¿Qué hacemos? ¿Seguimos participando?



Los Maristas Chamberí tenían tradición en el baloncesto madrileño, pero por diversas razones jamás habían conseguido ganar ni un solo partido de la COPA COLEGIAL. Aquellos primeros años de la competición, a algunos colegios les había ido mejor que a otros, y algunos años habían sido mejores que otros dentro del mismo colegio. La situación con Maristas era muy diferente a todos ellos; su permanente participación se había saldado con un único resultado. Los llamados 'tigres', se habían convertido en la cenicienta del torneo. En los eternos perdedores en primera ronda. 

- Bienvenido, Pablo. Déjame que te enseñe las instalaciones, y así conoces mi despacho.

Javier Gil, su veterano coordinador de deportes, me recibía en el colegio una fría tarde de diciembre, hace ahora algo más de 10 años. En la década que el torneo llevaba disputándose, no había tenido la oportunidad de acercarme a visitarlo.

No serían más de las 7 de la tarde. Las luces de la instalación deportiva ofrecían una atmósfera cálida. Aquello tenía la pinta de un gimnasio semi cubierto, y las dimensiones de la pista de baloncesto no eran oficiales.

- Aquí. como verás, podemos entrenar, pueden jugar los pequeños al minibasket, pero no se puede competir. Por eso, y con las reglas que tenéis en el torneo, jamás podremos jugar un partido de la COPA COLEGIAL como anfitriones. Con la afición llenando nuestras gradas. 

Este que les escribe, que ya venía mentalizado para un discurso no demasiado optimista, asentía sin ninguna pose ante lo que parecía una evidencia incontestable. Les habíamos invitado a participar en una fiesta en la que habíamos marcado unas reglas que no les beneficiaban en absoluto.

- ¿Qué hacemos, Pablo? ¿Seguimos participando? Yo no quiero dejarlo. A pesar de las derrotas, la ilusión previa de los chavales cada año me aporta mucho valor.

- Javier, acerté a decir. Yo no puedo dirigir el deporte de tu colegio. De una manera egoísta, en la COPA COLEGIAL os necesitamos a todos. Estamos apenas empezando. ¿Te imaginas lo que este proyecto puede llegar a convertirse, si lo seguimos haciendo crecer entre todos?

- ¿Y qué puede ser, Pablo? Yo sé lo que a mi me gustaría conseguir del torneo en algún momento, pero no lo veo posible.

- Dímelo.

- Me gustaría que tanta ilusión de tantos chavales, por ahora sin premio, se pudiera compensar algún día con un Estandarte de Campeones. 

(Llegados a ese punto, ya no había marcha atrás posible en la conversación. Tocaba subir la música a todo volumen).

- ¿Sabes lo que te digo, Javier? Cuando Pablo Carabias* y yo nos sentamos hace algunos años a filosofar, a pensar en grande, a pedir cosas que darían mucha coherencia al proyecto, algo de lo que comentas ya nos rondaba por la cabeza. ¿Te imaginas Pablo -le decía- a Maristas Chamberí ganando un día la COPA COLEGIAL? Y Carabias, en su 'locura colegial' en la certeza de que habíamos estado haciendo "siempre lo correcto", como le gustaba remarcar, no sólo se lo imaginaba, sino que siempre ha estado seguro de que algún día acabará pasando. ¿Te cabe alguna duda de que Maristas Chambería acabará ganando el torneo? A nosotros ninguna.

El apretón de manos dio por finalizada la singular tarde de aquel invierno madrileño. Y la primera llamada, no tardó en llegar.

- ¿Qué tal te ha ido con Javier?

- Bien. Está preocupado por sl futuro de su colegio en el torneo. No ve claro que puedan competir en algún momento, y lo noté desanimado. Aunque la reunión acabó mejor. Le transmití lo que siempre hemos soñado tú y yo.

- ¡Que no es un sueño, coño. Que eso acabará pasando, ya verás!

FELIZ NAVIDAD.



(*). Pablo Carabias fue el creador de la idea SERIES COLEGIALES, que después transformamos en COPA COLEGIAL



Comentarios

Entradas populares de este blog

JOAN CREUS: UN TIPO DE FIAR

¿Es posible predecir la honestidad y la eficacia en el Alto Rendimiento?

Los que estuvimos allí, jamás lo olvidaremos