, llamada SportsYa, tu seguimiento de la NBA y el mío han transcurrido por caminos dispares. "Cuando LeBron James trabaja, ellos duermen". Bien sabes que soy uno de ellos, Gonzalo.  

Esta Carta que te escribo, por tanto, no pretende en ningún momento analizar o cuestionar las difícilmente mejorables aptitudes de LeBron para el baloncesto (su combinación de hardware y software es para mi la más completa de nuestro deporte, sin duda), sino llevarlas a otro plano, al puramente intuitivo de un breve ex jugador profesional de finales del siglo XX. Para hacerlo, te propongo una premisa y un divertido juego de ficción. La premisa es sacar del análisis la estética del baloncesto profesional (te advierto que a mi me cuesta mucho), centrándonos solamente en la finalidad de la profesión; la cantidad de posibles anillos conquistados. Y la segunda es iniciar un viaje imposible junto a los mejores equipos de cada época -ciñéndonos a los que tú y yo hemos podido presenciar-, intercambiando de forma gruesa las 6 piezas que los lideraban, que más o menos jugaban en posiciones parecidas. Magic Johnson y sus Lakers (4 anillos) Larry Bird con Celtics (3 anillos) Michael Jordan y sus Bulls (6 anillos) Kobe Bryant también con sus Lakers (5 anillos) Stephen Curry en los Warriors (3 anillos) Y por supuesto Cleveland, Miami y ahora Los Lakers con LeBron. (4 anillos). (He obviado a los Spurs, pues sus referencias exteriores, Manu Ginobili y Tony Parker, no deben subir a este ring de pesos pesados). El total de campeonatos acumulados entre todos es de 25.

Con el juego que te propongo, imaginando a cada jugador también en el puesto de todos los demás, mi ranking definitivo de anillos, quedaría así; LEBRON 25 ANILLOS (para mi, hubiera podido sustituir a todos, y todos hubieran seguido ganando) JORDAN 22 ANILLOS (no hubiera llegado a las finales el año de los Cleveland de Lebron, y difícilmente se hubiera complementado con Wade en Miami). KOBE 18-20 ANILLOS (no lo veo triunfando en Cleveland, ni en Miami, y alguno hubiera perdido con Warriors, o con los Bulls) MAGIC/BIRD. 16-18 ANILLOS (alguno de los anillos de los Bulls de Jordan, en aquellos exigentes años 90, necesitaban líderes superiores a ellos físicamente). En el caso de CURRY, ninguno de los anteriores tuvo a la vez cuatro compañeros de ese nivel (Green, Thompson, Iguodala y luego Durant). Veo a Curry con 10 ANILLOS, como mucho… Mi cabeza de jugador al que le ofrecen las mejores herramientas posibles, hubiera por tanto elegido como compañero perfecto a LeBron por encima de cualquier otro, incluido Jordan…

...y, sin embargo, creo que si Jordan hubiera podido sustituir a LeBron en todas las finales que ha disputado (10 con la de este año), tendría ambas manos llenas de anillos. Y probablemente Kobe también. En un podium oficioso de liderazgo, Lebron, Magic y Larry serían, por ese orden, mis 3 elementos favoritos. En el podium de mejores competidores, pondría a Jordan y a Kobe claramente por encima de Lebron. Ninguno de los anteriores, por cierto, logró cautivarme jamás como lo hizo Isiah Thomas en las canastas de 10 pies, o como lo hizo jugando al minibasket (nuestra pequeña joya española) mi hermano Gonzalo. Pero ambas cosas serán materia de cartas futuras, si el tiempo y la autoridad lo permiten.

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